El valioso aporte de las actividades extraescolares para tus hijos

Un niño es feliz cuando, a la vez que se divierte, tiene la oportunidad de aprender.

Erika Patricia Otero

Cuando iba a la escuela primaria, recuerdo participar en clases de natación y danzas. Esos momentos me permitieron un nivel de esparcimiento que no hubiera tenido de otra manera debido a mi personalidad tímida.

Fui bastante sobresaliente en esas actividades y gané algunos premios y reconocimientos; aun así, el valor que más les concedo a esas disciplinas fue que me ayudaron a ser fuerte.

En muchos lugares del mundo es muy común que los niños tengan actividades extra a las escolares. Es así como muchos niños hacen algún deporte, van a clases de música, baile o dibujo. También hay enseñanza de diversos idiomas y manualidades; las opciones son múltiples. Sin embargo, algo que los padres deben tener presente son los intereses de sus hijos.

Motivación antes que obligación

Algo que muchos padres ignoran es que no es poner a los hijos por capricho en cualquier curso o taller; no es así. El truco es tener en cuenta las habilidades de los hijos y sobre todo sus gustos y pasiones.

No tiene gracia poner a un niño en fútbol, cuando ha mostrado gusto y habilidad en la música, por ejemplo. Siempre pueden hacerlo, -y lo hacen-, pero créeme que será todo contra la voluntad del pequeño; esto a la larga será una pérdida de dinero y tiempo.

Ahora bien, hay niños que no muestran un gusto o inclinación por una actividad en particular; entonces, es viable preguntarle si quiere ir a determinada actividad. También es importante tener en cuenta la edad; hay deportes y actividades artísticas que un niño puede desempeñar desde muy jóvenes. Es el caso del piano y violín, que pueden ser estudiados desde los 4 años, al igual que el ballet.

El punto importante es que el niño muestre interés. Si hay interés, habrá motivación y por lo tanto entrega y disciplina. Si al niño no le gusta la actividad, no mostrará rendimiento por mucho que sea presionado a hacerlo.

Ten en cuenta que tu hijo tiene sus propios sueños y es a eso a lo que debes apuntar.

Actividades que le ayudan a socializar

Somos seres de la naturaleza que necesitamos relacionarnos con otras personas.

En los inicios de la vida, las primeras personas con las que nos relacionamos son nuestros familiares. A medida que vamos creciendo hacemos amigos de nuestra edad, ya sea vecinos o niños del jardín de infantes.

Necesitamos relacionarnos de esta manera para poder explorar nuestra curiosidad social, y las actividades extraescolares ayudan mucho.

Yo siempre he sido socialmente retraída, lo que me complica hacer amigos o relacionarme con otras personas. En mi infancia, las actividades que mi madre me incentivó a hacerme dieron la posibilidad de salir del cascarón. Además, me aportaron las herramientas que me han ayudado a enfrentarme a diferentes situaciones de la vida adulta.

Esta es otra ventaja de las actividades extra escolares; que le enseñan a los niños a relacionarse. Sí, también ayuda a forjar amistades; sin embargo, su mayor poder es ayudar a vencer miedos y descubrir nuestro potencial.

Enseña valores

Cuando los niños comienzan a relacionarse con otros niños en distintas actividades, aprenden que todos son diferentes. Esto les lleva a desarrollar respeto, tolerancia, caridad y otra cantidad interesante de valores. Además, tienen la oportunidad de ponerlos en práctica. Estos valores se arraigan en sus mentes y les ayuda a vivir de manera más equilibrada y feliz.

Los deportes, por ejemplo, son actividades de grupo que requieren de compañerismo y trabajo en equipo. Los niños que los practican saben cómo relacionarse, no son egoístas y tampoco poco colaboradores.

Mejoran la salud física y emocional

Si algo útil tiene un niño haga algún arte o deporte extra clase, es que se liberan del estrés escolar. Sí, los niños también padecen estrés y esas actividades les ayudan a descargar toda la presión acumulada.

Además, los deportes les ayuda a mantener su salud (deportes) y creatividad activa (artes).

Diversión

Esto sucederá si el niño hace algo que le gusta. Por esto, es importante que el niño sea inscrito en actividades que ama porque solo así podrá sacar provecho.

Nada es más satisfactorio para un padre que ver a su hijo en un recital de danza. Imagina ver a tu hijo en una competencia deportiva o en una exposición de arte. Esos son los momentos en los que el niño demuestra que es feliz con lo que hace.

Añádele que le da luz a los padres y al niño sobre su futuro profesional y habilidades varias.

Importante: no saturarlos

Esto es importante, porque si bien lo que se persigue es que el niño socialice y explore sus habilidades; muchas veces se saturan de actividades.

No es ponerlos en un curso o taller distinto cada día; es permitirle que aprenda, conozca, se divierta, socialice y desarrolle habilidades.

Si uno de esos cursos no le gusta, puedes ponerlo en otro, pero no de manera simultánea, sino paulatina.

No tiene gracia poner al niño después de hacer las tareas escolares en dos actividades extraescolares distintas al día. Lo que va a pasar, es que se va a agotar física y mentalmente; de esa manera no va a dar rendimiento ni en la escuela. Lo que deseas es que el niño sea feliz, se distraiga y aprenda. De esa manera, lo que vas a hacer es matar sus deseos de aprender y divertirse.

En la educación y crianza de los niños debe haber equilibrio, no saturación. Esa es la única manera en la que el niño se sentirá motivado a dar lo mejor de él.

Erika Patricia Otero

Psicóloga con experiencia en trabajo con comunidades, niños y adolescentes en riesgo.