Ella estaba muy enferma y ellos se negaron atenderla hasta que insistió; lo que descubrió confirmó sus sospechas y rompió en llanto
Su color de piel "no encajaba" con lo que ella creía tener, por eso se negaban a hacerle el estudio.
Erika Otero Romero
Resulta increíble que a estas alturas de la vida, algunos “profesionales” de la salud tengan tantos prejuicios respecto a algunas enfermedades, en particular las que son de transmisión sexual. Pero el caso que vas a leer a continuación te va a poner los vellos de punta.
La historia de Abby Landy
Estos síntomas la llevaron a ir al hospital donde pidió que le hicieran algunos exámenes médicos que le detectaran algún tipo de enfermedad de transmisión sexual; sin embargo, la actitud del personal médico que la atendió fue displicente y se limitaron a recetarle antibióticos, pero ella tenía un fuerte -y muy mal- presentimiento.
Tuvo que insistir y tras eso solo se limitaron a enviarle los exámenes más básicos, solo para “quitársela de encima”. Como los resultados iniciales fueron negativos, la resolución fue enviarla a casa.
Ella seguía muy preocupada, así que procedió a hacer lo que muchos hemos hecho cuando nos sentimos enfermos: buscar los síntomas del malestar que nos aqueja en Google, la respuesta que encontró la dejó devastada, al parecer tenía VIH.
Regreso al mismo hospital y pidió que le aplicara el examen específico para detectar SIDA, pero la respuesta fue más que absurda; se negaron a aplicársela, con la excusa de que al ser una mujer australiana heterosexual, las posibilidades de que estuviera contagiada de SIDA eran tan mínimas que hacer el examen era innecesario.
A pesar de la respuesta ella insistió hasta que se le aplicaron; el resultado fue el que ella tanto había temido, confirmó que tenía VIH.
Sentía vergüenza debido a los prejuicios de los trabajadores médicos de ese hospital que se negaban a creer que ella tenía SIDA, ella no cambia dentro del “perfil”, era heterosexual, mujer y australiana, pero era la excepción.
¿Cómo se contagia el SIDA?
El portal webconsultas expone lo siguiente:
Vía sexual
Durante las relaciones íntimas con una persona infectada debido al intercambio de fluidos
Vía sanguínea
cuando se comparte cualquier material que haya estado en contacto con sangre de una persona infectada; ejemplo: jeringas, agujas, y todo el material que se use para realizar piercing, tatuajes, agujillas de acupuntura que no han sido esterilizados de manera adecuada. El riesgo de transmisión a través de las transfusiones de sangre actualmente es muy bajo, debido a los altos controles que se mantienen de la sangre donada.
Vía vertical (madre-hijo)
cuando la madre es seropositiva se puede producir la transmisión del virus durante el embarazo, el parto y la lactancia.
NOTA
En otros fluidos como las lágrimas, la saliva o el sudor, el virus está presente pero en una cantidad insuficiente para contagiar a otra persona. De manera que se puede mantener una estrecha relación con una persona seropositiva sin riesgo de contagio, mientras que se tengan una serie de precauciones.
¿Quién puede llegar a ser contagiado de SIDA?
En palabras simples y sencillas, cualquiera de nosotros. En los ochentas era habitual creer que el VIH era una enfermedad que solo sufrían las personas homosexuales, pero hoy sabemos que no es así. A continuación encontrarás un listado de personas con más riesgo de contraer SIDA.
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Recién nacidos de madres con VIH que durante el embarazo que no recibieron ningún tipo de tratamiento.
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Adictos a la droga que comparten agujas para inyectarse alucinógenos por vía intravenosa.
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Personas que mantienen relaciones íntimas sin preservativo.
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Personas que recibieron transfusiones sanguíneas o hemoderivados entre 1977 y 1985 (en esta época los exámenes de detección de la enfermedad en las donaciones sanguíneas no eran un protocolo obligatorio).
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Trabajadoras sexuales o meretrices
Y Cómo no se contagia el sida
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Compartiendo vajilla, utensilios de cocina y cubiertos, ropa, o comida
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A través de los animales domésticos. El VIH no se puede transmitir del ser humano a los animales, ni viceversa
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Al tener contacto con saliva, sudor, heces, orina o lágrimas.
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Por picaduras de insectos. El caso de los mosquitos, que chupan la sangre, puede crear confusión, pero el mosquito no inyecta la sangre de una persona (infectada por VIH o no) en su siguiente víctima. Además, el virus solo puede vivir en células humanas.
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Donando sangre, semen u órganos. Las agujas y el material empleados durante cualquier donación están esterilizados, por lo tanto, no existe riesgo alguno para el donante. Podría ser un riesgo para el receptor en caso de que no se siguieran los análisis necesarios, que son obligatorios.
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Acudiendo a piscinas, recintos deportivos, baños, centros comerciales, cines, restaurantes, o cualquier otro lugar público, frecuentado por personas infectadas.
Abby decidió no sentir vergüenza y comenzó a actuar para que el examen de detección de VIH fuera algo rutinario al que pudieran tener acceso quienes lo necesitaran homosexuales o no, esto para que ni una sola persona más tuviera que pasar por lo que ella tuvo que vivir.