Ella lloraba, pero NO era un berrinche; esta mujer no juzgó ‘lo malos padres que eran’, vio más allá y le salvó la vida a la pequeña
Lo que hizo esta mujer demostró que tiene grandes agallas; recordemos que no todo lo que vemos es lo que parece.
Fernanda Gonzalez Casafús
Más de una vez habrás visto a un niño llorando junto a su madre en medio de un berrinche. Tal vez también te hayas sentido mal por el niño cuando su madre lo abofetea o zamarrea en público. Si fuera la misma situación pero entre dos adultos seguramente te llamaría la atención. ¿Por qué entonces no nos sucede cuando hay un niño involucrado? A una joven chilena sí le llamó la atención el llanto desconsolado de una niña en un autobús, y gracias a ella salvó a la pequeña de un calvario.
Una tensa situación en el Bus
Cuando Maca Díaz subió al autobús se sentó tranquilamente y colocó sus audífonos para hacer más placentero su viaje. Sin embargo ni el sonido de la música lograba paliar el ruido que producía el llanto de una pequeña. Anteriormente, en la parada de autobús un hombre y una mujer se encontraban junto a una pequeña de unos 5 años. Al principio parecía ser una pareja normal junto a su hija; sin embargo cuando subieron al autobús a Maca le llamó la atención que la niña lloraba sin parar y tanto el hombre como la mujer la trataban de una forma muy agresiva. Pero lo que terminó de levantar sospechas fue que la niña decía “quiero a mi mamá”. La joven comenzó a sospechar que algo no andaba bien y tomó cartas en el asunto.
Una acción que salvó a la pequeña de ser secuestrada
Maca decidió entonces ir hacia donde estaba el chofer y le explicó acerca de sus sospechas, que esa pareja no eran padres de la pequeña y estaban en medio de un secuestro. Le pidió entonces al conductor que detuviera el vehículo y cerrara sus puertas, para poder así llamar a la policía. La pareja comenzó a sentirse muy nerviosa y a darse cuenta de que estaban encerrados.
Pero no fue todo. Mientras esperaban a la policía, la joven increpó al hombre y la mujer, quienes visiblemente nerviosos dijeron que se trataba de su sobrina. No quedando conforme la chica le preguntó a la niña “¿son tus padres?”, y la pequeña gritó que no, no lo eran. A los pocos minutos la policía llegó al lugar y se llevaron arrestados a la pareja. La niña volvió a ser restituida a su hogar.
Jugarse por los demás
La historia de esta joven no sólo habla de la gran valentía que tuvo al proceder de la forma en que lo hizo, sino que además tuvo la empatía de ponerse en el lugar de esa pequeña y actuar. En esta sociedad actual tan altruista e individualista estas acciones nos recuerdan que todavía hay gente dispuesta a ayudar al otro, a poner su granito de arena para que día a día seamos mejores personas.
Podría haber pasado desapercibido el llanto de la niña (de hecho, nadie más que ella se inmutó ante el desconsuelo de la pequeña), pero ella no dudó ni un instante e hizo lo que su corazón le dictó. Las buenas historias con un final feliz como ésta son las que nos enseñan el gran valor del compromismo con el prójimo.