Ella pensaba que había sido un día normal hasta que decide darle un baño a su hijo de 18 meses y descubre que algo terrible le había pasado
“Traté de levantar su camiseta pero estaba pegada, cuando vi las marcas que le habían dejado se me paró el corazón”.
Mariel Reimann
Una de las peores pesadillas de cualquier madre es no ser capaces de proteger a nuestros hijos para nada malo les pase.
Con los ajetreos de la vida y las demandas que el mundo moderno pone en las mujeres, lamentablemente, muchas de nosotras debe salir a trabajar, viéndose obligadas a buscar a alguien que se quede al cuidado de nuestros hijos mientras no estamos cerca.
Cuando uno deja a los hijos al cuidado de alguien, cree que los deja en buenas manos
Markus Jannica Holmberg, dejó a su pequeño hijo en su guardería en la ciudad Sueca llamada Mamo.
Según lo que ella relata en una publicación en su muro de Facebook,, cuando ella fue a recoger al pequeño, todo parecía “normal”. Todo el personal con el que ella se cruzó la saludo muy amablemente sin que nadie le comunicara que algo malo que había ocurrido a su hijo.
Nunca imaginó que su pequeño había sido víctima de una pesadilla ese día, bajo el cuidado de las personas que debían protegerlo.
Una publicación viral
Jannica decidió contar su experiencia para alertar a otros padres. Ella relató lo que sucedió mientras estaba sentada en la sala de Emergencias con su hijo.
“Hey, sólo quiero escribir un poco ahora que estoy sentada en la sala de emergencias esperando que el médico revise a mi hijo un poco más. Hoy fui a buscar a mi hijo a la guardería y como de costumbre su maestra me saludó mientras salía con mi hijo. Todos me saludaron, los tres maestros que encontré me saludaron”.
“Nada raro. Un día normal”.
“Luego de que nuestro hijo cenara, era hora de que tomara su baño, y sólo quiero decir que este fue el peor baño que he dado en mi vida”.
“Primero, no podía quitarle la remera, estaba como pegada. Ni bien comencé a levantarla suavemente mi corazón comenzó a llorar. Había al menos 15 marcas de mordiscones y la mitad de estas marcas habían causado cortaduras”.
“El niño que había mordido a nuestro hijo lo había hecho tan fuertemente que tres de las marcas eran heridas serias”.
Una pesadilla con antecedentes
La madre explica que una semana antes del incidente, su hijo se había caído en la misma guardería y tras no haber recibido los cuidados necesarios a tiempo, también terminó en el hospital con una cirugía en sus dientes.
“Nadie me dijo nada, sólo con ver los ojos de mi hijo en pánico, se me detiene el corazón”, continua diciendo en medio del dolor, impotencia e indignación.
Ella no puede entender cómo nadie detuvo al niño que mordió a su hijo al menos 15 veces.
Aunque su publicación no explica que pasó luego o si en realidad las mordidas fueron provocadas por otro niño, su experiencia provocó que miles de padres alrededor del mundo compartan su experiencia como una forma de alertar a otros padres.
Ser madre, esposa y responsable de la economía del hogar, mientras tratas de ser feliz
Como madre de dos hijas, esposa y parcialmente responsable de la economía de mi hogar, no me cuesta mucho ponerme en sus zapatos y compartir las emociones que ella experimentó al ver que su hijo fue abuzado y no protegido como ella creía que lo estaba siendo.
Cuando no podemos hacer todo a la vez, es hora de analizar las prioridades y ver qué podemos dejar de lado para dedicar más tiempo a nuestra familia.
Sin duda la familia es lo más importante que un ser humano logra tener en la vida. No hay título ni fortuna en el mundo que se compare al amor que se da y recibe en la unidad familiar. Sabiendo esto, no debemos sentirnos culpables cuando debemos a lo mejor decidir trabajar sólo medio tiempo, ganar menos dinero, pero estar al cuidado del tesoro más grande de una madre, sus hijos.
Como hija de madres soltera (mi papá desapareció cuando tenía 4 años), fui testigo de los grandes sacrificios que mi mamá tuvo que hacer para criarme, proveer para mis necesidades y además tener tiempo para mí.
Hubo épocas en las que no teníamos nada de dinero, sólo lo mínimo para sobrevivir, pero ella estaba allí con su amor y protección, algo que ningún dinero en el mundo puede comprar.
Cuando me preguntan si cambiaría algo de mi niñez, mi respuesta es no. Tuve una madre que supo sacrificar las cosas necesarias para cubrir el fin más importante.
Si sientes que no puedes con todo, detente, analiza y piensa qué es lo más importante. Te aseguro que tus hijos no recordarán en el futuro cuanta ropa de marca les compraste… sólo recordarán cuánto tiempo dedicaste a nutrirlos con lo más codiciado en el mundo: tu amor de madre.