Empresarios multimillonarios que pararon sus fábricas para unirse a la lucha contra el coronavirus
Ahora fabrican barbijos, alcohol en gel e implementos sanitarios para sumar su granito de arena.
Fernanda Gonzalez Casafús
En poco tiempo el coronavirus se ha esparcido rápidamente por el mundo entero. Esta lucha es de todos, y cada uno aporta desde lugar lo que puede. Tal el es caso de empresarios multimillonarios -y otros no tanto- que se han sumado a la batalla contra la pandemia.
La marca francesa Louis Vuitton Moet Hennessy es uno de los casos: su dueño decidió frenar la producción de la empresa para comenzar a producir alcohol en gel, para distribuirlo gratuitamente. El producto no lleva una marca sino que se trata simplemente frascos con alcohol en gel para que el Gobierno francés distribuya de manera gratuita entre los ciudadanos.
Giorgio Armani es otro de los empresarios multimillonarios que se ha sumado a la fila de personas solidarias. Su empresa textil fabrica barbijos y mascarillas para donar al personal de salud. Además, el empresario donó 2 millones de euros a distintos hospitales de Milán y Roma, y produjo en su fábrica batas médicas de un solo uso para proteger al personal sanitario en clínicas y centros médicos del país.
Por su parte, Salvatore Ferragamo fabricó y donó 100 mil mascarillas antibacterianas, 3mil mascarillas y distribuyó 50 mil unidades de desinfectante de manos. Y así, hay muchos otros ejemplos de empresarios que no miraron su ombligo sino que no les importó usar sus propios recursos económicos para ayudar a los demás.
Si quieres conocer a alguien verdaderamente, dale dinero y fíjate que hace con él
Pensar en la cantidad de gente que no tendrá qué comer durante la cuarentena es estremecedor. Miles de familias no saben cómo harán para pagar sus alquileres, pagar los servicios para que lo los corten o darle de comer a sus hijos.
En medio de esta incertidumbre, lo poco o mucho que pueda hacer alguien es sumamente beneficioso. Estos empresarios podrían haberse desentendido de la situación; sin embargo se hicieron eco de la catástrofe mundial y desde su lugar aportaron su parte.
La riqueza no siempre está en los bolsillos. Puedes notar qué tan rica es una persona simplemente viendo qué hace con su dinero. Lo que una persona hace con su patrimonio y posibilidades económicas te mostrará realmente quién es.
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El poder no cambia a las personas, solo revela quién es verdaderamente
En un mundo convulsionado en el que no tenemos demasiado tiempo para frenar, las acciones desinteresadas de las personas son las que pueden salvarnos. No se trata de cuánto das, ni dar lo que te sobra. Se trata de empatizar con las necesidades de los demás y actuar en consecuencia.
Mientras que algunos mandatarios dijeron sentirse más preocupados por el cese de la economía que por las muertes en su país, otros utilizan todos los recursos del estado, piden ayuda a entidades mundiales y/o destinan presupuestos que eran para otros fines, para paliar esta lucha contra el virus.
El poder revela verdaderamente quién es una persona. Y este tipo de crisis pueden ayudarnos a verlo y reflexionar sobre ello. Sin dudas, esta pandemia está marcando un antes y un después en la historia de la humanidad.
Descubrir la verdadera esencia
Nadie anhela cosas materiales.Lo único que estamos esperando es poder salir para abrazar a nuestros seres queridos. Nos dimos cuenta tarde del verdadero valor de las cosas. Nos hacemos videollamadas, nos mandamos mensajes todo el tiempo, y hasta planificamos el tan esperado reencuentro.
Estamos descubriendo el genuino valor de la vida. Tal vez nos hacen falta pasar por este tipo de situaciones críticas para comprender que el ser humano es un tanto egocéntrico en sus decisiones, y que con ellas a veces pierde el rumbo.
Estar en casa junto a nuestras familias nos hace comprender el valor real de la vida ¿Te has puesto a pensar si eres verdaderamente feliz? Si tuvieras que hacer una lista de todo aquello que hoy te hace feliz, ¿qué pondrías en los tres primeros lugares?
Nos hace falta ser más agradecidos, mirar hacia adentro, descubrir todo lo que tenemos y lo afortunados que somos. Un mejor coche no nos hará mejor personas, el mejor colegio para tu hijo no le garantizará que sea un adulto de bien, y tus amigos (los verdaderos) no te buscarán por tus bienes materiales. No eres lo que tienes.
Todo va a estar bien
Siempre hubo epidemias en la historia de la humanidad. La diferencia, en esta oportunidad, es que vivimos paralelamente una infodemia, es decir, una sobreabundancia de información respecto de la pandemia.
Es momento de saber escuchar todo aquello que nos informe pero que nos construya. Es tiempo de tener fe y refugiarse en Dios y en los afectos, decretar todo lo bueno para nuestra vida y creer que algo mejor vendrá.
Es la oportunidad de cuidarnos, de cuidar a nuestros seres queridos; de mirarnos a lo ojos, de rescatar los momentos que no sabemos valorar en aquellos días ajetreados. En hora de acompañar a nuestros hijos en sus miedos, sus preguntas y sus ganas de entender al mundo.
No nos dejamos vencer. Estamos en constante evolución y no debemos perder la oportunidad de comprender qué nos está tratando de decir Dios, el universo y la naturaleza con todo esto.
Todo va a estar bien.