En el servicio y la caridad por los otros nos va la vida
La vieja enseñanza que que aprendimos en el libro de Santiago hoy tiene mucho más valor que nunca antes. Tómate unos minutos para reflexionar el tema
Emma E. Sánchez
El libro de Santiago (1:27) en la Biblia dice de manera muy sencilla: “La religión pura y sin mácula delante de Dios es ésta: visitar a los huérfanos y las viudas en sus tribulaciones, y guardarse sin mancha de este mundo”.
Para quienes gustamos de leer las Escrituras, es común leer un fragmento por la mañana y durante todo el día pensar y reflexionar sobre lo leído; y así me pasó durante varios días con esta frase de Santiago que acabo de citar arriba.
Me gustaría compartirte algunas de esas reflexiones personales que hice del versículo, con el deseo de que alguna de ellas pueda inspirarte y ayudarte a hacer más agradables tus días:
La religión pura y sin mácula
¿Te has sentido alguna vez confundida o agobiada por lo que sucede a tu alrededor? Tantas voces y un momento después todo es división y confusión. Concentrarnos en vivir los preceptos sencillos y puros fortalece nuestra creencia y fe. Complicar las cosas, hacerlas cada vez más sofisticadas, pudiera distraernos de lo que es en verdad importante.
Se cuenta que un hombre encontró una hermosa perla y tal era su deseo de querer mostrar su maravillosa posesión a los demás, que construyó una caja hermosa para exhibirla; pero al colocarla sobre la mesa, pensó que la caja era demasiado simple y buscó embellecerla aún más. Pronto, la gente ponía más atención a la caja que a su contenido. Así sucede cuando perdemos la visión de lo que es lo más importante.
Visitar a los huérfanos y viudas
Los actos de caridad y poder velar por quienes nos rodean ennoblecen nuestro corazón, purifican nuestro espíritu y nos acercan a asemejarnos con Dios. “Visitar a los huérfanos y cuidar de las viudas” no quiere decir que sólo daremos nuestro amor y cuidado en los orfanatos o en las casas de retiro, cualquier persona que esté cerca de nosotros puede ser ese huérfano o esa viuda que requieren de consuelo y cuidado.
Estar atentos y prestos para proveer para los que menos tienen o carecen de oportunidades es una de las grandes maneras de hacer lo sencillo y vivir la religión pura.
En sus tribulaciones
Darnos tiempo para visitar enfermos, acompañar a alguien para enfrentar los momentos complejos de la vida es estar en “las tribulaciones” de cualquiera, especialmente de los miembros de nuestra familia.
Y guardarse sin mancha
Esta sencilla frase es la más contundente en todo el versículo: guardarnos sin mancha, cuidarnos de hacer lo incorrecto, lo indebido, de manchar nuestras vidas con actos impropios de nuestra condición y conocimiento.
Cada quien conoce los retos y desafíos que de manera privada enfrenta, las cosas que sabemos podríamos hacer mejor por y para otros, pero especialmente para uno mismo y nuestra paz espiritual.
Y es por eso, tal vez, que la parte más difícil sea la de dominar nuestros propios deseos, nuestros apetitos y limitar nuestra lengua, los crueles juicios que hacemos sobre otros y sobre nosotras mismas.
El versículo sencillo y claro de Santiago nos da para pensar y desear hacer las cosas de mejor manera. Esta semana, por ejemplo, piensa en una sola cosa que tú puedes hacer por los huérfanos y las viudas, pero sobre todo para buscar mantenerte sin mancha en este mundo.