En esta Navidad regala el perdón

Perdonar es un trabajo arduo, doloroso pero sanador que engendra salud emocional y trae paz al alma.

Marta Martínez Aguirre

La Navidad y el perdón como regalo.

Llegan las fiestas navideñas y con ellas, a la par de la alegría y el entusiasmo, surgen heridas, resentimientos y recuerdos dolorosos. Sé que estás preocupada por la lista de regalos y por organizar y preparar la cena de Nochebuena. Sin embargo, es necesario que en esa lista incluyas el perdón para quienes te han ofendido si deseas sentir el verdadero espíritu de la Navidad.

Perdonar es mucho más que aceptar el daño que te han hecho y querer pasar hoja, eso es simplemente evitar el verdadero proceso del perdón. Tampoco creas que por no responder con enojo o pagar con la misma moneda has logrado ejercer el perdón, porque eso es tan sólo una actitud cómoda, neutral, que no te involucra plenamente. Tampoco creas que es suficiente no guardar resentimiento sin sacar a luz la ofensa, excusarlo, olvidar o hacer como que nada pasó; todo esto es un brote de comodidad y amnesia que tarde o temprano regresa a cobrar su saldo.

Perdonar, más bien, es un trabajo arduo, doloroso pero sanador, que engendra salud emocional y trae paz al alma. Sin perdón nunca llevarás una vida plena, sino que irás acumulando un saldo negativo que tarde o temprano aparecerá en forma de enfermedades, tristeza, amargura o ira y, al final del camino, una vida de infelicidad.

¿Recuerdas cuando Jesús nos contó aquella historia del siervo desagradecido? (Mateo 18: 23-35). El perdón real aleja la prisión de tu vida y no da lugar a que los verdugos merodeen en tu alma. Detente un momento y piensa en la lista interminable de presos que tienes dentro de ti: aquella bofetada de tu amiga, el joven que te gritó una barbaridad, la maestra que no te tuvo en cuenta para la obra de teatro, tus padres al momento de separarse, tu esposo cuando llegó ebrio a casa y con olor a otra piel. Prisioneros dentro de tu prisión personal, cardiopatía del perdón no dado que puede llevarte a la muerte emocional.

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Por eso, en esta Navidad regala y regálate el perdón:

Quita el deseo de venganza

Abandona esa idea de querer que sufra quizás esa persona ya no existe en tu vida, pero sigues con la idea de que no sea feliz, o que se queme en el infierno. Cuando abandonas la idea de la revancha das lugar a la paz y el proceso del perdón se inicia.

Libertad, amor y entrega

El perdón brota naturalmente cuando abres la celda y dejas afuera todo el resentimiento que tienes, cuando eres capaz de tener actos de amor hacia esa persona, ya sea escribiéndole una carta si ya no está vivo y diciéndole que le das tu amor y lo liberas, o teniendo compasión y gestos de entrega si todavía forma parte de tu vida.

Gratuito, sin aranceles

Logras darte cuenta de que has perdonado cuando entregas el perdón a cambio de nada, cuando lo das como un gesto de misericordia y no deseas que el otro se humille ante ti. No permitamos que Satanás, el mayor de los ladrones, te quite la paz y te amargue esta Navidad. Cuando escuches un villancico en esta época, repasa en tu corazón la letra y escucha con oídos de niña que ha nacido un Salvador que viene a entregarse sin pedir nada a cambio, demostrando el mayor de los amores. Permite que este don gratuito de perdonar vuelva a erizarte el alma al darlo como Cristo te lo ha dado a ti.

Recibe, acoge en tu corazón

El perdón se asocia con la acogida y no con el rechazo, de modo que hazte la idea de hacerle un lugar nuevamente en tu vida, ahora desde un nuevo lugar, con otro significado y con un nuevo aprendizaje.

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¿Recuerdas las palabras de Juan el Bautista, “Preparad el camino del Señor, enderezad sus sendas” (Mateo 3:3)? Prepara entonces las calles de tu corazón y no olvides que en esta Navidad el mejor regalo que puedes hacer es otorgar el perdón a quien te ha lastimado, porque es la forma más noble de decirle a tu corazón que está nuevamente listo para recibir al Niño en pañales.

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Marta Martínez Aguirre

Marta Martínez es de Uruguay. Posee una licenciatura en Psicología, y un posgrado en Logoterapia. Ama todo lo que hace y adora servir. Es especialista en atención psicológica domiciliaria. Contacto: