En tiempos de calor ¡ojo con la deshidratación!
Disfruta el verano con seguridad. La deshidratación es una de las causas más comunes de daños y hasta la muerte en niños y adultos durante el tiempo de calor. Protege a tu familia conociendo estas recomendaciones.
Emma E. Sánchez
En la infancia y la juventud, el verano supone muchas actividades al aire libre, divertirse día y noche, no ir a la escuela y disfrutar de días completos lejos de la rutina del periodo de clases.
Hace unos años, todavía disfrutábamos del sol sin la preocupación de desarrollar cáncer y otros problemas de piel pero ahora sabemos de sobra que el placer de asolearnos debe de estar restringido a unos pocos minutos, usar bloqueador y sobre todo a hidratarnos antes, durante y después de haber estado expuestos al sol.
En el caso de los niños, durante el verano pueden deshidratarse fácilmente y no darnos cuenta. Ellos juegan durante horas y horas al aire libre y descuidamos sus horas de comida o inclusive los alimentos que consumen y pasamos por alto su hidratación.
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¿Cómo saber si tu hijo está en riesgo de deshidratarse?
Durante las vacaciones cambiamos nuestros horarios, nuestras rutinas y nos relajamos -o nos estresamos- por lo que debes estar particularmente atenta si tu niño presenta diarreas continuas, vómitos y si bebe poca agua. Algunos síntomas y señales de deshidratación son:
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Mucho sudor
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Piel fría o sudorosa
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Debilidad o pérdida de energía
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Si llora y no hay lágrimas
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Resequedad en la boca
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La lengua se pone blanca o pegajosa
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Los ojos se hunden
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Si es un bebé y la coronilla se hunde
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Poca orina o muy oscura
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¿Qué debes hacer?
Si han habido vómitos o diarreas, se debe buscar que el niño continúe alimentándose de manera regular y aumentar un poco más de líquido a su dieta, algún jugo, agua fresca o un suero oral. Si la diarrea y vómito persisten, debes llevar al niño al médico y descartar una infección intestinal que lo lleve a una deshidratación seria.
Antes de que los niños salgan a jugar, deben desayunar alimentos frescos, sabrosos y tomar líquidos. Si van a estar en la alberca, hay que ponerles un bloqueador solar y pedirles que salgan cada dos horas a beber un poco de agua, descansar y luego volver a jugar. No deben saltarse la comida, deben hacer un poco de descanso e hidratarse correctamente, esto es que beban agua o jugos frescos, no refrescos ni bebidas azucaradas.
¿Qué pasa si ves que tu hijo tiene síntomas de deshidratación?
Regularmente, una deshidratación se puede controlar en casa, manteniendo fresco al niño, a la sombra, con alimento y sueros orales, pero si tu pequeño pierde la energía, no se mueve y presenta hundimiento y debilidad, hay que ir al médico. En el caso de los bebés si su cabecita está hundida, no lo dudes y ve al médico.
En el hospital determinarán hidratarlo canalizándolo y deberás tener paciencia, no alarmarte y seguir el consejo del médico para su pronta recuperación.Como en todo lo bueno, prevenir es lo mejor. ¡Disfruta el verano con seguridad!