En un mundo lleno de divisiones, construyamos con puentes de amor y misericordia
Hacer de este mundo un lugar mejor para vivir puede ser más fácil de lo que piensas. ¿Estás listo para este gran viaje?
Emma E. Sánchez
Por muchos años la humanidad ha luchado históricas batallas por conservar la paz y la libertad de los hombres. Muchos héroes de nuestra historia dejaron su vida en el intento. Sin embargo, a pesar de las victorias ganadas, pareciera que todo fue en vano, ya que en la actualidad vivimos un mundo lleno de discordias y poca empatía unos con otros.
Con solo observar unos minutos a nuestro alrededor podemos percatarnos que la humanidad sigue luchando, tal vez sin espadas o cañones, pero sí con otro tipo de violencia, esa que no daña el cuerpo pero sí el alma, que destruye emocionalmente debido a las distintas ideologías y maneras de ver el mundo.
Lamentablemente, este es el escenario que nos tocó vivir y que dejaremos a nuestros hijos y nietos en caso de continuar con esas actitudes destructivas. Sin embargo, podemos poner nuestro granito de arena para construir puentes de amor y misericordia para cambiar la situación actual. Todos tenemos la responsabilidad de ayudar a mejorar la vida de quienes nos rodean, sin necesidad de ser similares, todo por el amor a nuestra especie y sobre todo a DIOS que nos ama incondicionalmente.
La esperanza muere al último
Dejemos de lamentarnos por el mundo que nos tocó vivir, es tiempo de cambiarlo comenzando con uno mismo; de esa manera podremos enseñar a otros a actuar con amor y no con odio, rencor y orgullo. Transformemos nuestro corazón para ser héroes de nuestra propia historia.
Para poder lograrlo necesitamos reflexionar sobre algunos aspectos que nos ayudarán a mejorar nuestro mundo. Aquí te comparto algunas ideas:
1. Ayudar sin mirar a quién
Es fácil pensarlo pero hacerlo cuesta trabajo, ya que no estamos acostumbrados a ayudar a los demás sin recibir algún tipo de recompensa o beneficio. Pero piénsalo de esta manera: tu recompensa no será material sino espiritual, ya que tendrás satisfacciones que te llenarán tu vida de alegrías.
Recuerda que por algo dicen los abuelos, que todo se regresa, ya sea lo bueno o lo malo que hagas en este mundo, siempre se regresará a ti multiplicado. Es por ello que ayudar a otros te servirá para llenar tu vida de bendiciones.
2. Participa en asociaciones sociales
Para construir puentes de amor y misericordia, será buena opción participar en cualquier asociación social no lucrativa que te llame la atención. Puede ser que ayudes en un asilo de ancianos, que rescates animales abandonados, que visites a alguna casa hogar, entre otras ideas.
Es muy sencillo ayudar a otros, solo es cuestión de tomar decisiones y actuar. Recuerda que no es necesaria la contribución económica en algunos casos, con el solo hecho de estar ahí en el sitio correcto podrás cambiar el mundo.
3. Conviértete en un guía para cambiar vidas
Dios siempre nos pone en el lugar indicado, podemos decir que somos ángeles que ayudan a otros con solo dar nuestros consejos, opiniones y compartir experiencias de vida. En este caso deberás ser muy receptivo y así poder identificar quién necesita de ti para poder actuar.
Recuerda que no todas las personas son buenas para expresar sus emociones o sentimientos, es por ello que de ahora en adelante tendrás que ser muy observador.
Eso no significa que vas a convertirte en una persona imprudente, al contrario, solo hablarás cosas positivas para aquellas personas que lo necesiten.
4. Construye oportunidades
Si te va bien en el aspecto económico no dudes en construir oportunidades laborales para las personas que lo necesitan; sobre todo en aquellas comunidades olvidadas por el gobierno. Si eres una persona emprendedora, no dudes en iniciar un negocio donde puedas emplear a muchos, o incluso ofrecer tu ayuda para que cualquier persona conozca alguna habilidad que tengas.
Es decir, ofrece tus servicios gratuitamente a aquellos que realmente lo necesitan, tal vez eres muy bueno para cocinar y así puedes enseñar a personas a construir sus propios negocios.
5. Comparte la palabra de Dios
No necesariamente tienes que ser un experto en la religión sino más bien en conocer en abundancia las bendiciones que son otorgadas por el creador. Cuando compartes la palabra de Dios el mundo se transformará mágicamente; ya que muchos están viviendo sin esperanzas y sin fe.
Comparte experiencias propias o cualquier versículo que te llame la atención, siempre habrán personas que les llegue a tocar el corazón esos mensajes y así los puedan adaptar a su propia vida. Recuerda, Dios te guiará, no temas al equivocarte porque si te encomiendas a él las cosas fluirán.
6. Cuida lo más valioso
Lo más valioso es la familia que tenemos, cuídala, guíala y apóyala. Comienza por transformar tu mundo dentro de tu propio hogar. Enseña a tus hijos a compartir, a ser empáticos y agradecidos; así podrás recibir muchas satisfacciones llenas de amor, misericordia y unión.
Sé una buena esposa, o un buen compañero, así como también una buena hija, o un buen hermano; para que todo tu mundo vibre en armonía, amor y paz.
Ahora ya lo sabes, podrás cambiar el mundo poniendo tu granito de arena. Actúa con amor en todo lo que hagas, pienses y digas, recuerda que las satisfacciones por ayudar a otros son valiosas porque te llenarán de paz en el corazón.