¿En verdad la televisión es mala para los niños?
¿Te preocupa que tus hijos pasan demasiado tiempo frente al televisor? Aquí te comparto algunas ideas para reflexionar en familia sobre este tema.
Arturo Leonardo
Con mucha frecuencia decimos o escuchamos decir que la televisión es mala, que el problema de la sociedad es que ven demasiada televisión e inclusive le ponen apodos como “la caja estúpida”. Pero, ¿qué tan cierto es esto? ¿Qué tanta culpa tienen las televisoras y los programas que transmiten? Esto es sin duda un gran tema de investigación para muchos expertos, pero pongamos las cartas sobre la mesa.
La televisión ¿un reflejo de la sociedad?
Los programas se transmiten de acuerdo a investigaciones previas como estudios de mercado, estadísticas y verificación de ratings. Los resultados de estas estadísticas nos dicen lo que el público quiere ver en su pantalla y claramente las empresas transmitirán los programas que más vean los usuarios y que por ende produzcan más dinero.
.
Los programas más vistos de acuerdo a las encuestas son: telenovelas, reality shows,eventos deportivos y algunas series extranjeras. Pero, ¿qué tienen en común estos programas además de ser los más vistos por la gente?: ¡exacto, no son educativos! ¿Quién tiene la culpa?, ¿la televisión?, la respuesta es obvia.
La televisión y las audiencias
Hay que aclarar que los programas de entretenimiento de cualquier índole no tienen nada malo, son creados para eso, para entretener, y si cumplen su cometido obviamente son buenos.
Yo opino que el verdadero problema de la televisión somos las audiencias: no está mal que consumamos este tipo de programación, lo que está mal es que nos enajenemos. Todo en exceso es malo, y esto es muy cierto. Si variáramos los programas que consumimos y le diéramos interés a programas educativos, las televisoras probablemente transmitirían por igual entretenimiento que educación y la televisión dejaría de ser la caja estúpida de la que todos nos quejamos.
Responsabilidad compartida
Si bien la respuesta está en nosotros, este artículo busca dejar de satanizar a la televisión y sus contenidos. Porque no todo lo que se transmite es malo. Por ejemplo, existen caricaturas que son buenas para los más pequeños del hogar, que enseñan valores e inclusive otros idiomas. O si vemos una película extranjera, nos ayudará a conocer nuevas culturas y lugares a los cuales no hemos viajado.
Y si lo queremos ver más simple y bonito, toda película tiene algo bueno y rescatable, una enseñanza, como el valor de la amistad, la importancia de la familia. En fin, es cuestión de buscarle y de ver más allá de que nos entretenga.
.
Estamos en una época en la que podemos decir que leer no te hace más inteligente ni ver la televisión menos inteligente. Depende de cada quien ver el otro lado de la moneda, porque tan importante es leer como lo es ver televisión, y ambas nos sirven de algo si se les presta la debida atención y se les busca diferentes perspectivas.
Hay que dejar de culpar a cualquier cosa que se nos aparezca de lo que nosotros nos hacemos, dejemos de señalar y de encasillar: Si lee es inteligente, si ve tele es burro. Hay que ser más abiertos para que la caja estúpida no nos consuma y se vuelva nuestra amiga y compañera. Platícalo con tus hijos, ¿qué programas ven, que han aprendido de ellos?