Enseña a tus hijos a autogestionar su tiempo
Nuestros hijos son capaces de autodeterminarse y organizar sus tiempos para armonizar su vida. Veamos herramientas que nos ayudarán a lograrlo.
Marilú Ochoa Méndez
Hace quince minutos que les di a mis hijos cinco minutos para recoger su cuarto, porque iba a barrer. Pero estoy atorada con una llamada del trabajo, y no he podido supervisar la actividad, así que ahora, parece que no dije nada, y me siento frustrada. ¿Te ha pasado algo así alguna vez?
Cuando mamá o papá son los únicos responsables de organizar y dar seguimiento a las actividades del día en la familia, la situación puede volverse un poco caótica. .
Es que mamá y papá -como desean que las cosas se hagan- se colocan como los gestores y supervisores de los horarios en casa, y esto puede desembocar en desorden, porque siempre hay temas urgentes que nos distraen.
La solución: ¡hazlo tú, hijo!
La oportunidad de que nuestros hijos autogestionen su tiempo, trae consigo grandes beneficios familiares, pero principalmente, un potencial de crecimiento bellísimo para nuestros pequeños.
En primer lugar, porque nos obliga a poner en común lo que es preciso hacer para lograr armonía, efectividad y crecimiento en familia. Como buscamos que nuestros hijos sean los que se autodeterminen, debe quedarles claro el destino hacia el que se mueven, y la vía para acceder allá.
Posteriormente, los invitamos a hacerse responsables de lo que realizan, a pensar en qué emplean su tiempo, cómo lo invierten, y en mirar si ese camino los llevará hacia donde desean, invitándolos a replantearse las veces necesarias cómo vivir su día a día.
Suena genial, ¿cierto? Veamos formas de implementar esta dinámica en casa.
1 Establece tus prioridades y guía sus sueños
Será conveniente primero que papá y mamá se den oportunidad de pensar hacia dónde desean caminar e impulsar su familia.
¿Qué valores son prioritarios para ustedes?, ¿qué acciones es importante que sus hijos aprendan a realizar solos?, ¿qué cosas harán papá y mamá?.
Una vez que estén de acuerdo, dense la oportunidad de generar una reunión linda que incluya botana, alimentos que le gusten a sus hijos, e invitarlos a soñar qué desean para sí mismos.
Pueden contarles un poco sobre el valor de los hábitos saludables, de la lucha por sus sueños. De la mano de esta dinámica será genial anotar los sueños de cada uno, sobre la familia, y sobre su propia vida.
2 Papá, mamá, ¿crees en tus hijos?
Aquí es cuando viene una de las partes difíciles: creer en ellos, y darles la oportunidad de crecer, aprendiendo de sus errores y asumiendo las consecuencias de sus actos.
Porque cuando te quedas horas y horas acostado mirando la pantalla de tu teléfono inteligente, no te queda más remedio que correr para atender tus otros pendientes, y de esta manera -como adulto- sopesas cuánto tiempo puedes “perder” antes de cumplir con lo necesario.
Será muy valioso que permitas que tus hijos experimenten también estas consecuencias: no terminar a tiempo el aseo de casa, o las tareas, deja para ellos menos tiempo de videojuegos, o acorta el cuento nocturno.
3 ¿Qué beneficios tengo yo al hacer esto?
Es muy importante, al planear, determinar qué sucederá si se cumple con lo necesario, y qué si no se cumple.
Además de las consecuencias naturales, como el tiempo, que al ser un recurso limitado exige nuestra previsión y aprovechamiento, será bueno determinar por ejemplo: “las cinco cosas que debes hacer diario antes de tener tiempo libre”, o “los indispensables antes de dormir”.
Lo indicado arriba ayudará en gran medida a que nuestros hijos lleven una dinámica rica en orden y secuencias que les darán seguridad y los harán adueñarse de su tiempo y deseos.
4 Estar atentos a posibles complicaciones
Realizar cambios en la dinámica familiar nos permitirá crecer siempre, pues enfrentaremos nuevas situaciones y obstáculos. Uno de los primeros que podemos enfrentar, es conseguir una comprensión cabal en nuestros pequeños sobre el tiempo, que es algo tan difuso a veces.
Cuando juegan, el tiempo vuela y pasan las horas sin sentirlas, pero cuando deben esperar su turno, por ejemplo, los segundos o minutos les parecen una eternidad.
Es entonces donde entraremos para hacer de lo abstracto del tiempo, algo que les ayude a comprender mejor. Para ello, te sugerimos:
Hallar una unidad de tiempo familiar que les sirva como base
Puede ser la duración de un programa de televisión que se vea en casa, o la distancia que se hace caminando a la tienda, o el tiempo que tardamos en pasear al perro. Lo ideal es que sea una actividad que realicen con frecuencia nuestros niños, y que -al emplearla como unidad- les ayude a comprender la duración de las actividades.
Utilizar cronómetros, relojes de arena o temporizadores. Lograr esto les ayudará a nuestros hijos a dimensionar horas, minutos o segundos. Cada uno tiene ventajas y desventajas. Habría que ver en casa, dependiendo de las actividades a realizar por los chicos, cuál acomoda mejor a tu dinámica.
Es probable que sea necesario ajustar criterios ¡genial! Hacerlo generará una reflexión en familia para lograr la eficiencia en el manejo del tiempo.
Te comparto algunas ideas útiles
Reloj hecho por ti misma, para que tus pequeños aprendan visualmente a autogestionar su tiempo. Disponible aquí.
Realizar una tabla de labores por niño que se encuentre a su alcance, donde ellos puedan mirar su progreso y marcar sus tareas realizadas. Te coloco una opción que puede comprarse en línea.
Para generar rutinas y motivar a tus hijos, ¡utiliza canciones! Existen varias opciones en redes sociales como YouTube que te ayudarán a supervisar, promover y motivar el cumplimiento de las tareas asignadas. Acá te coloco un ejemplo.
Por último, ten paciencia
Recuerda los objetivos familiares que plantearon papá y mamá para promover una mejor y más ordenada vida familiar. Ten paciencia contigo, con tu pareja y con tus pequeños en lo que se instala este comportamiento en casa.
Bien vale la pena el posible desgaste, pues la autogestión del tiempo, aportará un cambio importante para todos. ¡Ánimo! Déjanos saber cómo te va.
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Marilú Ochoa Méndez
Enamorada de la familia como espacio de crecimiento humano, maestra apasionada, orgullosa esposa, y madre de siete niños que alegran sus días. Ama leer, la buena música, y escribir, para compartir sus luchas y aprendizajes y crecer contigo.
