Enseñarle a tus hijos a tener una sana autoestima es también una lección para el mundo
Cuando enseñas a tus hijos a amarse a sí mismos, le estás enseñando a amar y a respetar a los demás.
Erika Patricia Otero
“Debes amarte tal como eres”, esas básicamente fueron las palabras que la cantante estadounidense Pink dijo a su hija.
Un día, cuando su pequeña tenía 6 años, y la llevaba al colegio, la niña le dijo que se sentía fea porque parecía un niño con cabello largo. Una apreciación de ese tipo no surge de la nada, alguien se había atrevido a ofenderla, y la hizo sentir mal.
Cómo cualquier madre, Alecia (nombre real de Pink) quiso saber cómo hacer que su niña se sintiera feliz de ser quien era sin importar su aspecto; y lo logró hablando francamente con ella.
Alecia fue práctica, hizo una presentación de PowerPoint para la pequeña. En ella había fotografías de varios artistas que para ella eran exponentes de personas que habían sido fieles a sí mismos; personas a las que poco les importó que el mundo las juzgara por cómo lucían; seguían siendo ellos mismos.
Además, le enseñó a su niña que personas como ella ayudaban a las demás a aceptar diferentes tipos de belleza.
Pero no se limitó a mostrarle a otras personas, y se puso como ejemplo a ella misma. Para quienes somos fanáticos de esta gran artista, sabemos que es dueña de un look que poco cambió con el tiempo. Además, las canciones que interpreta son una extensión de su sentir, de su carácter, forma de pensar y de afrontar la vida.
Cuando le preguntó a su hijita sobre cómo la percibía, la niña le dijo:“eres hermosa”, “y esa es justamente la forma en la que quiero que te sientas, hermosa por mantener tu esencia”, fue lo que le respondió su madre.
Enseñar a los hijos a amarse a sí mismos
Seamos francos, todos en algún momento fuimos niños y sabemos de sobra que a veces se puede llegar a ser muy cruel. Los niños no lo hacen con mala intención; a veces ellos solo proyectan lo que aprenden en su casa y no dan más que lo que sus padres les enseñan.
Es por eso que hay que cuidar lo que enseñas, dices y cómo los tratas a tus hijos, y principalmente a tu cónyuge, porque los niños aprenden observando y a través del ejemplo que tú les das.
Esa es solo una manera de enseñar a tu hijo amor propio, cuando le enseñas a amar y a respetar al prójimo. No se puede amar a nadie, si uno no aprende a amarse a sí mismo antes.
Otra manera de lograrlo es tratándote bien a ti mismo. Ya señalé que los niños aprenden sobre cómo tratar a los demás en casa; pues bien, sé benevolente contigo mismo y tu hijo cuidará de su persona de manera efectiva.
¿Cómo?, simple: cuida que tu aspecto sea siempre limpio, que seas sana y te alimentes bien. Cuida además el trato que recibes de los demás, tu hogar y la manera en la que educas a tus pequeños. Así, tu hijo solo aprenderá de ti cosas buenas que aplicará en su trato con los demás.
La importancia de enseñar a tu hijo a tener buena autoestima
Te preguntarás por qué se hace tanto énfasis en enseñar a los niños a amarse y respetarse. Cuando a un niño se le enseña amor propio, se le está garantizando el éxito en las cosas que desee emprender en la vida.
Una persona con buena autoestima cree en sus capacidades, es seguro de sí mismo y sabe relacionarse de manera sana con los demás, no abusa y no se deja abusar.
Añadido a lo anterior, una persona con una buena autoestima no critica a los demás y cuando le piden su opinión sabe darla de manera franca y sin ofender. Suele tener también una actitud positiva ante la vida y sabe lidiar con los problemas y obstáculos que se le ponen en el camino.
Como puedes ver, ayudar a tu hijo a que desarrolle una buena autoestima le da más cosas a ganar que si creciera rodeado de críticas constantes, malos ratos y viendo cómo en su casa las personas se maltratan. Con esto en mente, ya tienes claro de dónde vienen los niños que hacen bullying.
Tener una alta autoestima no es igual a tener una autoestima inflada
Hay que tener cuidado con esto. Cuando una persona siente que puede imponerse ante los demás, exigir cosas como si fuera su derecho, quiere tener la razón ante todo, eso no es señal de una autoestima sana. Esa actitud que aparenta alta autoestima no es más que el disfraz menos eficaz que puede usar un ser humano con baja autoestima.
Lo que muchas personas que carecen de un amor propio adecuado hacen es tratar de inflar su amor propio por medio de un trato poco digno a los demás. Eso recibe el nombre de autoestima inflada.
Lo que ocurre con una persona que asume esa actitud, es que pronto quienes lo quieren y aprecian se cansan de su trato y se queda solo. Nadie soporta ese tipo de trato por mucho tiempo.
¿Cómo puedes ayudar a tu hijo a desarrollar una buena y sana autoestima?
No es tan difícil como parece. Es más, este ejercicio puedes aplicarlo en ti, pues nunca es tarde para darse un buen automasaje en el corazón y demostrarte a ti mismo que vales lo que pesas en oro.
Primero
Enséñale a bañarse y vestirse de manera propia a su edad. Hacerlo le ayuda al niño a concientizarse de su cuerpo y persona.
Segundo
Cuando escuches que se dice cosas tipo “¡qué tonto soy!”, “soy un fracasado”, “me siento feo”, no se lo permitas. Debes corregir la forma en la que se habla a sí mismo ya que solo se hace daño. Pregúntale por qué razón cree que es así y hazle ver que está equivocado, y que si bien no es malo sentirse así de vez en cuando, esa sensación de fracaso o fealdad no determina en realidad el tipo de niño que es.
Tercero
Exprésale todo tu afecto, abrazalo de manera constante, incentívalo para que te ayude a hacer cosas en casa o indúcelo a que explore las cosas que le gustan y a que aprenda muchas más.
Cuarto
Ayudalo a tener muchos amigos de su edad, a que juegue con ellos siempre bajo tu supervisión. Enséñale a disculparse con sus amiguitos cuando cometa un error o sepa que ofendió a uno de ellos.
Quinto
Relaciónate sanamente con tu pareja, con tus familiares, amigos y vecinos. Tu hijo ve el trato que tienes con los demás y de esa manera aprende a tratar a quienes le rodean.
Ten presente que en estos consejos no hay un orden de importancia. Es vital que trates de ponerlos todos en práctica y que alejes a tu hijo de los ambientes poco sanos y de las personas tóxicas; así estarás forjando en tu hijo una vida feliz.