Entrena a tu perro para que juegue con tu hijo de forma segura
Si tienes un perro en casa o estás por tenerlo, necesitas cuidar la seguridad de tu hijo
Fernanda Gonzalez Casafús
Si estás por traer un perro a casa, o si ya tienes perro y tú y tu pareja están por convertirse en padres, es imprescindible tomar las medidas de seguridad correspondientes para que la convivencia en el hogar sea lo más pacífica posible, y sobre todo para que no haya contratiempos.
Los perros forman partes de muchas familias, y en algunas, son un hijo más. No es para menos, se hacen querer y son los animales más fieles que hay. Sin embargo, cuando un bebé llega a casa es necesario que el perro se habitúe y se le enseñen hábitos para que su comportamiento sea seguro a la hora de jugar y convivir con un niño.
En casa tenemos un perro de raza Cane Corso, también llamado Mastín Italiano. Es un perro de gran porte y musculatura, y aunque tiene un noble carácter y se lleva bien con mis hijos, debo decir que tengo que cuidar la forma en la que Polo (así es su nombre) se comporta con nuestro hijos, pues más de una vez en sus juegos de cachorro los ha tirado al piso. Él apenas tiene un año y medio, y también le encanta jugar y saltar cuando mis hijos salen al patio, y cuando comienza a hacerlo debo frenarlo ya que sus patas son bastante pesadas y grandes. También, tiene la costumbre de venir a saludar con un gran lengüetazo, por lo que cuando vienen amigos con niños a casa, penosamente debo atarlo para tranquilidad y seguridad de todos.
Cuándo incorporar un cachorro a casa
De acuerdo a Fatherly, Brian Kilcommons es un entrenador de perros de renombre mundial y autor de Childproofing Your Dog: una guía completa para preparar tu perro para los niños en su vida. El autor ha pasado más de tres décadas ayudando a los padres a entrenar a sus perros para que jueguen bien con bebés y niños pequeños.
Muchas personas piensan que es una excelente idea traer un cachorro a casa cuando se tiene un bebé, para que crezcan juntos y se conozcan bien desde pequeños. Si bien es cierto que es hermoso criar a nuestro hijo junto a un perrito, lo cierto es que hay que detenerse a pensar y reflexionar acerca de esa posibilidad, ya que el trabajo será doble: criar el bebé y criar el perro; y no todas las parejas están en condiciones de tener el tiempo suficiente para hacer ambas cosas bien.
“La gente no se da cuenta, están trayendo a otro bebé a la casa”, dice el entrenador. Si los padres están decididos a traer un perro a su familia, él recomienda que esperen hasta que su hijo menor tenga al menos cinco años antes de tener un perro, e incluso entonces deben reconocer el impacto que tendrá en sus rutinas diarias. Al menos, si los niños son mayores, pueden ayudar a alimentar, pasear y entrenar al cachorro.
Consejos para una amistad canina
El entrenador recomienda que, si se quiere lograr una óptima relación entre el amigo de cuadrúpedo y el bebé o niño de la casa, se deben seguir una serie de consejos.
1. Comienza el entrenamiento
Antes de que llegue el bebé a casa, puedes comenzar a entrenar tu perro con lo que se llama un entrenamiento de comando (también puedes iniciarlo cuando traes a tu perro a casa y ya tienes hijos). El perro tiene que obedecer a órdenes básicas como toma, suelta, dame, sentado, etc. Ésto no sólo ayuda a la comunicación, sino a establecer quién es el que manda, pues de esa forma el perro aprenderá a obedecer y acatar órdenes. Cuando a mi perro le enseñamos a que quede sentado, fue mucho más fácil para mis hijos de 5 y 3 años darle de comer. Ellos le dicen “sentado” y el perro ya no se abalanza sobre ellos en busca de la comida, como antes sucedía. Si el entrenamiento no puedes hacerlo por tí mismo, te recomiendo que consigas a alguien especializado en entrenamiento de perros (yo lo hice, y me fue fenomenal).
2. Expone a tu perro a los niños
Muchos perros pueden sentirse abrumados ante la presencia de los niños, pues éstos son ruidosos, impredecibles y hasta tienen un olor diferente a los adultos. Por lo tanto, un paso fundamental en la protección infantil cuando hay un perro, es simplemente exponerlo a los niños: jugar, reír, llorar, hasta que el can se sienta cómodo al estar cerca de ellos. Puedes comenzar invitando a personas con niños a tu casa para ver cómo se comporta, si huye, si se muestra receloso, o se muestra amigable. Luego, puedes llevarlo cada día a los parques donde hay niños, de esa forma se habituará gradualmente a la presencia de los pequeños. El entrenador advierte y aconseja que los propietarios deben tener el control durante cada interacción, corregir el mal comportamiento (sobreexcitación, ladrar) y recompensar el bien.
3. No interrumpas su horario
Si durante años tu perro salió a caminar a la misma hora y comió a la misma hora todos los días, no debes interrumpir esa rutina ante la llegada de tu hijo. El perro notará el cambio y lo adjudicará a la llegada del nuevo miembro. A los les gusta la rutina diaria, trata de no romper con ella para garantizar el buen comportamiento de tu mascota.
4. Enséñale a tu hijo cómo debe comportarse
A los perros no les gusta demasiado que los niños los molesten. Una cosa es un bebé que acaricia y se sienta a jugar al lado de su perro, y otra muy distinta es el niño que tira de las orejas o de la cola de su perro y los padres no le dicen nada. Enseñar a los niños acerca del buen comportamiento con su mascota hará que la relación sea más pacífica y respetuosa (y menos peligrosa).
5. Nunca los dejes a solas
Aunque tu perro sea el más bueno del mundo, sigue siendo un perro. Para el experto en entrenamiento canino, simplemente no se puede predecir cómo se comportará un bebé, un niño pequeño o un perro, por lo que los accidentes son siempre una posibilidad.
6. Advierte las señales
Si adviertes que el perro gruñe, o muestra los dientes, o tiene comportamientos extraños, es momento de pedir ayuda, pues la seguridad de tu hijo puede estar en peligro. Todos los perros pueden ser aptos para estar cerca de niños si tienen un correcto entrenamiento. Pide asesoramiento a expertos a tiempo, y no te arrepentirás.
Es maravilloso que nuestros hijos se críen junto a nuestras mascotas, es por ello que como padres debemos tomar todos los recaudos necesarios para que no haya ningún sobresalto y la relación fraternal entre la mascota y los miembros de la familia sea tan leal como duradera.