Envejecer con estilo: algunos consejos para lograrlo

A muchas personas no les agrada hablar de la vejez y de las implicaciones que conlleva. Este aspecto de vida como en muchos otros, requiere de preparación. La diaria y difícil tarea de aprender a envejecer para no ser un viejito amargado.

Emma E. Sánchez

Hace algunas generaciones a una persona de 60 años se le consideraba “viejo” o “anciano”, dado su deterioro físico y mental; esto ha cambiado considerablemente. Hoy es posible ver personas de 60 o 65 años trabajando, viajando y llevando una vida productiva y feliz, lo que nos habla que nuestra esperanza de vida ha aumentado y con ello la necesidad de prepararnos para vivir esta última etapa de la mejor manera. La diaria y difícil tarea de aprender a envejecer para no ser un viejito amargado.

La investigación médica y biológica dice que poniendo en práctica en nuestra vida las siguientes sugerencias hoy haremos una enorme diferencia en la calidad de vida que tengamos en la vejez:

Duerme en lugares cómodos y procura que no haya luz

Dormir cómodo y a oscuras ayudará a producir y aprovechar la melatonina que tu cuerpo produce; es la hormona encargada de regular muchos procesos celulares, neuroendocrinos y neurofisiológicos vitales para la regeneración y conservación de nuestro cuerpo. La producción de esta hormona baja considerablemente en los cincuentas y desaparece en los ochentas. Actualmente contamos con melatonina sintética, que se obtiene de algunos animales, pero requiere prescripción médica.

Come menos

Está comprobado que cuando abusamos de nuestro organismo las consecuencias no solo se manifiestan en sobrepeso, sino también en un envejecimiento prematuro. Incluye en tu ingesta diaria las vitaminas C y E, consideradas como auxiliares en el anti-envejecimiento de la piel y regeneración de órganos.

Ingiere antioxidantes

La teoría de que por el simple hecho de respirar oxígeno nos “oxidamos” y, por lo tanto, envejecemos, es real. Muchas fuentes médicas recomiendan incluir en nuestra dieta diaria alimentos como: aguacate, brócoli, zanahorias, cítricos, ajo, uvas y espinacas.

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Buscar vivir con menos tensiones o preocupaciones

Todos lo sabemos, andar preocupado y con la angustia diaria no deja nada bueno. Permíteme decir que al estresarnos liberamos mayor cantidad de “radicales libres” y eso, químicamente, destruye nuestros órganos. Si tienes muchos pendientes en tu vida, es mejor que los vayas eliminando o tus metas de envejecer se verán cumplidas antes de tiempo, y eso no te va a gustar. Cuando hablamos de prolongar la vida, es para vivirla, para disfrutarla, para ayudar y servir a los que nos rodean, para ver crecer a nuestros nietos y para lograr nuestros sueños, no para sufrirlas. Te sugiero que hagas una lista de las cosas que te angustian, que te quitan el sueño y trabaja en ellas, una a la vez. Ve a la cama a dormir, a descansar y a soñar.

Actividad física

Nada que te agote, pero es definitivo que necesitas moverte, estar activo. Tu mente y tu cuerpo lo reclaman. Busca una actividad física que puedas realizar, por lo menos, de lunes a viernes, con treinta minutos serán suficientes. Si caminas con ánimo y energía tu cuerpo cada día se sentirá y verá mejor. Un matrimonio de bisabuelos, mayores de 85 años, todos los días, antes de desayunar, hacían ejercicio: posturas de yoga, saltos con la cuerda, bicicleta fija y repeticiones con pesas, y a lo largo del día largas y gratas caminatas. ¡Eso es hacer ejercicio!

Mantén activo el cerebro

Estudia, lee, cambia la ruta de regreso a casa, haz algo nuevo, viaja, come y escribe con la mano contraria a la que siempre usas, báñate y anda por la casa con los ojos cerrados, resuelve crucigramas, proponte un nuevo desafío, inventa, aprende a tocar un instrumento; todo esto mantendrá activa y atenta a tu mente, alejará las enfermedades degenerativas del cerebro y tu actitud mejorará.

Fortalece o crea vínculos fuertes con familiares y amigos

¿Para qué quisiéramos vivir más tiempo si hemos de estar solos? Tener lazos fuertes con otras personas nos da sentido de pertenencia, una razón de existir y motivos para continuar en momentos difíciles. Trabaja desde hoy en recuperar viejas amistades, visita a tus parientes y amigos; en aprender a decir adiós a tus hijos y en acrecentar y mejorar la relación con tu pareja, quien será de las pocas personas que tendrán el privilegio de acompañarte por más tiempo en esta jornada.

Independencia y libertad económicas

Estoy segura de que tu idea es hacer lo necesario para mantenerte independiente y no llegar a ser una carga para tus hijos o cualquier otra persona cuando seas mayor, y eso es muy bueno. Infórmate sobre los planes de retiro, pensiones y seguros, ahorra una pequeña cantidad con regularidad; aquí la constancia es fundamental y vive de manera frugal.

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Ámate

Tú serás tu única compañía segura, que nunca te abandonará. Perdónate y perdona. Sirve a otros y busca hacer la vida agradable de quienes te rodean, tal vez ellos sean los que cuiden de ti cuando las fuerzas te hayan abandonado. Ríe mucho y diariamente, no te conviertas en un “viejito amargado”, de los que nadie quiere tener en casa; más bien, busca convertirte en alguien con quien todos quieran pasar el tiempo y llevarte a su casa. Sé útil para otros, gánate el amor sincero, haz de la misericordia tu bandera, pues todos dependeremos de la misericordia de otros al final de nuestros días.

Decide y permítete envejecer llegado el momento

Tu actitud al enfrentar la vejez es clave. Prepara a tu familia para vivir con un adulto mayor, cuida de tus ancianos con amor y afecto, no te quejes de ellos y ayuda a tus hijos a que lo hagan por sus abuelos o en servicio en los asilos.

Te deseo una larga y muy feliz vida, ahora tú decide que así sea.

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Emma E. Sánchez

Pedagoga y Terapista familiar y de pareja. Casada y madre de tres hijas adultas. Enamorada de la Educación y la Literatura. Escribir sobre los temas familiares para ayudar a otros es mi mejor experiencia de vida.