¿Eres un buen hijo?
Érase un hombre que amaba a su hijo más que a la vida. Érase un niño que amaba a su padre más que a la muerte. Orson Scott Card
Yordy Giraldo
Mamá es la mejor, papá es el mejor, pero ¿qué tal eres tú como hijo?
Por lo general nos enfocamos en todo lo que una madre o padre hace por sus hijos, pero rara vez hablamos de lo que nosotros como hijos debemos hacer por nuestros padres. Es cierto que ni tú ni yo pedimos nacer, y que es responsabilidad de los padres esa vida que trajeron al mundo, al menos hasta que crecemos, es lo justo. Pero eso no quiere decir que no debas ser recíproco con quienes te dieron la vida, especialmente cuando ellos lo necesitan.
No son pocos los hijos que se comportan como si les hicieran el favor a los padres de permitirles atenderles y satisfacer sus necesidades y caprichos. Son niños, jóvenes e incluso adultos que ven a sus padres como sus súbditos y que encima de todo, se atreven a violentarlos cuando estos no hacen lo que el “hijito” quiere.
Existen casos donde la violencia es producto de trastornos psicológicos, pero muchos otros son solo el resultado de una educación donde la falta de autoridad, límites y donde hay una formación carente de valores, además de una atención inadecuada. Todas estas son detonantes para este tipo de comportamiento.
Hijos que aprenden a manipular la voluntad parental, y padres que creen que para ser buenos padres han de ser permisivos
Hace unos días en una red social veía un dibujo donde se apreciaba una madre e hijo en un cuarto lleno de juguetes, la madre le decía desesperada: “Pero si tienes todo, ¿qué más te puedo dar?”. A lo que la otra figura contestaba: “¡Reglas!”.
Los padres tienen la excusa del exceso de amor, una idea distorsionada de lo que son las muestras de cariño, del sentimiento de culpa porque deben pasar la mayor parte del tiempo alejados de la familia; pero tú como hijo que ves a tu padre o madre intentar por todos sus medios de hacerte saber que te ama y le importas, ¿qué excusa tienes?
Ahora que ya eres adulto, responsable de tus actos, que has visto que la vida no se trata solo de ti, que todos cometemos errores y que eres capaz de apreciar lo que tus padres hicieron; ¿no te parece que es justo y necesario que les retribuyas tratándolos con consideración y respeto?
Lo que todo hijo que ama a sus padres debe hacer
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Respeta sus opiniones. Está bien que expongas tus puntos de vista, pero jamás faltándoles el respeto. Que tengan opiniones diferentes no tiene por qué convertirse en agresión.
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Presta atención a sus palabras. Muchas veces en el afán de demostrar que crecimos, nos ponemos impertinentes e irrespetuosos y no les permitimos siquiera que terminen sus ideas.
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Libérate de los malos recuerdos. Es muy seguro que tus padres hayan cometido errores a lo largo de los años, que incluso en ocasiones hayan sido injustos contigo, sin embargo, si no eres capaz de perdonar y ver más allá del resentimiento, solo lograrás complicar las cosas.
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Demuéstrales tu amor. Ya sea con palabras, con gestos, con tu compañía, con tu tiempo, al final esas son las muestras de cariño más valiosas.
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No los dejes en el olvido. Procura llamarlos, escucha pacientemente sus historias y permíteles saber de tu vida.
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Ayúdalos, bien sea llevándolos a sus citas médicas, sus reuniones, preocupándote porque en el refrigerador siempre tengan algo para comer, que cuenten con servicios, estando pendiente de su estado de salud.
Los padres tienen ante sí una enorme lista de obligaciones para cumplir, tú como hijo con amarlos y honrarlos, la mayoría de las veces, es suficiente. Pero ¿lo haces?
