¿Es posible cambiar?
Esta nota contiene sencillas formas de iniciar un cambio positivo en nuestras vidas.
Diana Cantor Martinez
No existe mayor desafío que cambiar algún aspecto de nuestra vida: volverte una persona confiable, aprender a ser perseverante, dejar de mentir, abandonar para siempre la dependencia al alcohol o las drogas, hacerte cargo de tu propia vida, aprender a amar de una manera más sana; en fin, son tantos los aspectos de nuestra personalidad sobre los cuales pareciera que no tenemos dominio, al tiempo que se muestran inamovibles.
En este punto te preguntarás, ¿es posible cambiar? Como psicóloga puedo decirte que no será fácil. Las diferentes teorías de la personalidad coinciden en que esta se forma en la niñez y es afectada por diferentes componentes de tipos ambiental y social; con esto quiero decir que se trata de romper esquemas mentales y patrones de comportamiento arraigados, y eso es complejo, mas no imposible. Lee en este artículo cómo lograrlo:
“Una parte importante de la curación consiste en querer ser curado”.
Esta frase del gran pensador y filósofo romano Séneca, describe con claridad el inicio de un proceso de cambio; comprender que algún aspecto de nuestra vida nos limita y no nos deja ser, y luego dar el primer paso para cambiar: “Querer hacerlo”. Dirás, ¿por dónde empiezo? Sin duda alguna debes buscar ayuda, ya sea adquirir un libro al respecto, ver videos relacionados con el aspecto que necesitas superar, acudir a una terapia o a un grupo de ayuda. Debes evaluar qué tan preparado te sientes para enfrentar tú solo este cambio, y en esa medida empezar a actuar.
Desechar las viejas creencias
Al iniciar un proceso de cambio o cuando se intenta desarraigar algún comportamiento que te ha acompañado por años, tendrás que enfrentarte a tu sistema de creencias. El escritor colombiano Ricardo Maya Correa, en su libro Juega para ti, lo describe de la siguiente manera: “Cuando tratamos de introducir más líquido en un vaso que ya está lleno notamos que inevitablemente éste se riega; así mismo es imposible introducir en nuestro cerebro una nueva visión del mundo y una nueva concepción de nosotros mismos mientras no retiremos de él y previamente la gran cantidad de falsas creencias y de conceptos distorsionados que hemos acumulado como ‘verdades’ en nuestra cabeza, y tantos hábitos de pequeñez, de estrechez, de bajeza y de miedo que constituyen nuestra manera de ser y nuestra valía”.
En otras palabras, necesitarás desaprender lo que has aprendido a través de tu vida: “Que no puedes”, “Que no tienes dinero”, “Que no eres atractiva”, “Que nadie te ama”, “Que estás solo”, “Que no eres digno ni merecedor de amor”, “Que necesitas de esto o aquello para ser feliz”, etcétera; para Maya Correa, “desaprender significa desarraigar de nosotros, sacar de nuestro yo interior hacia afuera todo aquello que nos limita, que nos impide el avance, que nos niega nuestra propia posibilidad, que estorba nuestro deseo, nuestra decisión, nuestra voluntad para ejercitar nuestra libertad y diseñar con autonomía y con individualidad el camino que queremos recorrer en este mundo”.
¿Y cómo cambiar esas creencias?, ¿cómo desaprender? Suena ilógico, pero deberás hacerlo en la misma forma en que las aprendiste, y del modo en el que lo hacen los niños: explorando, buscando, reemplazando las viejas formas de pensar por nuevas ideas y ser consistente con ese proceso. Una técnica muy interesante es tomar lápiz y papel, dividir con una línea la hoja de manera que queden dos columnas, y en una de ellas escribir todas esas creencias que tienes; una vez que termines vas a colocar una afirmación positiva frente a esa creencia, por ejemplo: “Nunca puedo terminar lo que empiezo” / “Siempre que me propongo una meta persevero hasta alcanzarla”. Enseguida deberás doblar el papel y quedarte solo con las afirmaciones positivas; pégalo en tu espejo, en tu escritorio o en un sitio donde puedas verlo, y léelo siempre que te sea posible.
Establece metas cortas
Un cambio requiere tiempo, porque es un proceso; de la noche a la mañana es seguro que no lo lograrás. Aunque aclaro que cuando se trata de superar conductas, como adicciones al alcohol, a las drogas u otras, éstas sí deben ser suspendidas de raíz, pero otros comportamientos admiten pequeños avances; por ejemplo, si quieres volverte una persona más afectuosa, capaz de expresar más abiertamente tus sentimientos, empieza poco a poco, prueba a ir dando muestras de afecto, convéncete de que puedes y que nadie te juzgará por ello.
Convierte tu necesidad de cambio en una prioridad
Quizás te ayude una rápida evaluación sobre qué tanto te está afectando ese aspecto que se ha vuelto inmanejable; recuerda, si no le das la importancia necesaria no obtendrás verdaderos resultados.
Para realizar un cambio en tu vida requieres, más que nada, ser sincero contigo mismo, dejar de engañarte y de excusarte; conviértete en la persona que siempre has querido ser. Cualquier cambio que emprendas encomiéndalo al Creador, cree en ti, porque cambiar y ser diferente es posible. Lee este otro interesante artículo que te ayudará en tus propósitos de cambio ¿Te sale todo mal? Cambiar de actitud te pone en otra sintonía.