Escoge tu ángel guardián y luego cuida de él
La carta que le escribió el futbolista Gerard Piqué, a su compañero Carles Puyol de cara al retiro de este último.
Arturo Leonardo
Antes de leer esta entrega, date una pausa, respira profundo, voltea a tu alrededor, revisa las fotos de tu celular, la charla que tienes abierta en Facebook. ¿Estás platicando con algún amigo? De ser así, ¿ya le dijiste hoy lo importante que es para ti?
Mis amigos son las personas más interesantes que he conocido, no por nada dicen que “un amigo es la familia que uno elige”. Mis amigos me han dado buenos consejos y malos ejemplos, y viceversa. Todo ello me ha hecho crecer, y no únicamente a los lados, porque vaya que para comer estamos a la orden. Un amigo te escucha, regaña, comprende y comparte lo mejor de ti; te alienta en las mejores batallas y te levanta en las dolorosas derrotas.
Hace unas semanas se dio una situación muy emotiva en el futbol mundial: Carles Puyol, el capitán del equipo Barcelona, de España, anunció que debido a las lesiones que tiene, ya no seguirá con el equipo de sus amores. Puyol tiene una historia de éxitos en sus 19 años con el Barcelona, aprendizajes constantes y honores propios de un ser humano completo. Como aquella ocasión en la que él, siendo el capitán (y quien por derecho absoluto es el primero que tiene que levantar un trofeo de campeonato) le permitió a Eric Abidal, quien recién venía de curarse de cáncer, tomar uno de los trofeos más importantes del mundo del futbol: el de la Champions League.
Los compañeros de Puyol no podían creer lo que escucharon: su líder moral por tantos años, decía adiós. Entonces, Gerard Piqué le dedicó una carta titulada Mi ángel de la guarda. Aquí les comparto la carta:
“Mi ángel de la guarda.
Ha llegado el día. Te vas. A pesar de que es ley de vida, es imposible imaginarme un Barça sin ti. Si miro atrás y recuerdo París o Roma, la primera imagen que me viene a la cabeza eres tú levantando la Copa de Europa. En Wembley le cediste el honor al Abi, detalle que todavía te hace más grande. Mi generación y las que vienen detrás no saben qué es un Barça sin Puyi en la defensa, con el brazalete y el ‘5’ a la espalda. Supongo que ya nada será igual.
Te conocí hace casi 6 años. Tú eras el capitán y emblema del equipo y yo un juvenil que llegaba para comerme el mundo. Desde el primer día tuvimos una gran relación, tanto dentro de como fuera del campo. A tu lado me sentía protegido, sabía que si un día fallaba, tú estarías allí para salvarme. Eres mi ángel de la guarda.
Quiero que sepas que echaré de menos nuestras charlas en el vestuario, tus consejos y sobre todo, tus “broncas” sobre el terreno de juego. Eres único e irrepetible. Me hace mucha gracia cuando hablan de fichar ‘al nuevo Puyol’. Que sigan buscando, porque nunca lo encontrarán.
Gracias por todo, Puyi.”
Piqué reconoce a quien lo cuidó y enseñó su oficio. Una despedida muy emotiva pero, más que eso, es una dedicatoria a quien considera su amigo y guardaespaldas. Respira nuevamente, revisa otra vez tu celular, tu charla en Facebook, las actividades que tengas mañana. Entre todo ello, ¿tienes planeado dedicarle unas palabras a tu mejor amigo?
Nunca hay que esperar al último momento, porque la vida te lo presentó para algo, y ese algo es ahora: una palmada, un agradecimiento, un aplauso para el amigo que hoy te mantiene con ánimos de continuar por el camino, sin perder el objetivo.
Dedicado a mis ángeles guardianes que me acaban de acompañar en uno de los momentos más importantes de mi vida…