Estar con alguien mayor y ser feliz es posible, pero debes ser consciente de esto
Si estás viviendo un amor transgeneracional, ¡disfrútalo! Pero no está de más que consideres estas cosas.
Yordy Giraldo
Las frutas más apetitosas son las que ya están maduras, y es que aquellas que han estado lo suficiente en el árbol han desarrollado todo su potencial, han afianzado su sabor y han llegado a ese punto en que están en el momento exacto para ser comidas. Y es precisamente ese -para mí- el secreto de por qué a las mujeres (y también a los hombres) nos resultan atractivas las relaciones con personas que nos superan en años y experiencias.
No faltan los que alegan que el verdadero embrujo está en situaciones no resueltas, como la falta de la imagen de una persona mayor y de autoridad en nuestras vidas, lo que nos lleva a buscar en nuestras parejas lo que debimos y no tuvimos en nuestros hogares familiares. Sin embargo, ¿no es siempre así? Buscamos en el amor las respuestas.
Lo que debes saber sobre estar con alguien de más edad
Sea cual sea el caso, en los hombres es bien visto tengan años de más; las mujeres, sin embargo, no hemos tenido la misma suerte: nos sigue causando vergüenza y temor ser más viejas. Aunque, dicho sea de paso, van en aumento las que han comenzado a quitarse de la pena y disfrutar del amor sin pensar en su fecha de caducidad. Sin embargo, si estás en una relación con alguien mayor que tú, aquí hay algunas cosas que debes considerar:
1. La diferencia en los intereses es generacional
Y no me refiero únicamente a reírnos de chistes distintos, hablo de que el tipo de educación y valores que se manejan tienen pocas o ninguna coincidencia. El problema con esto es que, como novedad, la relación es excelente, pero pasado el tiempo -dicen algunos que a lo más, son cinco años- la falta de puntos en común acaba con todo. Otro tema es la fertilidad y la familia.
2. El pico sexual es a la inversa en hombres y mujeres
Los hombres están en su mejor momento entre los 18 años y hasta poco después de los treinta. Las mujeres, en cambio, aprendemos a sentirnos cómodas en nuestra piel y con nuestra sexualidad más cerca de los cuarenta. Es a partir de entonces que descubrimos o aceptamos que no debemos nada a nadie, más que a nosotras mismas. Eso explica porque los de 20 prefieren a las de 40, al menos durante un tiempo.
3. Las necesidades chocan
Cuando uno está empezando a vivir y a cometer sus propios errores la otra parte de la relación ya va de salida, y lejos de entender que estamos en nuestro derecho de equivocarnos -y que de hecho lo queremos y necesitamos-, procuran llevarnos a quemar etapas. Algo que crea conflictos muchas veces insuperables.
4. La realidad pesa
Cuando la diferencia es muy grande, sucede que la persona de más edad trata de imponer su estilo de vida, lo que conlleva al fracaso de la relación. Pues, que nos guste una persona mayor a nosotros, no quiere decir que queramos envejecer a la velocidad que una relación de este tipo impone.
5. La motivación
Para muchos lo que hace a las personas maduras atractivas para los más jóvenes es su experiencia, personalidad, poder, estabilidad económica y seguridad personal, siendo el atractivo físico lo menos relevante en este tipo de relaciones. Pero, a la larga, nos cuesta identificarnos con ellos, de allí que la esperanza de vida sea corta.
Las reglas están hechas para romperse, y si no, de cualquier manera lo hacemos. Si estás viviendo un amor transgeneracional, ¡disfrútalo! Al final, las historias las escribimos nosotros mismos cada día. Sin embargo, no pierdas de vista dónde han fallado los que han estado antes que tú, ni olvides las palabras de Alejandro Jodorowsky: “la única pareja posible no es la simbiosis de dos egos infantiles, sino la colaboración de dos conciencias libres”.