¿Estás educando a tu hijo para que le sea infiel a su esposa?
Por supuesto, nadie lo hace a propósito, ni de manera consciente. Pero ¿estás seguro que en tu conducta no estás moldeando el carácter de un infiel?
Oscar Pech
Corrígeme si estoy equivocado: antes se nos criaba en función de la sociedad y el matrimonio. Cuando a los niños se nos decía que el hombre tenía que tener las tres F (ser Feo, Fuerte y Formal), se nos estaba preparando para ser buenos proveedores, buenos esposos. Por su parte, a las niñas se les educaba para jugar a ser mamás con sus muñecas, a ser amas de casa al jugar a la comidita. Una mujer joven podía vestirse como sus papás les permitieran, pero se esperaba que al casarse “sentara cabeza”, y empezara a comportarse “como mujer casada”. Y no estoy diciendo que eso fuera bueno o malo: eran convenciones sociales que funcionaban para esa sociedad que fue, y que hoy ya no existe.
El problema al que nos enfrentamos los padres de familia hoy día, es que nuestros hijos están en contacto por demasiado tiempo con Internet, videojuegos, los medios, los cuales les educan para el consumo, la autosatisfacción, la falta de reflexión: la nueva sociedad genera el tipo de ciudadanos que le conviene para subsistir, y los padres debemos competir contra los medios (y los pares de nuetsros hijos) en la educación de éstos.
Y en esa competencia los adultos hemos perdido nuestra autoridad moral (¿te ha pasado que un niño necesitas pasar, le estorbas en su camino y te empuja? ¿Te ha disparado un niño desconocido, en el centro comercial, con su pistola imaginaria? Y no te lanza un disparo: te vacía todo el cargador). Los niños de ahora entienden que son el centro del universo y que la vida está en deuda con ellos por el simple hecho de existir. La pregunta es: ¿Qué en todo esto es lo que los puede hacer infieles en el futuro? A mí se me ocurren cuatro cosas, que te enumero a continuación:
1. Haz que tu hijo no se gane las cosas
Cuando haces eso, tu hijo solo va a pensar solo en recibir, y no en dar. Esto a la larga va a generar en él un esquema de pensamiento, donde sienta que él no tiene ningún compromiso para con nadie que no sea él mismo. Si estás criando un niño que no tiene responsabilidades para con los demás, créemelo, estás formando un monstruo de narcisismo, un niño tirano, caprichoso e indisciplinado.
2. Dale todos los juguetes y objetos que desee
Dicen los educadores que hay un problema cuando un niño no tiene un juguete favorito, porque no desarrolla un sentido de pertenencia. Y un niño no tiene un juguete favorito, o bien cuando tiene muy pocos, o bien cuando tiene demasiados. Cuando cada vez que vas al supermercado le compras un juguete, lo haces consumista, y mucho ojo: en el consumismo, todo es desechable. Sí, incluso su pareja.
3. Evita a toda costa que se aburra
El siglo XXI anhela a la utopía del entretenimiento, y cuando le das a un niño desde que es muy pequeño un chupón electrónico, se acostumbra a que el mundo tiene que ser atractivo; en su mente se arraiga el concepto: “Entretenme, o no sirves”. Cuando un joven siente que la escuela tiene que ser entretenida, o no sirve, después va a creer lo mismo de su empleo, y más adelante, de su matrimonio. No quiero ni imaginarme el mundo cuando los adolescentes de ahora sean adultos: van a chocar contra el muro de la realidad de una manera en verdad dolorosa.
4. Practica el machismo en casa
Hecho: vivimos en una sociedad patriarcal y machista. Los anuncios, los vídeos musicales, mucha de la música popular, nos plantean eso: “El cuerpo de la mujer es una cosa —desechable— que debe agradar al hombre”. “La mujer es un objeto de placer, no un ser humano igual que el hombre” y, mucho menos, una hija de Dios. Ten cuidado, papá, con los programas televisivos, la música, las películas que ves. Ten cuidado con cómo tratas a tu esposa. Ten cuidado, mamá, con cómo tratas y permites que te trate tu esposo: todo eso le muestra a tus hijos e hijas un esquema mental. Como las cosas sean en la casa, tu hijo entenderá que “las cosas son así”: los estereotipos, la violencia de género, la falta de equidad de género.
5. No te preocupes de enseñarle principios morales
Hecho: Los principios morales solo se pueden enseñar de dos maneras: por precepto, y por ejemplo. En la realidad tan complicada de este siglo, todo padre debería preocuparse porque su casa sea un refugio en contra de las ideas decadentes e insanas con que los medios bombardean a tus hijos. Y solo los puedes proteger de esas ideas por tu ejemplo de una vida decente, así como por lo que le enseñas de continuo a tus hijos. No hay otra manera.
Vivimos tiempos complicados. Y la verdad es que no podemos detener el tiempo. No podemos solucionar las cosas como en el pasado, pero sí podemos solucionar los problemas actuales, con los principios que se usaron en el pasado, porque éstos son eternos e invariables. Luego entonces, solo hay una manera de criar hijos que sean fieles y leales a sus parejas, y es haciendo que en el hogar se viva de tal manera, que cada minuto en casa sea una lección de amor, vale decir, vivir de tal manera que tus hijos entiendan que el matrimonio, la familia, es una cuestión no solo de recibir, sino de dar. ¿Anticuado? Sí, me imagino que muchos pueden ver estas ideas como muy del siglo XX, muy pasadas de moda. Pero creo que ha sido, es y siempre será mejor, criar hijos para el matrimonio, que para la satisfacción de sus propios deseos. Y tú: ¿Qué opinas?