¿Estás segura de querer recuperar a tu ex?, entonces has estas 4 cosas de inmediato

4 pasos que debes tomar de inmediato para recuperar a tu ex y rescatarte a ti misma.

Mariel Reimann

Retener a alguien a tu lado por la fuerza no es lo ideal y en la mayoría de los casos, tampoco es posible. Sin embargo, hay 4 cosas que podemos hacer para asegurarnos de que hemos hecho todo lo posible por volver con el ser que amamos.

Si analizamos las rupturas amorosas, una gran cantidad de estas son provocadas por errores de omisión o comisión de ambas partes. Aun cuando uno de los dos pueda haber cometido más errores que el otro, ambos son responsables en cierto grado del fracaso de la relación. Lo importante ahora es no enfocarnos en los errores ya cometidos, sino en tomar la decisión correcta y si estás segura de querer volver con él, entonces sigue estos 4 pasos.

1. Si un día lo tuviste, lo puedes volver a tener

De vez en cuando observo desde afuera a mi familia y pienso en la falta de lógica que hay a la hora de amar. Nací a miles de kilómetros del lugar en donde vivo ahora. Soy hija única y ni en mis sueños más disparatados cuando era adolescente me hubiera imaginado que mi vida iba a ser como lo es hoy. Soñamos con encontrar a ese hombre que nos amará por el resto de nuestras vidas, sin tener idea de dónde está, quién es, qué lo hace feliz, quién es su familia, cómo ama, cuáles son sus sueños, ni de cómo encontrarlo. Hasta que un día aparece en nuestras vidas con un pasado que no nos ha incluido a nosotras ni por un segundo, y queremos, que como por arte de magia, nuestras vidas se acoplen y funcionen como dos piezas de un rompecabezas.

Lee: 4 maneras de entender mejor a tu pareja.

Si él un día te amó, lo más probable es que te pueda amar otra vez, pero lo primero que debes hacer es analizar si realmente vale la pena. Amar a alguien lamentablemente no es el único ingrediente para que una pareja funcione, cuanto más opuestos sean, más deberás trabajar para que las piezas encajen entre sí. La pregunta que debes hacerte, es si todo el trabajo que implica que tu relación funcione es un precio que deseas pagar por el resto de tu vida.

Aceptar que no somos compatibles con alguien es aterrador. “Tienes miedo de perder el control”, me dijo una de mis mejores amigas. Y yo nunca lo hubiera visto así, pero perder a alguien o reconocer que no funcionó es perder el control de tu vida y es aterrador, pero a veces es necesario.

2. Cuanto más tires menos aflojará

Si sientes que los errores de los dos los han llevado al lugar en donde se encuentran hoy y que si tienen una segunda oportunidad lo que han aprendido de esta experiencia los va a ayudar a ser una pareja más fuerte, entonces tienes que hacer lo más difícil y con menos lógica que hayas hecho: Déjalo ir.

Relee: ¿Sientes que lo estás perdiendo? 2 cosas que debes hacer, y 2 que NUNCA debes hacer.

Cuando un ser humano desea alejarse de alguien, lo peor que podemos hacer es tratar de retenerlos a la fuerza en ese momento. Cuando alguien nos dice que no nos ama o que la relación se debe terminar, nuestro mundo se derrumba, y entramos en un estado de pánico que nubla todo razonamiento posible. “Perdimos el control” y estamos dispuestas a hacer lo que sea para volver a tener nuestra vida bajo control. Llamamos, mandamos mensajes de textos, rogamos, lloramos, suplicamos, nos desvalorizamos, borramos su número de teléfono para no llamarlos, usamos las redes sociales para saber que está haciendo, y lo único que logramos con esto es que él confirme que alejarse de ti fue un acierto.

Nadie en la historia, ha ganado a alguien de regreso de esta manera, no al menos por la razón correcta, quizás por lástima, pero la lástima no es amor y a la larga o la corta te pasa la cuenta. Si quieres que él regrese a tu vida, vete de la de él. Desaparece de la faz de su mundo, no llames, no lo busques, no manipules situaciones para encontrarlo, controla lo que puedes controlar, que es a ti misma.

3. Antes de ponerle la máscara de oxígeno a alguien más, debes colocártela tú

Es importante que sepas que lo único que puedes controlar en la vida es a ti misma, no hay absolutamente nada más que puedas controlar, sin embargo, siempre tendemos a querer controlar todo lo demás y nos olvidamos de la persona más importante.

Cuando fracasamos en el amor perdemos el control simplemente porque no lo teníamos, la mayoría de nosotras, no se conoce a sí misma, no sabe cuál es su poema favorito, su color favorito, su actividad favorita, etc. Nos pasamos la vida tratando de hacer felices a los demás y nos olvidamos de nosotras, olvidándonos de cómo ser felices por nosotras mismas.

Mientras estás afuera de la faz del mundo del hombre a quien amas, usa ese tiempo para redescubrirte a ti misma, descubre qué es lo que realmente te hace feliz, usa el tiempo para amarte, cuidarte, respetarte y por sobre todo para entender y aprender que nadie en el mundo vale más que tú, porque si tú ya no estás, tampoco podrás ayudar a nadie.

4. La satisfacción de haber hecho todo lo que estaba a tu alcance por la oportunidad de volverlo a amar

Toma un papel y un lápiz o una computadora, coloca su nombre arriba y escribe todo (y me refiero a todo) lo que te gustaría decirle si lo tuvieras enfrente. No te detengas, ni releas las oraciones, sigue aunque gramaticalmente no tenga sentido, sólo concéntrate en que todo lo que quieres que él sepa quede en ese trozo de papel. Cuando lo termines, no lo leas, guárdalo en un lugar al que no tengas acceso a diario, respira profundo y date las gracias por creer en el amor, por poder amar a alguien casi más que a ti, por ser la gran mujer que eres y deja las cosas al tiempo.

“Yo sé que nunca más voy a poder amar a alguien más”, fueron las palabras que encabezaban una carta que yo escribí a los 18 años luego de un rompimiento, después de que mi abuela me aconsejara escribir todo lo que sentía en un papel. Volví a amar y el mundo siguió girando. Te prometo que pase lo que pase, y aunque hoy no puedas creerlo, tu mundo también seguirá andando y tu felicidad estará al final de este túnel.

Mariel Reimann

Mariel Reimann estudió leyes en la Universidad de Córdoba, Argentina y vive en Salt Lake City, Utah. Es madre de dos hijas que son la luz de su vida.