Estas son las señales para saber si aún estás enamorado
El fin del amor a veces llega silenciosamente y otras se abre paso como una tormenta. Lo importante es saber poner un punto y aparte y tratar de que nadie salga herido.
Erika Patricia Otero
Todos sabemos cuando nos gusta, nos enamoramos y amamos a alguien; ese es un sentimiento que no podemos tapar con un dedo. Es lo mismo cuando el amor se va apagando lenta y paulatinamente. Sin embargo, puede ocurrir que nos aferremos a una leve esperanza por mantener ese afecto; pese a eso, no hay pérdida de tiempo más grande que esforzarse por querer cuando ya no sentimos nada por esa persona.
Las señales de que ya no estamos enamorados son evidentes. Puede ser que entremos en una etapa de negación, pero en definitiva habrá una pérdida de fuerza en la relación. Puede ser que al principio no te des cuenta de esa pérdida de vitalidad emocional hacia esa persona, pero te vas a dar cuenta que tus sentimientos ya no son los de antes.
Si a pesar de todo aún necesitas la certeza para saber si sigues o no enamorado de tu pareja, a continuación te dejaré algunas señales que te darán una respuesta acertada sobre tus sentimientos.
1 No sientes entusiasmo cuando ves llegar a tu pareja
Una comparación simple de tiempo: antes te sentías super entusiasmada por que él llegará; sin embargo, ya no es lo mismo. Vas a las citas por compromiso o incluso las evades tanto como puedes. Si acuerdan verse, ya no hay entusiasmo ni esa necesidad de tenerlo cerca.
2 Ya no hay deseo por tu pareja
¿Qué más indicador potencial de no desear a tu pareja? Es que ya no te inspira acercarte a él, o acariciarlo. Los besos y los abrazos ya no son lo mismo. Simplemente el deseo y la pasión que te despertaba al inicio de la relación se ha apagado.
3 No te esfuerzas por mantener viva la relación
Antes, cuando estabas enamorada, el solo hecho de pensar en la posibilidad de que la relación afectiva se terminara, te daba miedo. Ahora, cuando contemplas la posibilidad de una ruptura y un gran espacio entre ustedes no importa. Para ti no es importante esforzarte en mantener viva la llama del amor y la pasión; ya simplemente te da igual lo que ocurra entre ustedes.
4 Evitas el contacto físico
Al no haber deseo, se pierden las ganas de los besos y las caricias que antes te entusiasmaban mucho. Es más, llegas al punto de evadir cualquier momento a solas porque lo que antes te encantaba, ahora te da igual que suceda. Incluso puede ocurrir que si él te toca, te sientes incómoda y no te sientes a gusto cuando te toca.
5 No hay palabras que indiquen afecto
El anhelo por escucharle decir que te ama o te quiere se ha muerto. En ti tampoco nace expresarle de manera hablada lo que sientes por él. Tampoco se llaman uno a otro con algún apodo cariñoso.
6 Tus gestos hablan más que tú misma acerca de lo que sientes
Para muchas personas es muy complicado ocultar cómo les hace sentir su pareja. En este caso la sola idea de una cita o un encuentro te genera aburrimiento y esto se traduce en gestos de inconformidad y molestia difíciles de ignorar.
7 No sientes interés por lo que le ocurre en su vida diaria
Cuando recién empezabas esa relación, lo que más deseabas saber era si él estaba bien o tenía problemas. Ahora eso ha cambiado tanto que ya te da igual si la pasa mal o bien. El desinterés por él es generalizado.
8 Sus defectos son más evidentes
Aunque amar a alguien puede significar que aceptas los defectos de tu amor; cuando ya no estás enamorada el foco de todo es que no soportas los defectos de él.
Solo eres capaz de ver que es aburrido y no tiene temas diversos de conversación o que no se esmera en vestir bien cuando van a salir. Antes eso te parecía un plus, pero ahora quieres a alguien más versado y que se arregle mejor. Esas son solo excusas porque simplemente ya no estás enamorada de él.
9 Te irrita con frecuencia
Notas que se hace muy frecuente esa sensación de irritabilidad. No importa dónde o con quien estén, si él dice o hace algo, por inofensivo que sea, te saca de quicio. Simplemente ya no lo toleras.
10 Los reproches y peleas aumentan
Esto es propiciado por los puntos señalados antes. Ves sus defectos con tanta frecuencia y te irrita tanto que lo único que sucede es que te quejas y eso da inicio a problemas y peleas constantes. Todo se reprochan, hasta lo que no debería ser foco de problemas es un problema.
11 Los conflictos te son indiferentes
Te da igual que una pelea se genera por algo que hiciste o dijiste. También te importa muy poco si él hace algo que antes te molestaba. Te das cuenta que antes, algo que causaba un gran problema entre ustedes ahora te da igual y ya no pones interés en resolver ese problema.
12 No lo incluyes en tus planes futuros
Las parejas que se aman suelen no querer mover un plato de un lado a otro sin su amor a su lado. Tu caso es distinto; todos tus planes están enfocados en viajar sola a determinado lugar en el mundo o ir a la fiesta en compañía de tus amigas. Él en tus planes “brilla por su ausencia”.
13 Ya no forma parte de tu vida
Un día simplemente te das cuenta que ya no lo tomas en cuenta para salidas, para ir a ver una película o incluso sus cumpleaños o fechas especiales para él. Básicamente, es como si fuera un él fuera un personaje de relleno en la historia de tu vida.
14 La comunicación es rutinaria
Los temas de los que hablan ya no te generan interés. Todo tema del que hablan es soso y aburrido, todo cayó en la rutina y simplemente quieres que deje de hablar porque no puedes seguirle la corriente y simplemente no sabes cómo ir con la conversación.
15 Poca preocupación por la apariencia personal
¿Una cita? bueno, ya no hay esmero en que te vea guapa. Simplemente podrías salir en chanclas o zapatillas porque ya no quieres o no te importa que te vea atractiva.
16 Deseas una nueva relación
Es esa opción o solo quieres que esta se termine. Tienes tan poco interés en esta relación que lo que más deseas es que él se harte de tu desdén y así poder cortar la relación por lo sano sin que nadie salga herido.
Puede ocurrir incluso que propicies un rompimiento por parte de él porque tú simplemente no sabes cómo terminar la relación y deseas que él sea quien dé el primer paso hacia el fin.
Como puedes darte cuenta, las señales son bastante fáciles de distinguir. Se trata más de tener la valentía suficiente para decidir terminar de buena manera sin que ninguno salga herido. Solo hay que buscar las palabras correctas para poner un punto y aparte y así dar comienzo a una nueva historia.