Éstos son los números mágicos, según la ciencia, de la cantidad de sexo y su relación con la felicidad conyugal según TU EDAD
La edad y la frecuencia tienen que ver con tu felicidad conyugal.
Erika Otero Romero
Una de las formas más comunes de manifestación del afecto en una pareja tiene que ver con los encuentros íntimos. Y es que el amor es una de los más grandes motivadores que hace que las personas que mantienen una relación permanezcan juntos.
Y es que el buen sexo en la pareja junto con otros muchos factores es lo que hacen que una pareja sea feliz y estable.
Entre la calidad y la cantidad de encuentros sexuales ¿qué es lo que prima?
Eso es algo a lo que le daré respuesta en este artículo gracias a lo expuesto en el portal psicología y mente
Para dar una respuesta a eso de qué es lo que más importa si la cantidad o la calidad unos investigadores de la Universidad de Toronto Mississaugaen Canadá llevaron a cabo un estudio y descubrieron que las relaciones sexuales dentro de la pareja es necesario tenerlas con cierta frecuencia y que incluso con solo tener un encuentro sexual a la semana pues es más que suficiente para mantener la estabilidad y felicidad en la pareja.
Como quien dice, que no es tan relevante la cantidad para ser más felices, pero que no tenerlas en lo absoluto es bastante negativo para la pareja. El estudio fue publicado en la revista The Journal Social Psychological and Personality Science.
Importancia de la edad en la cantidad de encuentros sexuales
El portal fmdos expone que un estudio reciente llevado a cabo por el Instituto Kinsey para la Investigación del Sexo, la Reproducción y el Género, de Rosario (Argentina) determinó que las personas entre más jóvenes más encuentros sexuales suelen tener, así el asunto llegaron a la siguientes conclusiones:
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Las personas entre los 19 y los 29 años suelen tener un total de 112 encuentros sexuales.
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Entre los 30 y los 39 años mantienen un promedio de 86 relaciones o encuentros sexuales al año,
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Quienes tienen de 40 a 49 años tienen un total de 69 encuentros.
Obviamente esto depende de la persona ya que hay factores tanto intrínsecos como extrínsecos que hacen que la frecuencia varié.
Y quienes están casados ¿Tienen menos encuentros íntimos?
Los resultados que reveló ese estudio fueron sorprendentes, pues concluyó lo siguiente:
Las personas casadas suelen tener menos encuentros sexuales, así un 34 por ciento de quienes están casados suelen tener de relaciones íntimas unas 2 o 3 veces por semana.
Pero ¡cuidado!, la cantidad de sexo a la semana no es un indicador determinante de felicidad conyugal, no quien más encuentros íntimos tiene es más feliz, ni quien tiene menos es menos pleno en su relación.
Otro dato interesante que lanzó ese estudio es que las mujeres mayores y casadas son más felices que las jóvenes, esto según los investigadores se debe a que “seguramente se conocen mejor a sí mismas y a sus parejas y, aunque tengan menos relaciones sexuales que las más jóvenes, sienten una mayor satisfacción que éstas.
¿Entonces la felicidad conyugal de qué depende?
Si pensabas que solo dependía del sexo estabas equivocada. Acá juegan factores como la comunicación, grado de confianza entre las partes, la capacidad de romper la monotonía, la estrategia para solucionar problemas y superar dificultades, el nivel de compromiso entre ambos, según lo que expone el sitio europapress.
El sexo es importante pues es una manera más de manifestar amor y de consolidar la pareja, pero desde luego que no es lo único y la estabilidad conyugal no se puede reducir a un “estoy con mi pareja todos los días de la semana y con eso no sospecha que le estoy siendo infiel” o “tendré sexo con mi esposo toda esta semana y no se quejará cuando llegue la cuenta de la tarjeta de crédito”, créeme, si así fuera no habrían tantos divorcios en el mundo.
Ya sabes, no es la cantidad de sexo lo que importa, si no la calidad de este la que prima para que una pareja establezca un ritmo y comprensión entre ambos, la felicidad marital no se limita al sexo y este va perdiendo relevancia con los años dando más valor a otros aspectos de la vida conyugal.