Evita el divorcio, descubriendo los síntomas a tiempo
Si deseas salvar tu matrimonio de un posible divorcio, lee con atención estos síntomas y así evita que tu relación se acabe.
Erika Otero Romero
Estoy segura que no has comenzado jamás una relación sentimental proyectando la posibilidad de una separación en el noviazgo o, a la larga, un divorcio después de un matrimonio. Sin embargo, tú sabes que muchas relaciones terminan rotas sin siquiera haberse percatado de los síntomas que pueden llevar a la disolución de una unión.
Hace unos días me enteré de que una conocida se había separado de su esposo. La historia francamente me sorprendió, debido a que a pesar de que el divorcio y las separaciones son algo común en estos últimos tiempos, el matrimonio de ellos parecía tener un buen futuro, pues sus bases parecían bastante solidas: habían sido amigos por mucho tiempo antes de casarse; ella no se casó estando embarazada (así que no se unieron para “tapar una falta”), tenían casi tres años de matrimonio y, para finalizar, para muchos de nosotros era evidente que se amaban. ¿Qué salió mal, entonces? La verdad, no tengo idea.
Para quienes viven una relación sentimental esto podría resultar muy preocupante y es lo que lleva a pensar que una separación o un divorcio pueden surgir casi que de la nada (o eso queremos creer) o de una serie de pequeños detalles que poco a poco van saturando la relación y llevan a ese resultado.
Sin embargo, si existiera la posibilidad de “controlar” algunos de esos tantos acontecimientos que pueden generar poco a poco las circunstancias de un fracaso matrimonial, ¿por qué no conocerlos para así evitarlos?
No busques “amarrar” a un hombre con una mentira, y mucho menos con un embarazo
Es la mejor manera de evitar un fracaso antes del matrimonio: un hijo, antes que una estratagema para forzar a un hombre a permanecer a tu lado, es una responsabilidad; no se debe jugar con la vida de un ser humano NO SE JUEGA.
Evita la mala comunicación
Así como soltar todo lo que se tenga que decir sin medir consecuencias es malo, guardarse todo lo que se siente y se piensa tampoco va a mejorar la situación. El truco radica en decir las cosas que se sienten o generan molestia en el momento adecuado, con el tono de voz apropiado y en completo dominio de sí mismo.
Evita las discusiones innecesarias
No lo vamos a negar: como mujeres, a veces nos agarramos de nimiedades para formar algún tipo de reclamo en busca de más atención o para “medir” cuánto nos ama nuestra pareja. Mala táctica, porque puede hacer que nuestro compañero se harte de esa actitud que es muy infantil. Recuerda: te has unido con alguien para que sea tu esposo, no tu padre.
4. Evita los celos, justificados o no
Sin importar quién sea el generador de esas emociones, hacen que se pierda la confianza en la pareja y de forma gradual conducen a un alejamiento entre las partes.
5. Evita el egoísmo
Se manifiesta de muchas maneras, desde la pequeña humillación porque se es la persona que sustenta el hogar y a la familia, el negarse a dar obsequios pues lo considera innecesario, quejarse de que una de las partes cayó en la monotonía y quizá la más cruel de todas: culpar a la otra persona de las dificultades en la relación.
Los síntomas de un divorcio puedeb ser muchos y están ligados unos a otros. Casarse no es un juego de niños: no se hace como arrebato para salir del hogar paterno por las presiones de los padres; no se obliga a nadie a unirse en matrimonio. Sabes de sobra que casarse es un acto voluntario de amor, entrega y sacrifico que está sujeto a la madurez de las partes, a la disposición para querer arriesgar la libertad en busca de un bien común.
Si ya estás casada y al borde de un divorcio, te invito a reflexionar en lo que te llevó a casarte, a rememorar tus sentimientos hacia tu pareja y a buscar ayuda profesional si aún crees que está en tus manos salvar tu familia, pero sobre todas las cosas, recuerda que estas en esta vida para ser feliz.
Erika Otero Romero
Psicóloga con experiencia en trabajo con comunidades, niños y adolescentes en riesgo.
