Expertos aseguran que los hijos heredan la ansiedad y la depresión de sus padres
El temperamento ansioso de los padres, predisponen a sus hijos a sufrir en un futuro trastornos de ansiedad y depresivos. ¡Vamos, estás a tiempo de sanar!
Marilú Ochoa Méndez
Las dos grandes enfermedades de nuestro tiempo son la depresión y la ansiedad. Una conocida frase dice que la depresión es exceso de pasado, la ansiedad es exceso de futuro. Vivir en el presente, es estar en paz. ¿Dónde vives tú?
La Organización Mundial de la Salud, según un reporte realizado en 2017, indicó que “al menos 322 millones de personas en el mundo sufren depresión, un 18% más que hace una década, y otros 264 millones padecen trastornos de ansiedad, un incremento del 15% respecto a hace diez años“.
En este artículo queremos reflexionar contigo sobre estas grandes problemáticas, pues la ciencia ha confirmado que los niños heredan la ansiedad y depresión de los padres.
Un cuento para comprender la ansiedad
Pablo dormía profundamente en su casa, cuando escuchó que alguien tocaba el timbre con desesperación. Al abrir, observó una persona desconocida que le hablaba en un idioma incomprensible. El visitante gesticulaba con insistencia, y daba alaridos. Pablo, desesperado, intentó atenderlo, pero cada vez se sentía mas intranquilo. Se tapó los oídos, pero era imposible evitar el ruido, cerró la puerta, pero los gritos no se iban. Incluso, llamó a la policía.
Nada pudo hacerse, este hombre desconocido lo acompañaba a todas partes, persiguiéndolo con su mensaje encriptado que solamente le robaba la tranquilidad al pobre hombre.
Un día, para su tranquilidad, Pablo encontró una persona que entendía su problema, y podía ayudarle. “¡Al fin tendré paz!“, pensó Pablo aliviado. Sin embargo, se encontró sentado frente a frente con el escandaloso visitante. Con paciencia y la guía sabia de su nuevo guía, pudo al fin entender lo que sucedía, y lo mas importante, por qué sucedía.
Fueron necesarios varios encuentros, pero con el tiempo, al ver y sentir receptivo al hombre que lo obsesionaba, el desconocido dejó de gritar. Paulatinamente comenzaron un diálogo. El mensaje fue sorprendente: el hombre quería ayudar a Pablo a reencontrar un tesoro valiosísimo, que había perdido hacía tiempo.
Llegó el momento en que el desconocido y Pablo no necesitaron mas un intérprete, y buscaron juntos aquel tesoro. ¿Cuál era la razón de la insistencia y alboroto del desconocido? Deseaba que Pablo reencontrara su razón de vivir, pues estaba atrapado en pendientes, estrés y vivencias superficiales.
A partir de entonces, Pablo atendía solícito cada visita del hombre desconocido, que le ayudaría siempre a reencontrarse. De esta manera, Pablo estaba consiguiendo vivir tranquilo, y se sentía serenamente feliz.
Este cuento es una adaptación del que escribió Ignacio Gallego Lerma Rojo en su página web de apoyo emocional.
El reto: encontrar el equilibrio
Esta historia me gusta mucho. Refleja con mucha claridad la realidad de muchos hombres de hoy que sufren de ansiedad. Las enfermedades emocionales son muy comunes.
La depresión o trastorno depresivo mayor, es según la Clínica Mayo: “un trastorno emocional que causa un sentimiento de tristeza constante y una pérdida de interés en realizar diferentes actividades. Afecta los sentimientos, los pensamientos y el comportamiento de una persona, y puede causar una variedad de problemas físicos y emocionales“.
Grandes problemas: la ansiedad y la depresión. Bien dicen que una es exceso de pasado y otra exceso de futuro. La pregunta sería cómo encontrar un equilibrio ¿cierto?, ¿por qué las personas dejamos de lado el presente y nos anclamos en lo que hemos vivido o nos inquietamos por el futuro?
¡El presente también tiene magia!
Muchos creen que los tiempos pasados siempre fueron mejores, otros más afirman que lo que vivimos hoy no podrá superarse por el porvenir. Ambas visiones son una pérdida de tiempo.
El pasado no existe ya. Por mas maravilloso, cálido y tentador que nos parezca estacionarnos en él, “nos distrae del ahora“, como bien dice Edna Moda, la simpática modista de los superhéroes de la película de Pixar, “Los Increíbles”.
El futuro aún no ha llegado, y puede no llegar. ¡Es cierto!, ¿quién te garantiza que te levantarás mañana?
El presente, sin embargo, es lo único que tenemos. ¡Qué triste quedarnos anclados en el ayer!, ¡qué triste imaginar el espejismo del mañana!, ¡qué atinado si decidiéramos aprovechar el hoy!. El “hoy” tiene más magia que los otros momentos, pues es en él que construimos los recuerdos, y ponemos los cimientos del futuro.
Es que… el presente da vértigo
En eso, tienes toda la razón. Y de acuerdo con muchos autores, esa es la razón por la que evitamos ser conscientes de su magia.
El vértigo asusta. Nos hace doler el estómago, nos pega los pies al piso. Nos hace sudar las manos, y sentir un frío tremendo recorriendo la espalda. ¡Qué bueno!, eso significa que nos despierta. Es como el visitante desconocido que se le presentó a Pablo en el cuento que leíamos arriba. El presente nos muestra los caminos que aún no hemos andado, nos abre las oportunidades grandiosas que tenemos para hacer de nuestra vida una gran aventura.
Nuestros hijos seguirán nuestro camino de evasión
Recientemente, la Universidad de Wisconsin-Madison, en Estados Unidos, realizó un estudio que comprueba que los padres ansiosos y depresivos, transmiten genéticamente ese temperamento a sus hijos. ¿Te das cuenta? No únicamente tu vida está siendo exprimida por estos padecimientos emocionales que te impiden la vida plena, sino tus hijos quedarán expuestos a estas enfermedades modernas.
Ned Kalin, el responsable del estudio, nos dice que “nuestros genes dan forma a nuestro cerebro para ayudarnos a convertirnos en quienes somos”. De esta manera, el temperamento ansioso de los padres, predisponen a sus hijos a sufrir en un futuro trastornos de ansiedad y trastornos depresivos.
El lado bueno, es que también una vivencia plena de la vida de los padres generará en los hijos una predisposición a asumir con valentía las dificultades que se les presenten.
Tu valentía pasará de generación en generación
Tu estabilidad emocional, tu autocontrol, tu vida equilibrada, impactarán no solo en tu calidad de vida, sino en la de tus hijos, y probablemente de tus nietos.
La poetisa italiana Ada Negry, fallecida en 1945, tiene una frase hermosísima: “En cada instante, grava el peso de lo eterno“. ¡Me encanta!, en ella nos dice que este presente que se nos figura efervescente y difuso, nos permitirá, si abrazamos cada instante, acumular grandes tesoros, tesoros eternos.
Como sabes, gravar significa imponer un tributo. Cada acto valiente de construcción consciente del presente pleno, cimentará una vida feliz. ¡Vamos por ella!