¿Falta de caballerosidad, igualdad o tacañearía? Lo que este chico hizo en su cita hizo estallar la opinión pública

Saber cómo comportarse hará que ganes puntos con la chica que te gusta. Para ti ¿el caballero debe siempre pagar la cuenta, o es válido pagar a medias?

Erika Patricia Otero

Cuando decidimos aceptar salir en una cita con alguien, debemos estar dispuestos a que las cosas más locas puedan pasarnos. Pero, como suelen decir por ahí, si no se está dispuesto a arriesgarse, no se sabrá si las cosas pueden salir bien con la persona elegida. Sin embargo, también estamos expuestos a que nos ocurran cosas extremas, tal como le ocurrió a los protagonistas de la siguiente historia.

Una cita que no salió como se esperaba

Un joven invitó a la chica que le gustaba a salir. Para celebrar su primer encuentro fueron a un restaurante a comer; y a percepción del joven las cosas habían sido ideales. Por esa razón, días después volvió a invitar a la chica a salir, pero la respuesta que recibió fue un rotundo no.

El chico intrigado por la respuesta radical de la joven preguntó que a qué se debía su decisión. Ella respondió que no saldría con él de nuevo dado que él había hecho que ella pagará su parte de la comida.

La respuesta del chico ante su descubrimiento fue:

Un chico no pagó la cuenta de su cita en el restaurante y sus razones nos hicieron reflexionar

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Si, como puedes ver las cosas no fueron del agrado de la chica que mantenía su opinión de que el joven, al ser el que la había invitado a salir, debía pagar la totalidad de la comida aunque él no hubiera sido el que había ordenado el plato más costoso.

Un chico no pagó la cuenta de su cita en el restaurante y sus razones nos hicieron reflexionar

Finalmente la chica no volvió a verse con él.

Ante lo ocurrido, el joven decidió publicar su historia en una conocida red social y así saber las opiniones de los lectores. La respuesta de los usuarios que leyeron lo sucedido se disparó.

Hubo quienes se pusieron del lado de él y otros más se pusieron de parte de la chica y criticaron fuertemente la manera en la que se comportó con ella. Fue tal el revuelo negativo que causo la historia, que la bloquearon para evitar más improperios hacia el joven.

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Yo tengo dos preguntas para ti: ¿Fue correcto lo que él hizo? y tú ¿cómo te sentirías si fueras la cita de este joven?

¿Caballerosidad, etiqueta o deseo de conquista?

No sé cómo lo puedan percibir muchas chicas de hoy, pero a lo largo de toda la historia de las citas que tienen como fin lograr la conquista de una persona, lo natural es que quien invita es quien paga.

Sin embargo, en lo que a mi respecta, la mujer (si es la invitada) por cortesía y consideración, no debe exagerar en lo que pide. Partamos del punto que no sabemos el presupuesto con el que cuenta la persona con la que salimos (y aun sabiéndolo), por educación es mejor procurar no extra limitarnos en nuestros gustos por muy exigentes que sean. Es mejor ser prudente que pasar un mal rato, tal y como le sucedió a la señorita de la historia.

El psicólogo Enrico de Santis explica que cuando el hombre tiene una intención romántica hacia una mujer, debe cuidar el aspecto económico ya que el valor de éste se incrementa durante las citas románticas. Por lo general, si un hombre invita a una mujer está mostrando que “desea satisfacer sus necesidades, y la invitada “entiende” el precio de su compañía.

Por supuesto que la regla de que el que invita paga difiere mucho del contexto y el país. Si es una reunión de amigos, lo lógico es que cada cual cubra su cuenta. Si es una reunión de negocios, quien invita es quien paga (sea hombre o mujer).

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En América latina, cuando hay una salida romántica, se espera que el hombre sea quien pague. Sin embargo, esto puede estar sujeto al sentir de la chica, que puede o no ofrecerse a pagar su cuenta. Por eso una recomendación para los hombres; revisen sus bolsillos antes de invitar a una chica, ustedes no saben cómo piensa ella al respecto.

Con los derechos llegan las responsabilidades

Las cosas han cambiado mucho en los últimos tiempos. Antes era normal que el proceso de conquistar recayera en el hombre. Así, cada invitación a salir era asumida por el varón, y la mujer “solo se dejaba atender”. Sin embargo, con la llegada del feminismo y el deseo de sentirnos iguales, esas reglas también cambiaron.

Hoy día es muy habitual que si una mujer siente algo por un hombre, se lo diga sin que esto sea mal interpretado. Pese a eso, debemos reconocer que el hecho de ser conquistadas es agradable y halagador para muchas de nosotras. Eso si, los varones siempre deben ir con cuidado, porque no ha de faltar la mujer que sienta que “su derecho a la igualdad está siendo usurpado, y que éste solo desea imponerse y dominarla”, cuando en realidad lo que sucede es que solo desea ser galante, mostrar la atracción que siente por ella y conquistarla si es posible.

Seamos honestas, las mujeres se lo hemos puesto difícil al hombre en estos últimos años. Debemos admitir que si deseamos tener derechos, con éstos vienen obligaciones, y una de ellas será el que paguemos nuestros gastos durante una salida.

Por todo esto, mi recomendación es que antes de apresurarse (cualquiera de los dos) a invitar a alguien a salir de manera formal, indaguen de manera prudente la manera de pensar y sentir de cada uno. Si la atracción es realmente fuerte entre ambos, entonces el entendimiento surgirá sin hacer mucha presión. De este modo, salir con la persona que se quiere no será visto como un formalismo, sino como una parte más de la relación.

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Entonces ¿Quién paga la cuenta?

Depende. Para que no haya confusiones te daré algunos tips que pueden ayudarte a “pisar firme” en ese terreno.

Si eres tú el que sugiere una salida y dices que pagas, queda claro que eres tú el que paga. Sí o sí, aunque el invitado insista en pagar, tú pagas.

Ahora bien, si lo que deseas es una salida en la que cada cual pague lo suyo, lo que debes hacer es decir: “¿salimos a tomar algo?”. De esa manera queda entendido que cada cual paga lo suyo. Pese a esto, es posible que al momento de pagar se dé una pequeña pugna por el pago; así, quien se ofreció de primero a pagar asume el costo y todo queda saldado. Claro, si hay suficiente confianza, pues siempre pueden ser claros y decir que cada cual paga lo suyo y así no hay malos entendidos.

En el aspecto de “citas románticas” la cosa puede variar, existen varias posibilidades:

1 Paga quien invita, sea hombre o mujer.

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2 Permite que la chica sea la que pague solo si insiste mucho.

3 Si la cita está saliendo bien y para demostrar que tienes interés, puedes decir: “Esta vez pago yo y si quieres, la próxima lo haces tú”. De esa manera quedas bien, evitas que ella piense que “eres un machista recalcitrante” (si es de ese pensar), y además, dejas abierta la posibilidad de otro encuentro, si en serio ha habido atracción.

Sé que es complicado, pero merece la pena tener en cuenta esos puntos y así evitas pasar malos ratos.

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Erika Patricia Otero

Psicóloga con experiencia en trabajo con comunidades, niños y adolescentes en riesgo.