¿Familia tóxica? Huir o frenar la relación dañina
La familia no se elige, pero sí la manera en la que permitimos que nos traten.
Erika Patricia Otero
Para que alguien tenga el poder de dañarnos emocionalmente debe haber un lazo afectivo. Lastimosamente, mucho del daño que recibimos, viene de las personas que menos esperamos que nos lastimen: nuestra familia.
No hay familias perfectas, lo que sí hay son seres que se aman y aprendieron a vivir en comunidad. Aun así, también hay personas a las que les hicieron tanto daño de niños; a ellos les cuesta mucho ser padres funcionales. Pese a eso, muchos se esfuerzan por no repetir esos patrones de crianza; estos hacen su mejor esfuerzo por ser padres amorosos y cuidadosos.
Un niño o un adolescente puede ser maltratado, incluso por sus tíos y abuelos. Es un hecho que nadie espera que su familia, su sangre le haga daño, pero pasa, y más veces de las que uno quisiera.
Ante este tipo de situaciones debo decirte que lo mejor que puedes hacer, por tu salud mental y emocional, es cortar todo tipo de relación con ellos.
¿Qué es una relación familiar tóxica?
¿Escuchaste a alguien quejarse de que su padre era violento cuando se pasaba de copas? o ¿Algún amigo se quejó de que su madre lo golpeaba sin una razón aparente?
Incluso, también hay casos de abuelos y tíos, que sin ápice de prudencia le hicieron saber a su nieto que dudaban que lo fueran porque creían que su padre era otro.
También hay casos donde las mismas tías hablan mal de sus sobrinos. Incluso, hay padres que hacen notable su preferencia por uno de sus hijos y a otro los desprecian abiertamente.
Es más, la toxicidad puede incluso estar disfrazada de amabilidad. Hay padres y madres que dependen emocionalmente de los hijos, tanto que no les dejan (bajo chantaje) irse de casa. Otros más descargan la responsabilidad de los hijos más pequeños en los mayores. No, quien decide traer hijos al mundo es quien debe criar y hacerse cargo de ellos.
Lo peor de todo, como dice la psicóloga Laura Rojas, es que “la familia es algo que tú no puedes elegir”. Naces en una y tienes dos opciones: la aceptas o te resignas. Sin embargo, yo me atrevo a añadir dos: aprendes a lidiar con ella y pones un freno, o huyes tan rápido como puedas. Nadie, por muy familia que sea, está en la obligación de tolerar una relación familiar dañina.
Frenar las relaciones familiares tóxicas
Se tiene la falsa creencia de que tienes que lidiar a tu familia porque comparten sangre. No, y es un no rotundo. Nadie en lo absoluto debe soportar chismes, golpes, humillaciones y desprecios porque “son familia”.
Es que no se supone que una familia se comporte de esa manera. Sí, pueden y van a haber problemas, pero se debe buscar la manera de resolverlos y seguir adelante.
Sin embargo, cuando la misma familia te hace daño con sus malas acciones, lo adecuado es alejarse. La distancia debe ser emocional y mental si no puedes poner distancia física.
Debes hacerte fuerte y no entrar en confrontaciones; sin embargo, si es necesario, enfréntalos sin miedo. Muchas veces se aprovechan porque el afectado guarda silencio para evitar problemas. Una persona conflictiva va a ver ese silencio como la oportunidad para aprovecharse y lastimar.
Otra acción que debes tener muy en cuenta es que debes hacerte fuerte psicológicamente hablando. ¿A que me refiero? No debes dejarte manipular. La manipulación afectiva es algo en lo que caen mucho los familiares tóxicos. Hasta pueden usar una enfermedad para que te quedes. También puede recurrir a la amenaza o al miedo para que calles un abuso. Lo peor que puedes hacer es demostrar miedo. La razón es que les darás poder, y en realidad tras un manipulador hay un cobarde.
¿Se puede pasar de una relación familia tóxica a una sana?
Eso depende mucho de las personas. Hay quienes van a estar más abiertos al cambio que otros.
Para algunos es muy difícil reconocer que son malos padres. Van a señalarte incluso de mal hijo porque elegiste alejarte; aun así, debes hacer caso omiso a eso.
Ahora bien, si lo que desean es arreglar la relación, debes advertirles que lo que tienes por decir puede ser doloroso y hasta inadmisible. La realidad es que muy seguramente te pregunten la razón de tu distancia; es cuando, haciendo uso del mayor tacto posible, vas a decirles cómo te hicieron sentir con sus acciones. También van a darte razones por su comportamiento hacia ti; entonces, vas a descubrir como te veían tus familiares.
Perdonar
Luego de esto, lo que deberás hacer es perdonar y pedir perdón, si es el caso. El perdón sana y libera. Nada bueno sale de cargar rencor. Después de todo este proceso, que puede ser con la ayuda de un terapeuta.
Las personas implicadas deben hacer un compromiso de tratarse con respeto y empatía. Esto implica que deben poner toda su fuerza de voluntad para tratarse de la manera correcta. Además, deben saber hablar de las cosas que no funcionan y resolver conflictos.
Solo me queda decir que si como familia logran superar todos esos obstáculos, las relaciones entre los interesados van a mejorar mucho. Lo importante es no permitir que nadie, por muchos lazos de sangre que nos unan, nos dañe porque cree tener el derecho de hacerlo.