Famoso actor queda atónito ante una pregunta y su vida cambia para siempre
El tormento que amenazaba terminar con su carrera se detuvo gracias a una visión.
Fernanda Gonzalez Casafús
Anthony Hopkins es un consagrado actor de cine, mundialmente conocido por el film “El silencio de los corderos”, entre otros. En las últimas semanas, el actor contó una faceta de su vida que mantuvo mucho tiempo oculta. El tormento que amenazaba terminar con su carrera se detuvo gracias a una visión, y a la ayuda de una mujer.
Una infancia cargada de acoso por parte de sus compañeros en su Gales natal, hizo que Hopkins depositara toda su furia en el teatro, transformando su ira en arte. Así, comenzó un incipiente camino artístico que lo llevaría más tarde a la fama, a paso lento pero firme. Sin embargo, no todo fue tan fácil los primeros años.
El tormento que amenazaba su vida
En una conferencia brindada hace algunas semanas, Hopkins puso de manifiesto cuánto luchó contra el alcoholismo durante muchos años, situación que lo llevó a unirse a un grupo de alcohólicos anónimos durante algún tiempo. Y allí todo cambió.
El sólo hecho de reconocer su problema era mérito suficiente y demostración de que quería un cambio en su vida. Pero el gran cambio llegó con la pregunta concisa, puntual y determinante de una mujer, compañera de ese grupo de ayuda.
¿Por qué no confías en Dios?
Al escuchar esa pregunta por parte de su compañera, el actor entró en un espiral reflexivo que lo llevó a plantearse por qué ahora esa pregunta tenía sentido. Y mientras más encontraba sentido a la respuesta, más se alejaba de su ateísmo.
Ahora, Hopkins se define como una persona que cree en Dios, en una fuerza sobrenatural, que lo ha sacado del abismo del alcohol. Ya hace algunos años, en una entrevista, el actor recordó su lucha contra el alcoholismo y su necesidad de creer en Dios, a pesar de que en los albores de su juventud se identificaba como ateo.
Un milagro cotidiano
“Me siento todos los días, a medida que envejezco, que todo es un milagro“, explicó Hopkins. “Quiero decir, mi corazón late, mis pulmones respiran. Eso es extraordinario, un fenómeno extraordinario “. La claridad de sus reflexiones pone de manifiesto cuánto puede hacer la fe por nosotros.
La pregunta de aquella mujer fue una puerta al cambio. No siempre estamos listos para ver por nosotros mismos la realidad y cuánto ésta nos afecta. Pero Dios pone a personas en nuestro camino para ayudarnos en el proceso de conversión, para liberarnos, y para dar un vuelco inesperado, como le sucedió al consagrado actor.
Escucha a tu alrededor
Confía en las personas que quieren ayudarte. Mantén viva tu fe. Tú eres el motor del cambio, pero siempre es bueno contar con aquellas personas que nos hacen pensar, que nos hacen abrir los ojos y que, sobre todo, nos invitan a reflexionar sobre un cambio positivo.
La historia de Anthony Hopkins es de esperanza y de resurrección. Y es el ejemplo ideal que muestra cuánto puede cambiar nuestra vida cuando mantenemos viva la fe, aún en los momentos más oscuros de la vida. No pierdas la confianza en ti, ¡Puedes salir adelante en lo que te propongas!