Grooming: ¡Cuidado con los engaños a tus hijos en la red!
La educación sobre el grooming es la mejor herramienta que los padres le pueden dar a sus hijos para evitar ser víctimas de pederastas.
Erika Patricia Otero
Cuando yo tenía 17 años, el internet era una tecnología incipiente. Recuerdo el sonido de la conexión telefónica que me permitía tener acceso a todo un montón de información; la sensación era magnífica.
Puedo recordar esas salas de chat de algunas páginas que te permiten hablar con desconocidos de todo tipo. Algunos eran niños de tu edad y lo sabías por la manera como se expresaban; sin embargo, también estaban aquellas personas “raras” que tú sabías internamente que no eran chicos de tu edad.
¿Quiénes se escondían tras pintorescos apodos que aludían a un adolescente? Hombres adultos que jugaban a ser niños para ganarse la confianza de los escolares. Probablemente, por aquel entonces era más complejo acercarse a un adolescente, pero hoy no.
Seamos francos, hoy en día es más complejo para un padre saber qué hace su hijo en internet. Hay tantos dispositivos e internet gratis en escuelas y centros comerciales, que seguirles la pista es difícil. No importa que actives el control parental de sus dispositivos, los pederastas siempre hallarán la manera de engañar a tus hijos.
Educar a tus hijos para que sospechen de alguien potencialmente peligroso es importante para evitar que ellos sean acosados. El problema es que muchos padres sienten vergüenza de hablar sobre educación sexual y todo lo referente al tema.
¿Qué es el grooming?
El grooming es un tipo de acoso sexual a menores de edad que se da a través de las redes sociales. Consiste en una serie de acciones intencionales llevadas a cabo por un adulto. El fin de estas interacciones entre adulto y menor de edad es conseguir algún beneficio sexual.
¿Cómo sucede el grooming?
Básicamente, lo que el adulto busca es establecer una relación de amistad virtual con el menor de edad. Esto ocurre por internet, donde el menor de edad tiene contacto con estas personas a través de las redes. El adulto en cuestión engaña al menor haciendo pasar por un niño de su edad.
Cuando se establece la amistad, aprovecha el lazo emocional para convencer al menor de intercambiar información personal. Esto lo logra porque vulnera la intimidad del menor ganándose su confianza. Entonces, comienza a manipular al menor para intercambiar más información, pero esta vez sexualmente explícita, fotos sugerentes, etc. Es cuando el adulto muestra sus verdaderas intenciones.
Finalidad del grooming
El fin de esta práctica es chantajear al menor para conseguir imágenes sin ropa; incluso, obligarlo a tener encuentros sexuales. El acoso sexual puede subir en escala y buscar que el niño se prostituya. Además, las fotos obtenidas bajo amenaza comienzan a circular por la red. El grooming está asociado a la pedofilia o pederastia.
Fases
La página Save the children da a conocer las distintas fases del grooming, mismas que compartiremos a continuación.
- Creación del vínculo de confianza: sucede cuando el pederasta finge ser un adolescente o niño de la edad de la víctima para generar confianza en el menor y, paulatinamente crear un vínculo de amistad.
- Aislamiento de la víctima: el agresor manipula al menor para que no cuenta nada de lo que está pasando entre ellos. Es una manera de alejarlo de su familia.
- Valoración de los riesgos: el pederasta trata de averiguar si el menor le ha contado a alguien cercano sobre el “vínculo de amistad” que tiene con él.
- Conversaciones sobre sexo: el agresor poco a poco empieza a hablar de temática sexual con el menor aprovechando la confianza que el niño le tienen. Hace esto para que el menor se vaya acostumbrando a este tipo de temas.
- Peticiones de naturaleza dudosa: es en esta etapa donde el pederasta comienza a amenazar y chantajear al menor para lograr sus propósitos. Bajo amenaza obliga al niño a que le envíe fotos en paños menores, o incluso lo induce para que tengan una cita que pretende encuentros íntimos o prostituir al menor.
Prevención
La educación sobre este tema debe empezar desde que el niño comienza a hacer uso de tecnología con acceso a internet.
Los padres deben hablar claramente con el niño sobre los peligros que corre mientras juega en línea y “hace amigos”. Ten en cuenta que los abusadores usan plataformas de juegos donde saben que van a encontrar a menores de edad.
El menor debe saber que si alguien le hace comentarios que le desagradan o le pide fotos de él o ella, debe tener la confianza suficiente para hablar con sus padres sobre lo que está sucediendo.
Como padre, debes procurar que tu hijo no te vea como alguien dispuesto a castigar en caso de una falla, sino como un guía y alguien que lo protege.
Algo que también puede ayudar a prevenir el grooming es la vigilancia constante de los aparatos y las plataformas que usa habitualmente. También poner el computador en un lugar de paso común de la familia puede ayudar a que el menor pueda caer en las redes de un abusador.
Solo me queda decir que la mejor cura es la prevención y la educación sexual y sobre estos temas. De esta manera, el niño sabrá cuáles son los límites que debe poner entre la gente que conoce en internet y cuando hablar con los adultos sobre lo que le está pasando.