Habilidades en los niños para vivir en sociedad
Cuando un niño no desarrolla habilidades sociales, los problemas vienen en caja grande.
Marta Martínez Aguirre
Felipe se arrastra debajo de los bancos del colegio, golpea a sus compañeros si quiere obtener algo que le agrada, se “empuja” con los dedos el trozo de torta y se abalanza sobre las golosinas que la maestra comparte. Si está apurado, no abre la puerta para salir apenas oye el timbre, si no que se lanza por la ventana. Un fuerte olor suele inundar el salón y los otros niños saben de dónde viene, cuando almuerza guiso de lentejas.
Felipe no ha vivido en la selva, pero no tiene habilidades sociales. Su madre, por miedo al prejuicio y al rechazo por ser parte de una familia no tradicional, le ha aislado del mundo. Recién ahora está incorporando habilidades sociales y está aprendiendo a vivir en sociedad.
Pero no creas que él es un ogro: es un hermoso príncipe que necesita forjar en su vida cotidiana esas habilidades necesarias para relacionarse con el entorno. Es amable y gentil, su ternura con los más pequeños es extraordinaria. Nunca juzga ni critica y, sobre todo, no es fóbico a nada, ni a nadie. Jamás le he visto amargado, quejarse por algo; expresa cosas como: “¿Has visto la belleza de esa flor?”, “¡Qué día espectacular tenemos hoy!”.
¿Qué pasa cuando un niño no desarrolla habilidades sociales?
Las habilidades sociales son ese amplio espectro conformado por sentimientos, creencias y valores, fruto del aprendizaje y de la experiencia, que los niños van adquiriendo en relación a otros. Así, según la cultura, se irán adquiriendo habilidades que se verán reflejadas en las conductas y actitudes que se exhibirán en interacción con los demás.
Cuando un niño no desarrolla habilidades sociales, los problemas vienen en caja grande, la mayoría de ellos experimenta:
Dificultad para expresar deseos y opiniones
Expresar sus opiniones y deseos puede representar una tortura, por el temor a no ser comprendidos, en los más tímidos. O por el contrario, como en el caso de Felipe, logran expresarlas con soltura pero quizás en voz alta, para hacerse escuchar.
Problemas de autoestima
Su autoestima se ve perjudicada al no saber desenvolverse en su entorno social, provocando una imagen de sí mismos negativa o distorsionada.
Dificultades para tener y mantener amistades
Al no relacionarse adecuadamente con los demás, tener amigos y conservarlos se hace muy difícil, lo cual incrementa el monto de angustia al sentirse solos e incomprendidos.
Mal manejo de los impulsos
Esto ocurre en especial en la etapa adolescente, si carecen de las estrategias necesarias para afrontar las dificultades, ya sea imponiéndose o actuando erradamente.
Cómo desarrollar habilidades sociales en los niños
Si consideras que tu hijo, al igual que Felipe, tiene dificultades para relacionarse con otros en la vida cotidiana, por falta de habilidades sociales básicas, aquí te presento algunos consejos que pueden ser útiles para que le ayudes a desarrollarlas:
1. Escucha y respuestas asertivas
Felipe ha aprendido que no debe tomar el enojo de las demás personas como algo personal, sino como la posibilidad de que están pasando momentos difíciles, o se sienten mal. De modo que está aprendiendo a responder asertivamente y no con lo primero que le viene a la mente.
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2. Valor de relacionarse
Es muy importante que los niños, desde muy pequeños, asistan a reuniones y eventos familiares para que tengan diferentes experiencias sociales y puedan experimentar cómo deben comportarse. Anota a tus niños en actividades recreativas y culturales donde puedan estar en contacto con otros pares, sobre todo para que aprendan a desenvolverse sin tu presencia y de ese modo poner en acción sus habilidades.
3. Manejo de los conflictos
Lidiar con las diferencias es toda una destreza que aún en los adultos se torna un desafío. Imagina un niño tratando de resolver un conflicto, ya sea en el ámbito escolar o recreativo. Anima a los pequeños a participar en diferentes grupos o hacer actividades con otras personas, sin que sea necesaria tu presencia. Es importante que los niños y niñas aprendan a desenvolverse solos, sin la protección de las figuras de los adultos. Explícales que en ciertas ocasiones es sano defenderse, sin recurrir a la violencia e incluso es muy saludable retirarse a tiempo.
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4. No hacer a otros, aquello que no queremos que nos hagan
Recuérdale a tu hijo que debe tratar a las demás personas como quisiera ser tratado; incluso cuando las otras personas sean impacientes, irrespetuosas o actúen con malicia.
5. Aceptar el desacuerdo, reconocer el error
Ensénale a disculparse, a aceptar la crítica que edifica, a cooperar aun cuando existan diferencias o se pertenezca a otra cultura o estilo de vida. Hazle ver que las diferencias no son malas, sino que aceptarlas nos hace más completos y más humanos.
Las habilidades sociales no vienen con la leche materna, sin embargo, tienen ese sabor a que “Mamá me lo enseñó”. Tú puedes ayudar a tu hijo a relacionarse con el mundo de modo que sea más feliz junto a los otros, siendo quien es.
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