Hierbas, frutos y plantas contra el estrés y la hipertensión
¡Bendita naturaleza que nos provee de todo lo necesario para cuidar nuestra salud! Conoce estos remedios naturales y mejora tu calidad de vida.
Teresa Guadalupe Correa Pérez
El conocimiento del poder medicinal de algunas plantas y hierbas es milenario, y ha trascendido por generaciones gracias a la tradición, especialmente de pueblos indígenas, que han compartido su conocimiento y riqueza.
Se considera que nuestros antepasados comenzaron a conocer estas especies después de distinguir entre las que servían para comer y aquellas que tenían algún efecto positivo en su organismo, por lo que a partir de esto empezaron a diferenciarlas y seleccionarlas.
Estas plantas nos proporcionan un jardín lleno de aroma que revive a cualquiera. Son fáciles de utilizar para curar dolencias comunes en casa, y no requieren mucho esfuerzo a la hora de buscarlas, cultivarlas o recolectarlas.
Actualmente, la importancia de las plantas medicinales en el mundo entero no sólo radica en su riqueza como parte de la cultura, sino también en el conocimiento científico que se genera a partir de su estudio y del análisis que se realiza de cuestiones ecológicas, geográficas, culturales, farmacológicas y químicas.
Remedios naturales para el estrés e insomnio
Algunas son tan comunes como el ajo, reconocido como fuerte antibiótico y muy utilizado para tratar resfriados, catarros e infecciones respiratorias; y otras tendremos que buscarlas en herboristerías o centros de jardinería. Pero lo que es verdad, es que estas plantas pueden ayudar a lidiar con muchos problemas de salud.
Algunas patologías, como el estrés y el insomnio, pueden mejorarse con estos remedios medicinales, sendas dolencias que se han convertido en grandes males contemporáneos.
Aunque en realidad, todos atravesamos situaciones de estrés de vez en cuando, ya que es la forma en la que el cerebro y el cuerpo responden a una demanda interna o externa. Así que, en principio, es un estado que forma parte del funcionamiento normal y esperable del organismo.
El problema viene cuando el estrés se siente con mucha frecuencia o por lapsos largos y continuos. Cuando esto ocurre, se produce toda una serie de alteraciones tanto en el cuerpo como en la mente y estos pueden llegar a ser tan graves que llegan a producir insomnio y así reducir la calidad de vida notoriamente.
El estrés entonces se convierte así en un factor que propicia e intensifica otras patologías mentales y físicas; por ello, aquí te dejo una lista de plantas que ayudan a reducirlo de forma efectiva.
1 El toronjil o melisa
Es una de las plantas medicinales más utilizadas para aliviar el estrés pues resulta muy adecuada para aquellos momentos en que se sienta mucha inquietud o nerviosismo. Para lograr el efecto deseado se debe tomar en infusión, dos o tres veces al día.
2 Hierba de San Juan
La Academia Mexicana de Neurología publicó un estudio en el cual se muestra que la hierba de San Juan es adecuada para aliviar el estrés, la ansiedad y el nerviosismo, que por ende erradica el insomnio, ya que tiene 12 componentes biológicamente activos que ayudan a tranquilizar y relajar el cuerpo, siendo el más importante de ellos la hiperforina, que es una sustancia sedante.
3 Valeriana
La valeriana es una de las plantas medicinales más populares pues se usa para tratar los estados de nerviosismo y, en particular, el muy irritante insomnio crónico. Esta planta ayuda a disminuir la actividad cerebral, así como a ralentizar la frecuencia cardíaca.
Es muy importante señalar que esta planta no se debe combinar con la ingestión de antidepresivos o ansiolíticos, ya que podría ser peligroso y tampoco es recomendable consumirla por más de dos semanas continuas.
4 Manzanilla
La infusión de la hermosa flor de manzanilla, ayuda a calmar los nervios y acelera la recuperación en casos de estrés y ansiedad generalizada.
Remedios naturales contra los males cardíacos
Otro de los padecimientos que las hierbas y plantas pueden ayudar a aliviar son los males cardíacos, como la hipertensión arterial, que según la Organización Mundial de la Salud (OMS), afecta a millones de personas en el planeta.
Es una enfermedad mortal no contagiosa, que ocasiona la muerte a 9 millones de personas anualmente, cuando no las discapacita de por vida, pues cuando la presión arterial elevada no es controlada, se pueden producir infartos de miocardio, accidentes cerebrovasculares y enfermedades renales.
Cuando la presión se ubica entre 140/90 y 159/99 se le llama hipertensión primaria y es la que afecta al 90 o 95 % de los casos. Por tanto, más allá de que el médico decida recomendar el uso de fármacos, de nuevo se impone llevar dieta y vida de forma más equilibrada.
1 Infusión de hojas de olivo
El olivo no solo es fuente del aceite de oliva, una de las grasas saludables que toda persona debe consumir para evitar la arteriosclerosis. Las hojas del olivo también son beneficiosas para combatir la hipertensión cuando se bebe en forma de infusión.
2 Té de cola de caballo
Una infusión de cola de caballo es excelente para combatir la hipertensión, al ser ampliamente reconocida por sus propiedades diuréticas, lo que ayuda controlar la presión arterial.
3 Romero y ajo
El romero tiene grandes propiedades hipotensivas y diuréticas, además es rico en flavonoides, lo que ayuda a mejorar la circulación de la sangre y prevenir la rigidez arterial. Si además se combina con el ajo, el hipotensivo por excelencia de la naturaleza, se potencian sus beneficios para combatir la hipertensión.
4 Granada
Técnicamente, la granada es una baya, y su jugo de es rico en antioxidantes y potasio, por lo que es excelente para combatir la hipertensión, la arteriosclerosis y el colesterol malo. Para aprovechar sus beneficios podemos preparar rico un licuado con ella y mejorar nuestra salud a diario.
Recuerda que estos remedios ayudan con estos padecimientos, pero es muy importante antes de tomarlos visitar al médico y seguir sus recomendaciones.
Teresa Guadalupe Correa Pérez
Lou Correa es una apasionada investigadora de ciencia y psicología, amante de los libros, el clima frío y los abrazos cálidos; joven madre de un bebé y esposa.
