¡Hijos insoportables!: 8 consejos para evitar que la gente los odie
Si tus hijos se han quedado sin amigos y las personas que los rodean los rechazan, esto sin duda te interesará.
Elizabeth González Torres
Debido a que pasas la mayor parte de tu tiempo al pendiente de la educación y crecimiento de tus hijos conoces, en gran medida, sus virtudes y defectos. El desafío viene, no obstante, al momento de aceptar algunas de esas cualidades, tanto positivas como negativas. Sobre todo, cuando se trata de aquellas que provocan el rechazo de la gente hacia ellos.
Admitir si su forma de ser o la manera en la que los estás educando no es la más adecuada, resulta bastante complicado. Es decir, si gritan o lloran en exceso, si discuten, insultan, molestan o golpean a los demás niños sin motivo alguno. Duele reconocer que dichas actitudes son dañinas y que, por lo tanto, deben trabajar en ellas con tu ayuda.
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No se trata, como podría fácilmente pensarse, de buscar todo el tiempo la aprobación de las personas. Por el contrario, se trata de que tus hijos puedan sentirse felices y con la capacidad de interrelacionarse sin ningún tipo de exclusión, y que no se les considere unos ¡niños insoportables!
Para que pongas manos a la obra, te comparto los siguientes ocho consejos encaminados a evitar que la gente los odie y los rechace:
1. Reconoce los defectos de tus hijos
Si percibes en ellos egocentrismo, intolerancia, agresividad, violencia u orgullo, esfuércense por modificar dichas conductas, pero nunca las consideres inofensivas o normales.
No te niegues a reconocer que tus hijos son tan imperfectos como cualquier ser humano. Eso les ayudará a sembrar la humildad en su corazón y les abrirá las puertas de un recibimiento más positivo de quienes los rodean.
2. No los consientas en exceso
Puedes amarlos tanto como quieras, mas no permitas que ese amor te haga caer en el exceso de consentirlos. Recibir amor, dinero, juguetes, halagos y dulces con medida los convertirá en niños que saben compartir y los alejará del egoísmo.
3. Establece límites
Enséñales que para todo hay un tiempo, medida, lugar y ocasión. Que así como hay momentos para jugar, gritar, llorar y hacer travesuras, también lo hay para orar, estar en silencio, estudiar y permanecer reverente. Hazles ver que al tener límites en su actuar, podrán vivir con mayor armonía personal y social.
4. El valor del respeto a los demás
Si deseas que sean bien recibidos en todo lugar, incúlcales el valor del respeto. Muéstrales lo significativo que puede resultar un “¿Me lo prestas?”o “¿Puedo tomarlo?”,
al jugar o convivir con otros niños.
5. Saber decir “gracias” y “por favor”
Las dos frases mágicas que les abrirán las puertas y el corazón de buenos amigos, familiares, vecinos, maestros y demás personas.
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6. No los excuses ante los demás
Si tus hijos han actuado de forma inadecuada, si han golpeado a alguien o si molestan a otros niños, no los excuses. No justifiques su actuar ni pretendas que los demás lo hagan. De ser así, los estarás alentando a seguir comportándose de manera negativa y esa pendiente puede resultar peligrosa y llena de amargura e infelicidad.
7. Niños amorosos y honestos
Instrúyelos respecto a lo importante que es el amor y la honestidad en todas y cada una de las relaciones que establezcan con las personas. Recuérdales que aquellos que dicen la verdad y son afectivos, tienden a tener más y mejores amigos.
8. Aléjalos de toda clase de orgullo y altivez
Ahora bien, si tus pequeños han perdido amistades o han sido relegados de ciertos círculos por tener un comportamiento orgulloso o altivo, abóquense a cambiar eso de inmediato. Ten presente que los más afectados por este tipo de actitudes son ellos mismos.
Que le quede muy claro que todos somos iguales, que todos tenemos los mismos derechos y obligaciones y que nadie es más o menos que ellos mismos. Al entender esto conocerán las dulces bendiciones que traen consigo la humildad y la sencillez.
Por último, recuérdales que los niños bien educados, respetuosos y agradables siempre tendrán las puertas abiertas a la felicidad.