Homero Simpson, mi ejemplo de hombre íntegro
Después de leer este artículo, nunca volverás a ver igual a Homero Simpson.
Rafael Vázquez
The Simpsons es la serie televisiva más exitosa de las últimas tres décadas. Es una serie de dibujos animados con contenido controversial, pues usa la comedia y el tono satírico para contar la vida de una familia disfuncional en un mundo moderno, en una sociedad típicamente estadounidense. Los temas, los tratamientos y algunos elementos del lenguaje que se usa en las versiones originales en inglés, hicieron que desde el principio la serie fuera clasificada como programa “restringido”, lo que significaba que debía verse con un criterio amplio y con mucha discreción.
En Latinoamérica, sin embargo, Los Simpson fueron programados en un horario familiar desde sus inicios, por lo que muchos crecimos disfrutando el humor (a veces simple, a veces muy exigente y a veces algo oscuro) del programa donde los personajes “humanos” son amarillos.
Homero Simpson
Pero eso de “familia disfuncional” nunca me quedó tan claro. Cierto: Homero es huérfano de madre y no tiene estudios universitarios. Es obeso y algo descuidado en su arreglo personal, odia el trabajo, es irascible, visceral y evita los libros. Ama los domingos, ver el futbol americano y beber cerveza. Come mucha carne y, lejos de brillar en su empleo, a veces es tan torpe que ha puesto en graves peligros a sus compañeros, a la compañía y a su ciudad. Sin embargo, después de muchos años y más de veinte temporadas (con un promedio de trece episodios cada una), puedo decir, sin reserva alguna, que este mundo sería mil veces mejor si tan sólo la mitad de los hombres fueran como Homero Simpson.
¿Qué dije? Eso precisamente: Homero es, quizás, el personaje más encomiable y digno de honra que hay entre los héroes y villanos del imaginario televisivo y de la cultura popular. Y es que, a pesar de todos sus defectos, Homero presenta cualidades que no se dan en los árboles. Es muy común encontrar en la vida real personas que tienen los defectos de Homero Simpson, pero hallar a quienes tienen sus cualidades, es mucho muy raro:
Su familia, su motivación
Aunque Homero es más bien holgazán y odia trabajar, lo hace, y para motivarse tiene en su estación de control una enorme colección de fotos de su bebé Maggie, junto a un letrero que dice “Hazlo por ella”.
Ama a sus hijos
Con Lisa es paciente, a pesar del carácter inquisitivo y exageradamente racional de la nena; se esfuerza por condescender en sus necesidades intelectuales y espirituales. Aunque le resulta un verdadero desafío, orienta y corrige a Bart, su hijo mayor, que tiene 10 años: lo ha cambiado de escuela varias veces, lo castiga, motiva, sermonea y pasa tiempo de calidad con él, aunque en el ambiente de la comedia, ese tiempo de calidad muchas veces significa que juntos hacen travesuras y se meten en líos descabellados. En una ocasión, para evitar que Bart saltara de un despeñadero en su patineta, Homero hizo el salto él mismo, y luego, en el hospital, para demostrar su valía, amor y sacrificio, le dijo a un deportista extremo: “Si eres valiente, educa a mis hijos”.
Es culto
¿Qué? ¿Homero, culto? ¡Pero si no lee, ni toma clases, ni fue a la Universidad! Aun así, desde su niñez Homero ha pasado horas y horas frente al televisor, por lo que conoce al dedillo personajes de películas, series y programas. Cuando está exaltado, cita memorables parlamentos de grandes joyas del cine, de poesía y fragmentos literarios que se transmitieron en la pantalla; utiliza a héroes y antihéroes de los filmes y las series de televisión para enseñar a sus hijos principios éticos.
Es alegre y entusiasta
Cuánta falta hacen más Homeros en este mundo, cuya disposición natural del ánimo siempre tienda a la diversión. No le gusta estar triste, ni enojado, y se ha dado cuenta de que guardar rencores solamente lo hace más infeliz, así que abandona el rencor rápidamente. Canta en la ducha y al conducir su auto, y todas las cosas que hace, las hace con una automotivación chispeante y contagiosa.
Es valiente
Homero emprende proyectos ambiciosos y abandera muchas causas nobles, como la protección civil, la lucha de los trabajadores ante los patrones, los derechos de las minorías, etc.
Ama a su esposa
Esta es la cualidad más notable de alguien que tiene la fama de ser mediocre, conformista, ignorante y fracasado (no es ninguna de esas cosas). Homero se enamoró de Marge en el último año de la escuela preuniversitaria. Años después descubrió que se había enamorado de ella desde que eran niños. La ha amado con locura y sin restricción desde siempre. Nunca le ha sido infiel, a pesar de que ha estado en situaciones muy comprometedoras, y siempre que ha estado a punto de perder su preciosa relación con Marge, ha encontrado el modo de recuperarla y salvar su matrimonio. Como una ocasión en que tiró al lago a un famoso y enorme pez gato que solo él pudo atrapar (lo que podría haberlo convertido en una leyenda) con tal de demostrarle a Marge que ella era más importante para él que la fama y el prestigio.
Lo sé: Homero puede ser desesperante, irritante y una gran molestia la mayor parte del tiempo, pero estoy seguro de que si todos los que ostentamos sus defectos presentáramos al menos la mitad de sus virtudes, éste sería un mundo más seguro, amoroso, divertido y feliz.
