Impedir el suicidio desde el hogar: cuida a los tuyos con estas 5 medidas de prevención
Todos podemos estar en riesgo de deprimirnos y considerar el suicidio como la solución a nuestros problemas, pero las recomendaciones de prevención que aquí se mencionan pueden hacer la gran diferencia.
Emma E. Sánchez
En 2015 la Organización Mundial de la Salud reportó el suicidio “entre las causas de defunción más importantes a todas las edades a nivel mundial”; el mismo informe agrega que “cada año se suicida casi un millón de personas”.
Estas son noticias alarmantes que de pronto podrían parecer lejanas, ajenas, pero que pierden esa “distancia” y se vuelven más cercanas cuando vemos que los factores de riesgo son:
-
Depresión
-
Trastornos mentales
-
Alcohol y otras drogas
Advertisement -
Violencia en cualquiera de sus formas
¿Hay alguno de estos factores en tu hogar? Tal vez sí. Todos son muy comunes y por desgracia están presentes en la mayoría de familias en el mundo. Y en algunos hogares, aparecen exacerbados, magnificados.
Como en todas las cosas importantes de la vida, la prevención es lo mejor que todos podemos hacer. Y en este caso no es la excepción. Así que, en este entendido, toma nota de estas medidas de prevención que están a tu alcance y que puedes poner en práctica en un dos por tres:
Llevarse bien es primordial
Tratarnos con amabilidad, cuidarnos unos a otros, ser amorosos, reír, jugar juntos, respaldarse en ¡tantos proyectos y situaciones! Crear relaciones sanas en la familia. Aquí entra todo aquello que debemos hacer a diario para tener y ser una familia donde todos se sientan aceptados, queridos y necesarios; donde cada integrante pueda tener la confianza de hablar cuando algo malo le sucede.
Es valioso cada miembro de la familia…
…por eso, hay que dar tiempo a cada uno. A veces, los padres descuidamos a la familia bajo el pretexto de que se tiene mucho trabajo y poco tiempo disponible, y entonces nos olvidamos de escuchar a los hijos, de salir con ellos, de amonestarlos y darles seguimiento en la escuela, de acompañarlos a sus actividades y pasatiempos y demostrarles que nos importan y que su vida es valiosa para nosotros.
“No hay peor ciego que el que no quiere ver”
No al autoengaño, la justificación y la minimización de problemas y conductas no sanas. Es curioso que cuando se platica con los familiares del suicida, éstos fueron aparentemente “ciegos” a todas las situaciones y conductas que claramente mostraban que algo malo estaba sucediendo, pero nadie puso atención hasta que la tragedia ocurrió. Por eso dicen que, “No hay peor ciego que el que no quiere ver”
Si alguien te comenta algo respecto a determinada situación que observó -porque le llamó la atención, por incomodidad-, si comienzan a suceder cosas, no cierres los ojos, pues negarlo no lo desaparece, únicamente lo hace más poderoso y, en en un caso llevado al extremo, destructivo.
Cadena solidaria, de ayuda y autoayuda
Algunas personas, jóvenes entre ellos, que estaban a punto de cometer un suicidio renunciaron a la idea porque un amigo les llamó en ese momento crítico, porque otro los invitó a salir, porque recordaron que tenían una asignación con el equipo o porque se dieron cuenta que provocarían mucho dolor a todos los que los amaban: hacer amigos, conservarlos y cuidarlos puede llegar a ser, prácticamente, un seguro de vida, de ayuda y autoayuda.
Actividad física, arte
Ya sea por salud, por tener una manera de expresión, por desahogo o porque perteneces a un grupo determinado, tener una actividad deportiva o artística nos puede ayudar a procesar dolores, penas y todo tipo de emociones.
Una vida espiritual entre tanto caos
Tener fe, creer en Dios y desarrollar nuestro espíritu nos da un signif
icado y respuesta a muchas interrogantes que la vida nos presenta. También, por medio de la fe, logramos comprender el valor que tenemos como persona y abrigamos la certeza de que ningún sufrimiento es eterno, que pasará y que todo será para nuestro bien.
Y, finalmente, todas estas recomendaciones aplícalas a ti misma, porque las mujeres también podemos estar en riesgo de deprimirnos y cometer un error que lastimaría mucho a todos los que nos rodean.