Joven mexicana termina con su novio, lo bloquea en su celular y redes sociales para no saber nada más de él; lo que ella no sabía es que él moriría al día siguiente
Él no se quitó la vida, Dios lo llevó sólo días después de que su novia lo dejara en un hecho que cubrió a México de luto. Antes de bloquear a alguien de tu vida... piénsalo dos veces.
Viviana Domínguez
Demasiadas peleas
En julio pasado de este año, Paola Veyna de México, le pidió a su novio Juan Pablo Irigoyen terminar con la relación, pues estaba cansada de tantas peleas, por lo que decidió bloquearlo en los diferentes medios sociales para así no tener forma de comunicarse con él.
Lamentablemente, la joven no volvería a poder comunicarse con él nunca más, ya que Juan Pablo fue una de las víctimas del terremoto que sacudió a México el 18 de Septiembre.
De acuerdo a lo publicado por El diario, el día del terremoto, el joven estaba en su casa junto a su madre en uno de los tantos edificios que se desplomaron, afortunadamente la madre alcanzó a salir antes del desmoronamiento, pero Juan Pablo decidió regresar para salvar la vida de su perrita quedando atrapado bajo los escombros.
La misma ex novia, fue quien advirtió a los bomberos que el joven aún estaba en el edificio. Lamentablemente el cuerpo sin vida del joven fue rescatado días después.
Por esta razón Paola escribió lo siguiente en su página de facebook:
“¿Cómo saber cuando será la última vez que vas a ver a alguien? Hay muchos que no saben que Juanpi y yo ya no eramos novios desde julio, ya peleabamos mucho y poco a poco se fue desmoronando lo que habíamos construido. Por distintas situaciones hace un mes yo le dije que no quería hablar por un tiempo, que lo bloquearía de todos lados y no porque no lo quisiera, sino porque estaba harta de pelear, le dije que nos volveríamos a ver e intentaremos ser amigos, pero lamentablemente ese día no llegó”.
La joven concluye, agradeciendo todo lo compartido y vividos juntos, como así también expresa que nadie espera la muerte, ni siquiera lo piensa.
La muerte casi siempre nos sorprende
Días atrás leí algo muy interesante, “De dos cosas estamos seguros en la vida, una que vamos a nacer, y segundo a morir”, pero a ti te pasará lo mismo que a todos, nunca estamos pensando sobre nuestra muerte, sino hasta que algo inesperado ocurre a un ser querido, amigo cercano, o alguna tragedia dentro de la comunidad, ahí es cuando nos detenemos a pensar, que al menos que estemos muy enfermos, la muerte no fija fecha, ni se anuncia, simplemente nos llega.
De acuerdo a la creencia Budista, ellos consideran que la vida “es la preparación para la muerte”, según el libro Tibetano de la vida y la muerte, Sogyal Rimpoche.
Su filosofía de vida nos suena algo extraña, a veces interesante, pues consideran a la vida-muerte como unidad, por lo que ellos dividen toda su existencia en 4 realidades:
- La vida, periodo transcurrido desde el nacimiento hasta el presente.
- La muerte en sí, y la preparación para ella.
- La vida después de la muerte.
- El renacimiento.
A mi entender esta perspectiva amplia de unidad muestra un sentido diferente de lo que estamos acostumbrados a entender como “vida” o “muerte”, conceptos considerados por el occidente como dos realidades separadas, opuestas, una celebrada y la otra llena de tristeza, deseada y rechazada, esperada y no deseada.
¿Prepararnos para la muerte?
Hablando sobre el tema con mi hijo de 15 años, llegó a una conclusión muy interesante, “si al nacer no recordamos nada, al morir volvemos a nacer”.
Me pareció una afirmación muy apropiada, y esperanzadora, pues más allá de la religión o creencia que uno profese, lo desafiante en la vida es aprender a hablar del tema, aceptar que todos vamos a morir en algún momento.
El considerar la muerte, como parte de nuestro paso por la vida, nos llevará a preocuparnos menos de las “cosas”, “objetos”, o “ganancias”, y a disfrutar más de la presencia de las personas, y de los momentos que compartimos con ellos, pues al fin de cuentas, cuando perdemos a alguien sólo pensamos en las cosas que podríamos haber hecho, o las cosas que olvidamos decirles, y eso es lo que nos entristece… la ausencia de la persona, y no sus bienes.
¿Qué se puede hacer para prepararse para morir?
- Siendo responsables de nuestra vida.
- Viviendo el presente.
- Entendiendo que todo cambia.
- Aceptando lo inesperado, agradable o desagradable.
- Conociendo el propósito de nuestra vida como ser individual.
- Comprendiendo las ventajas de tener un cuerpo físico aprovechando en cumplir con tus sueños.
No desesperes, la mejor forma de perderle el miedo es enfrentando la verdad que algún día, dejaremos de existir.