KiVa, el mejor método para acabar con el acoso escolar o bullying
En Finlandia, han logrado erradicar el bullying con el método KiVa. Su éxito ha logrado que muchos países lo repliquen. ¿Quieres saber en qué consiste?
Marilú Ochoa Méndez
Óscar, a sus 13 años, conoce bien lo que es sentirse agredido. Vivía una situación médica particular que le generaba incontinencia urinaria, y eso aparentemente significó un problema para su profesora de secundaria, quien en una ocasión, le negó el permiso de ir al baño. Ante su problema, Óscar tuvo un accidente en el aula, lo que ocasionó que sus compañeros comenzaran a acosarlo.
Esta situación alteró sus nervios, haciendo que sufriera náuseas, diarrea y mas problemas físicos, por lo que -a su pesar- tenía que solicitar con más frecuencia el permiso para salir del aula.
La profesora tomó la situación como un desafío, y decidió mostrarle al chico “quién mandaba”. En una ocasión en que a Óscar no se le permitió salir al baño, vomitó en su aula. Su profesora, molesta, lo obligó a limpiar el salón frente a todos sus compañeros.
Con la ayuda de otro profesor, este chico consiguió un permiso para ausentarse del salón durante dos semanas. El chico respiró, pero no estaba dispuesto a seguir pasando por esta situación, así que le pareció lo mejor tomar un líquido destapacaños un día antes de tener que volver a la escuela.
Cuando comenzó a vomitar sangre, su familia lo llevó a la clínica, donde procuraron ayudarlo, pero aún hoy, no se sabe si el chico podrá hablar más, debido al daño ocasionado en sus cuerdas vocales. Tampoco es seguro si en el futuro, Óscar podrá ingerir alimentos vía oral.
Este caso es uno de miles que ocurren en el mundo, que muestra el sufrimiento de niños y jóvenes ante una situación que los agobia terriblemente, y a la que muchos no saben reaccionar mas que haciéndose mas daño.
Urge que padres, maestros y niños, nos volvamos parte de la solución en este problema que cada vez cobra mas víctimas. Sigue leyendo, que nos interesa mostrarte un método sumamente efectivo para solucionar esta terrible situación.
El acoso escolar en cifras
Casos como este me hacen saltar las lágrimas. Como madre y profesora, me llena de impotencia saber que estas cosas suceden.
Mi preocupación no hace sino crecer, pues confieso avergonzada que mi país ocupa el primer lugar en casos de bullying o acoso escolar de acuerdo con la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), que evaluó más de 3o entidades. Según reporta este organismo, esta situación afecta a siete de cada diez niños de educación primaria y secundaria tanto en el sector público como el privado.
Según datos de la UNESCO, en Norteamérica, un 31.7% de niños y jóvenes ha sufrido acoso escolar, mientras que en Centroamérica, 20.5% han sido atacados físicamente. En Sudamérica, el acoso, las peleas y ataques entre niños y jóvenes, han llegado el 30.2%, 31.3% y 25.6% respectivamente. Desafortunadamente, es un fenómeno que va en aumento.
La raíz del problema
Escribió Elie Weisel:
“En cierto sentido, ser indiferente al sufrimiento es lo que deshumaniza al ser humano. A fin de cuentas, la indiferencia es más peligrosa que la ira y el odio”.
Este hombre, catedrático de la Universidad de Boston, vivió en carne propia la tortura, la pérdida de la libertad y la muerte de sus padres y hermanos en campos de concentración nazis. Y me parece que da en el clavo.
El político irlandés Edmund Burke, acuñó una frase impactante en este sentido: «Para que triunfe el mal, basta con que los hombres de bien no hagan nada».
Familias rotas han existido siempre. Personas con heridas emocionales profundas, que buscan hacer daño a otros, también. El tema, de acuerdo con los expertos, es ¿qué sucede en el mundo de hoy que pensamos que con dar “me gusta” o “me enoja” en una noticia o video viral, es suficiente acción de cambio?.
Según el doctor en Teoría de la Comunicación Guido Lara, el problema es también la indiferencia social: “El argumento mexicano por naturaleza: mientras no te toque a ti o a tu familia, no pasa nada”. Y continúa el experto: “El reto es sacudirnos la indiferencia no solo en los casos extremos sino en las pequeñas injusticias, abusos, llamadas de ayuda. Modificar los marcos perceptuales al ensayar acciones novedosas y soluciones inesperadas”.
De Finlandia al mundo: un método que funciona
Hace doce años, en Finlandia el acoso escolar también era un problema, pero lograron erradicarlo por completo. En este país europeo consiguieron dar en el clavo ante este triste problema social, enfocándose en sacudir la indiferencia, de manera que se fortalezca el tejido social, y se contenga el acoso de manera eficaz.
¿Cómo le hicieron? Con el método KiVa, que en finlandés significa “agradable” y es un acrónimo de la palabra Kiusaamista Vastaan que significa “contra el acoso“.
“El acosador busca poder, pero si los espectadores no reaccionan de manera positiva a sus comportamientos agresivos, no conseguirá esa posición de superioridad a la que tanto aspira y dejará de acosar. Por eso, la clave está en las actitudes”, indica Tiina Mäkelä, coordinadora del programa en Finlandia, y acreditada para exportar su éxito en los países de habla hispana.
De testigos a defensores de víctimas
El éxito de este programa es que los testigos de la violencia, en vez de inquietarse, sentir temor o indiferencia ante el acoso, se conviertan en elementos de conciliación y defensa de las víctimas.
La página oficial del método, nos indica que: “KiVa se basa en influir en los alumnos testigos del acoso para que no participen indirectamente en él. Si esto se consigue, el acosador, que necesita de reconocimiento para proseguir con el bullying, depondrá su actitud al no serle rentable ser cruel en términos de popularidad”.
Los pasos a seguir
La implementación de este programa pasa por trabajar las competencias emocionales de los niños, de manera que ellos sean capaces de notar si sus compañeros están ante una situación peligrosa e inquietante.
Se realiza también trabajo vivencial de análisis, diagnóstico y denuncia anónima de los casos de acoso, en el que se apoyan de videojuegos y mucho diálogo.
Una vez detectados los casos de bullying por el cuerpo escolar, especialmente los alumnos, existe un centro de expertos en sanar cada caso específico con el apoyo de especialistas.
Tú y yo podemos hacer algo
Darnos la mano unos a otros: la solidaridad sería el inicio del cambio social que tanto busca el hombre de hoy, tan aquejado por la violencia y falta de seguridad. Tú y yo podemos hoy comprometernos más para sanar el ambiente en los hogares, escuelas, hospitales, plazas públicas y centros de trabajo.
Seamos tú y yo hombres buenos de acción, de manera que estos males dejen de permear en el mundo.