La carga de responsabilidades casi destruye mi matrimonio y salud
Hay algo que puedes hacer para que no te suceda a ti.
Adriana Acosta Bujan
Después de un tiempo de matrimonio y de disfrutarse en pareja, normalmente llega la ilusión de tener hijos para formar una hermosa familia, ya que ellos son el reflejo del amor eterno en una relación.
Así que la vida toma su curso, las parejas tienen hijos y son muy felices ¡Después de todo es la ley de la vida! Pero a pesar de cumplir con la ilusión de ser padres, algunas veces se pasa desapercibida la gran responsabilidad que se asume.
Muchas mujeres deseamos que el día dure más de 24 horas, para poder terminar con todos los pendientes. Entre el quehacer de la casa, criar a los hijos, cuidar al esposo y trabajar, la carga de responsabilidades y obligaciones pareciera que es interminable.
No sólo es mi sentir o pensamiento; existe un estudio realizado por la Universidad de Padua publicado en ABC sociedad, donde se afirma que es fundamental estar preparado para asumir las cargas que suponen los cuidados de los hijos y hacer un reparto equilibrado de responsabilidades entre las parejas.
En la investigación se demostró que las mujeres suelen estresarse más por sus propios maridos que con sus hijos.
Incluso, en Universo Mamma se afirma que los maridos dejan de ser un apoyo para las mujeres en cuanto a los trabajos del hogar y la crianza de los hijos. Ya que ellos asumen su rol de proveer y proteger a la familia. Ocasionando el incremento de obligaciones en las mujeres.
Por ello, en ocasiones me he sentido tan agobiada y estresada con tantos pendientes por cumplir, que suelo perder el sentido de disfrutar cada momento con mi familia. Además, casi estuve a punto de perder mi matrimonio.
Por fortuna puede evitar una tragedia en mi relación, cuando tomé la iniciativa de platicar con mi pareja, expresando mis sentimientos. Por ello, es de suma importancia involucrar al esposo en las obligaciones familiares.
¿Cómo hacer que la pareja participe más?
1. Una buena conversación
Soy creyente en que la comunicación puede arreglar todos los conflictos. Por ello, es importante explicar de manera asertiva, sin reproches, ni chantajes, la manera de sentir.
Explicando la insatisfacción personal que sientes cuando tienes muchas obligaciones por cumplir. Así será más fácil que él pueda comprender que necesita colaborar y llegar a negociar las funciones del hogar contigo.
2. Reconociendo habilidades
Muchas veces no puedes delegar funciones a la ligera, tienes que tomar en cuenta las habilidades que tiene tu pareja. Por ejemplo, si él es bueno para lavar el coche, cortar el césped, tender las camas o cocinar, entonces deja que él lo haga.
Recuerda que todos tenemos habilidades y destrezas distintas, puede ser que tú seas muy buena para cocinar y tu esposo para lavar los platos.
3. Hacer una lista
Cuando escribes en un papel todas las cosas que tienes por hacer, es más sencillo cumplirlas. Por ello, necesitas hacer una lista y así poder delegar funciones, dando prioridad a tu esposo para elegir la que más le convenga. Todo ello, será pensando en que él tiene que salir a trabajar.
4. Valorar
Muchas veces las mujeres nos sentimos poco valoradas por el esfuerzo realizado a diario. Lo que provoca que olvidemos la importancia de hacer las cosas, ya que no recibimos el reconocimiento esperado.
Por ello, debemos decir que valorar el esfuerzo de la pareja, es la clave principal para evitar sentirse frustrado y estresado.
5. Día de labores en el hogar
El trabajo dentro de casa es interminable, ¡Tú bien lo sabes! Como por ejemplo: lavar la ropa, ordenar, cocinar, entre otras cosas. Así que es importante tener un día familiar dedicado a la limpieza del hogar.
Como decía mi madre, cuando todo está limpio las energías de tu casa fluyen y te hace sentir tranquilo y reconfortante, teniendo armonía familiar.
6. Rotar las responsabilidades
Muchas veces se hace muy cansando realizar el mismo trabajo por años.
En escuela para padres, nos comparten la idea de rotar las responsabilidades del hogar. Incluso puedes delegar funciones a todos los miembros de tu familia para hacer que el trabajo sea más ligero y agradable.
Además es una excelente idea para aportar nuevas maneras de hacer las cosas. Muchas veces podrás sorprenderte de cómo tú haces tal cosa y tu pareja lo realiza de otra manera, incluso puede ser más sencilla.
7. Deja de preocuparte
Muchas veces solemos preocuparnos todo el día por tratar de cumplir en tiempo y forma con todos los pendientes, sin embargo, algunas cosas pueden esperar. Se trata de pensar y priorizar las tareas del hogar.
Por ejemplo: los hijos nunca pueden esperar a ser atendidos pero sí puede esperar lavar la ropa.
8. Descanso pleno
Para olvidarte del estrés que te provoca toda la semana, dedícale un día al descanso pleno. Así compartir más experiencias inolvidables con tu familia y seres queridos. Aquí en este punto, deseo dejarte reflexionar: ¿vale la pena cumplir con todo sin darte un respiro?
Reglas para dejar de estresarte por las responsabilidades
Un estudio sobre el estrés, publicado en la revista Comparative Biology, aseguró que los motivos que lo causan son los estímulos ambientales y sociales que nos rodean. Además, que el estrés está vinculado a nuestras emociones.
Por ello, cuando sientes una carga inmensa de pendientes, puedes estar agobiada.
Por tal razón te recomiendo:
– Expresa tus sentimientos y emociones de manera efectiva con tu pareja. Así lograrás que él pueda empatizar contigo.
-Distribuye de manera equitativa las responsabilidades.
-Realiza una lista de prioridades.
-Dedica tiempo para ti.
-Evita hacer por un tiempo prolongado alguna obligación, utiliza los roles.
-Enfócate en disfrutar el presente y de los momentos inolvidables que la vida te regala.
Sé que son muchas las obligaciones de ser una mujer cuando tiene un esposo, hijos e incluso trabaja para colaborar con la economía del hogar. Sin embargo, es válido pedir ayuda a la pareja para aligerar las cargas y evitar afectar tu salud. Realiza estas recomendaciones y verás en poco tiempo cambios favorables.
Adriana Acosta Bujan
Adriana Acosta estudió comunicación, es madre y abuela, y actualmente se dedica a la enseñanza e investigación a nivel universitario en Puerto Vallarta. Publica sus escritos esperando que ayuden a las personas que leen sus útiles vivencias.
