La ciencia explica por qué duele tanto que te rompan el corazón
Una parte de mí se quedó junto a él. Le había dado tanto a mi vida. Sin embargo no hubo otro camino que decir adiós. ¿Entonces por qué dolía tanto?
Myrna del Carmen Flores
‘¿Sabes, amor? Yo nunca te he olvidado. Te recuerdo en cada estrella siempre que aparece’ Alberto Aguilera
Casi todos en algún momento de nuestra vida hemos sentido la punzada de dolor que nos inflige terminar con una relación amorosa. El dolor es tan fuerte que la frase “un corazón roto” puede describir con certeza esa sensación. Decir adiós, lastima. No importa si una relación terminó en buenos términos o no.
De acuerdo a un estudio de imagen del cerebro, realizado por la científica Naomi Eisenberg, el dolor emocional, afecta la misma región del cerebro que el dolor físico. Otros estudios, además, indican que una de las principales sustancias, entre otras, que intervienen en el sufrimiento romántico, es la dopamina.
La ciencia en su intento por definir esos sentimientos, más allá del aspecto romántico que utilizan las historias o la poesía, ha dividido el rompimiento amoroso en dos fases: protesta y resignación.
Fase de protesta
‘Donde quiera que estés te gustará saber que te pude olvidar y no he querido, y por fría que sea mi noche triste, no echo al fuego ni uno solo de los besos que me diste.’ Joan Manuel Serrat.
En esta fase, según la doctora Eisenberg, la persona sufre la pérdida de una manera intensa, comienza a rumiar en sus recuerdos, buscando la razón, el error, las causas de la ruptura. Muchos intentan ponerse en contacto por medio de mensajes, llamadas, o algo que les otorgue una pequeña esperanza.
Es en esta etapa donde está presente la dopamina, norepinefrina y otros químicos del cerebro. Pero entonces aparece el cortisol, sustancia presente durante situaciones de estrés. Esto provoca que el cuerpo comience a luchar contra las enfermedades, pero por el contrario, provoca que la persona enferme de dolores de garganta, resfriados, dolores musculares.
Al no tener respuesta en un mensaje, o una pequeña esperanza de reconciliación y de recuperar a la persona amada, de manera sorprendente, la dopamina no solo continúa en el cuerpo, sino que provoca que el amor sea aún más intenso. Es decir, que cuando perdemos a alguien que amamos, nos sentimos más enamorados.
Es en esta etapa donde la persona herida comienza a experimentar rencor. El amor y el rencor están situados en la misma región del cerebro. La ira pueda acelerar los latidos del corazón, aumentan la presión sanguínea y otras respuestas físicas. Sin embargo, a pesar de esa furia, el amor no ha desaparecido, la etapa odio/ amor continúa.
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Fase de resignación
‘No es que muera de amor, muero de ti’ Jaime Sabines
En esta etapa, la persona se encuentra muy cansada de esperar lo que no vendrá más, por lo que las emociones comienzan a disminuir, el cuerpo empieza a declinar la producción de dopamina. La reacción al estrés, que provocó incremento en otras sustancias, se detiene y causa que se produzcan en un nivel aún más bajo del normal. La baja en esas sustancias químicas, provoca una sensación de letargo y depresión. En esos momentos la persona necesita ayuda para poder superar su tristeza. Mucho dependerá de ella y de las personas que la rodean.
Recuperación
¿Qué otra pasión me espera? / ¿Será tranquila y pura? / ¡Si mis dedos pudieran deshojar a la luna!’ García Lorca
Conforme las emociones bajan, las ideas emergen. Se piensa con mayor claridad, se toman mejores decisiones. Podemos decir que en esta etapa estamos listos para continuar nuestra vida. Hemos aprendido de la experiencia vivida y, si la relación fue buena, siempre quedarán los recuerdos y todo lo bueno que esa persona nos dejó.
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