La compasión: símbolo de fortaleza humana

En el mundo hay necesidad de más personas caritativas y compasivas. ¿Cómo enseñamos esto a nuestros hijos? Todo comienza con estas verdades para ver la compasión como un atributo de fortaleza humana.

Anders Peterson

El proceso de crianza de los hijos implica muchos aspectos que uno como padre debe considerar y, al reflexionar sobre la crianza que quiero para mis hijos, muchas veces me he hecho las siguientes preguntas: ¿Qué valores deseo que nuestros hijos aprendan? ¿Qué atributos buenos, anhelo que ellos desarrollen? Una de esas cualidades es la compasión. Esto se debe a que hace poco escuché a uno de los compañeros de escuela de mis hijos, decir que se habían burlado de él, porque había demostrado compasión hacia su hermano menor. Este comentario me hizo reflexionar mucho en el hecho de que necesitamos más personas caritativas y compasivas en este mundo, y me propuse entender las siguientes verdades para ayudar a mis hijos a desarrollar este gran don de la compasión. Ojalá que a ti también puedan servirte para aplicarlo en tu propia familia:

El mostrar compasión

al observar ciertas actitudes y escuchar con atención las conversaciones que tengo no sólo con mis hijos sino con otras personas, me he dado cuenta de que muchos sienten compasión pero no hacen nada para demostrarla. Y en ocasiones no es porque no saben cómo demostrarla, sino que no saben por dónde empezar. Una meta que me propuse para lograr esto con mis hijos, es hablar de situaciones en la escuela, por ejemplo, en las que necesitarían tener compasión y cómo podrían aplicarla.

La compasión como símbolo de fortaleza humana en el varón

en mi caso personal, que tengo hijos varones, me ha sido muy útil reflexionar sobre enseñarles que cuando demuestran compasión no están mostrando un signo de debilidad, sino en realidad de grandeza humana.

La compasión como atributo femenino en la mujer

a pesar de que todavía no tengo hijas mujeres, he prestado atención en mi madre, mi esposa y mis hermanas. Creo que no hace falta tomar demasiado tiempo en entender que la mujer, por naturaleza, tiene mayor tendencia a sentir compasión por los demás. Las madres pueden ser un medio eficaz de enseñar a sus hijos la compasión no sólo mediante la palabra, sino también el ejemplo.

La compasión empieza en el hogar

mi suegra crió a sus hijos bajo el lema de que “si son buenos en casa, pueden ser buenos en cualquier lado”. De la misma manera, es muy factible que si somos compasivos en el hogar, con nuestra propia familia, podemos ser compasivos con los demás en la escuela, en el trabajo y en la comunidad donde nos desempeñamos. Tal como la generosidad genera generosidad, la compasión engendra compasión.

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Estas observaciones me han permitido aprender que la compasión, en todas sus formas, ya sea entre cónyuges, padres e hijos, hermanos, amigos, colegas, nos permite extender vínculos, profundizar relaciones de amistad, nos hace más prontos para perdonar y nos ayuda a tener una perspectiva de lo que otras personas sienten cuando son bendecidos por la compasión.

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Anders Peterson

Anders Peterson is a Spanish language instructor at the University of Arizona and also works as a translator and interpreter . He lives in Tucson with his wife and children.