La dieta de la convicción
¿Por qué no ves resultados? La respuesta es lógica pura: tú no quieres estar ahí. ¡Esa persona amante de las dietas no eres tú! Lo que necesitas no son dietas, lo que necesitas es convicción.
Yordy Giraldo
Perder kilos se ha convertido en el sueño dorado de millones de personas en el mundo, pero en la mayoría de los casos no pasa de ser eso, un sueño. Y es que seamos honestos: engordar se siente rete sabroso. Darnos el permiso de desayunar, comer y cenar con el cinturón desabrochado es la descripción gráfica de lo que la felicidad significa.
Lo malo llega después, cuando al querer abrocharte el cinto los extremos no se tocan o de plano la hebilla sale volando, y justo ahí comenzamos a comer lechugas, a preferir bebidas light y a desayunar agua caliente con jugo de limón. El problema es que en casi todos los casos esto tampoco funciona.
¿Por qué no ves resultados? La respuesta es lógica pura: tú no quieres estar ahí, ¡esa persona amante de las dietas no eres tú! Lo que necesitas no son dietas, lo que requieres con urgencia es convicción. Existen dos maneras de convencernos respecto de algo: una es a través de la racionalidad y otra, por medio de las creencias.
La primera consiste en interiorizar y aceptar determinados argumentos; una vez que hemos logrado hacerlos “nuestros”, difícilmente iremos en contra de lo que dicten. En cuanto a las creencias, éstas suelen ser más fuertes que las razones porque no exigen demostración, su aliada es la fe, y sentirnos a gusto con una percepción es todo lo que necesitamos.
¿Cómo lograr hacer dieta por convicción?
1. Infórmate
Para que una idea se implante en nuestra mente es necesario sembrarla, y el modo más certero de conseguirlo es mediante el reforzamiento; por ello, lo primero es irte casando con la idea de que necesitas cambiar, y por qué es importante que lo hagas.
Relee: Bajar de peso inicia en la mente.
2. No te canses de intentarlo
Muchas personas tiran la toalla temprano porque no logran convencerse a la velocidad que ellos quisieran, por eso es importante que seas consciente de que lo más seguro es que requieras de varios intentos antes de lograr tus objetivos.
Relee: 13 maneras de bajar de peso sin hacer dieta.
3. Ponte metas
A lo mejor es un pantalón, vestido o bikini, pero es importante que tengas algo que perseguir, tenlo a la mano para que te recuerde lo que quieres y, de ser posible, busca un cómplice que sea tu conciencia cuando flaquees.
Relee: ¡Levántate y anda!
4. Lleva un registro
Es un poco fastidioso hacerlo, lo reconozco, pero sí lo considero efectivo: cuando vayas viendo lo enooorme y poco saludable que es tu consumo de comida diaria, comenzarás a hacer cambios para reducirla y, por supuesto, esto contribuirá a tus propósitos.
5. Conoce los ingredientes
Saber qué es lo que estás comiendo suele ser bastante efectivo, sobre todo con la comida procesada. Muchos de esos alimentos son nada más saborizantes o desechos de animales o productos, y una vez que lo vemos con esa crudeza dejan de ser tan atractivos.
Por último, dos recomendaciones: la primera, no dejes de comer lo que te gusta; pero, por favor, no todo de una sentada. Lo mejor es que lo dosifiques durante el día, así, en vez de comer 1500 calorías en cada comida, te comerás 2000 en todo un día. Y la segunda, controla lo que ingieres en las noches, lo que cenas no lo quemas y se acumula.
Las recetas mágicas no existen. La constancia y la motivación son la solución verdadera para alcanzar las metas que nos propongamos, pero todo ello requiere de un adhesivo que haga que no nos despeguemos de nuestros objetivos, y esto sólo se logra alimentando nuestras convicciones. No hay otra fórmula.