La diferencia entre cerrar los ojos y estar cegado en tu relación de pareja
'Durante el noviazgo deberías tener los ojos bien abiertos, pero después del matrimonio mantenerlos un poco cerrados', David O. McKay.
Myrna del Carmen Flores
En la vida nadie es perfecto, todos lo sabemos, de manera que cuando hemos tomado la decisión de casarnos, debemos estar conscientes que habrá conflictos. En este sentido, lo importante será la manera en la que los enfrentemos. El abogado David O. McKay, haciendo referencia al matrimonio señala que: “Durante el noviazgo debes tener los ojos bien abiertos, pero después del matrimonio, mantenerlos un poco cerrados” pero, ¿cuál es el significado de esta frase?
Mantener los ojos muy abiertos
El significado de la primera parte de esta frase es simple: el noviazgo es el momento clave para conocer a nuestra futura pareja. Conocer sus defectos y virtudes, teniendo los ojos muy abiertos para poder decidir cuáles debilidades consideramos tolerables y cuáles no. Es en esta etapa en la que debemos poner en una balanza la forma de ser de nuestra pareja en relación con la nuestra.
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Mantener los ojos un poco cerrados
Al final de la frase, McKay nos dice que en el matrimonio debemos mantener los ojos un poco cerrados, indicándonos que debemos ser pacientes y tolerantes ante los errores de nuestro cónyuge. Es importante pasar por alto situaciones que no nos dañan y a las que tal vez tendemos a darles mayor importancia de la que en realidad tienen. Sin embargo, es sustancial aclarar las palabras exactas que se usaron: debemos mantener los ojos un poco cerrados. Pareciera que la clave está en ese “poco”, ya que el consejo no nos dice que debemos cerrar los ojos completamente. Es decir, que debemos pasar por alto detalles que no dañan la relación, pero no aquellos que lastiman, no solo el matrimonio, sino a la familia completa.
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Diferencia entre cerrar un poco los ojos y estar cegada
Según la antropóloga Helen Fisher, cuando estamos enamorados un área del cerebro se desactiva y no vemos los aspectos que no nos gustan de nuestra pareja, aceptando el resto. Sin embargo, existen ocasiones en las que aunque se reconocen estos aspectos, se comete el error de pensar que esa persona va a cambiar por nosotros, lo cual no es posible. Las personas pueden cambiar su forma de actuar o de reaccionar ante ciertas situaciones, pero su personalidad ya es parte de sí mismos. Entonces, ¿de qué manera puedes diferenciar si estas cerrando un poco los ojos o estas cegado? Hazte las siguientes preguntas:
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¿Con frecuencia sientes que algo anda mal, pero simplemente tratas de no pensar en ello, en lugar de hablarlo?
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Cuando la gente a tu alrededor te pregunta si estás con tu pareja, ¿le das excusas en lugar de razones?
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Los momentos que disfrutas al lado de tu pareja, ¿son menos frecuentes que las situaciones dolorosas?
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¿Te has sentido menospreciada por tu pareja en algún momento, pero disculpas este comportamiento de muchas maneras?
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¿Sientes que tu pareja te ha alejado de tus amigos o familia, pero crees que es normal porque ellos no tratan de entenderlo(a)?
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¿Piensas que tu pareja va a cambiar y que no habrá más infidelidades o malos tratos, aunque no muestra signos de arrepentimiento?
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¿Tu pareja tiene alguna adicción, pero tienes esperanzas que lo dejará por ti?
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¿No es un buen padre o madre, pero crees que pronto aprenderá?
Si contestaste afirmativamente a más de tres preguntas, tal vez deberías analizar tu relación, hablarlo con tu pareja e intentar mejorarla. Si contestaste afirmativamente a más de cinco preguntas, tal vez necesitas buscar algún tipo de ayuda para trabajar en torno a ello.
Recuerda que no es lo mismo entrecerrar un poco los ojos, a ponerse una venda para no ver lo que existe a tu alrededor. Dios siempre está contigo y puede darte la fuerza que necesitas para darle un cambio positivo a tu vida. Decídete a hacerlo.