La difícil decisión de elegir esposo
Si tienes dudas de que tu compañero actual sea la persona correcta con quien deberías casarte, continua leyendo. Este articulo te puede ayudar a aclarar el panorama.
Shaysiu García
Qué importante decisión es escoger sabiamente a la persona con la cual pasarás el resto de tu vida. Pese a su importancia, muchas veces ésta se toma a la ligera, apenas tomando en cuenta cosas superficiales de la persona elegida, sin profundizar, ni ver más allá si será la persona correcta.
Elige a la persona correcta para ti
Estar enamorado no es suficiente razón. Puedes, sin querer, estar enamorado de una “mala persona para ti”. Es cierto que nadie es perfecto, pero hay cosas con las que puedes lidiar y otras que sencillamente no puedes aceptar, por tu propio bien. Por ejemplo, si tú eres una persona que considera inadecuado el uso de sustancias tóxicas y el consumo de bebidas embriagantes, ¿te imaginas qué pasaría si te casas con una persona que incurre cotidianamente en estas conductas, para ti inadecuadas? Esto sería condenarte a ti misma a vivir en un propio infierno.
Por ello, más allá de que para algunas personas beber alcohol o consumir drogas no sea un problema, debes elegir aquella persona que sea buena para ti, que comparta tu concepto de lo que es adecuado, bueno, deseable en una persona. Por poco romántico que parezca, en este sentido, el amor no basta.
A muchas personas les basta con la atracción física, con que les hagan sentir bien y con que sea recíproco el amor. Esto, tal vez te puede parecer suficiente, porque en cierta forma cumple con tu estándar. Sin embargo hay otras cosas, también importantes que pudieses considerar. No se trata de ir tras el hombre o la mujer perfecta, porque no existen. Pero sí debes fijarte en ciertas y determinadas cosas, que harán que tu matrimonio tenga éxito y sea mucho más fácil y llevadero.
El noviazgo
El noviazgo es precisamente para eso, para conocer quién es la persona con la que existe una gran probabilidad de formar una familia. Sé que tal vez dirás algo muy común, que hemos escuchado por mucho tiempo y es “que nunca terminas de conocer a la persona, hasta que te casas”. Los ya esposos dirán que eso es cierto, pero también lo es que gran parte de los atributos de tu pareja los conoces en el periodo del noviazgo. Al menos lo suficiente como para determinar si es la persona idónea o no. Es decir, el noviazgo es el preámbulo a lo que será tu matrimonio.
Existen los casos en que ni siquiera hubo esa antesala, es decir, el tiempo suficiente para conocerse el uno al otro porque hay cosas que se adelantaron, como un embarazo no planificado o una decisión acelerada, incitada por el deseo del momento. En esas circunstancias no se puede hacer mucho, ya la decisión fue tomada y casi que es tarde para un arrepentimiento. Pero, si aún no das el gran paso de casarte, sigue leyendo y considera algunos de estos consejos.
Del noviazgo al matrimonio
Es importante que tomes en cuenta que la persona, hombre o mujer, te respete, te honre, te valore, le preocupe tu bienestar, sea responsable, fiel, leal, honesto, visionario, cariñoso, detallista, generoso y un sinfín de valores y virtudes que aunque parezcan más de lo mismo, son sumamente importantes. Es casi seguro que tu pareja no las tendrá todas, pero hay muchas que se pueden dejar pasar y cultivar en el camino, mientras que otras son transcendentales. Si por el contrario, tu pareja es todo lo opuesto a los valores antes mencionados, es una suficiente razón para huir de esa relación.
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¿Por qué deberías huir? Tan sencillo como que a una persona no la cambia un solo firmar un documento, ni un anillo en la mano. Creo firmemente en que las personas pueden cambiar y mejorar, pero debes tomar en cuenta que es bastante probable que si una persona te miente con frecuencia durante el noviazgo, lo hará también después de casados, por ejemplo. Si te ha sido infiel estando de novios, es casi seguro que también lo hará de casados; si te controla y domina por completo de manera excesiva, de la misma forma sucederá cuando sean esposos; si con frecuencia abusa de manera verbal o física durante el periodo pre matrimonial, pues también lo hará una vez casados.
Es verdad que todas las relaciones tienen problemas, pero hay cosas mayores que puedes evitar si tomas decisiones sabias a tiempo. Hay cosas que simplemente no puedes aceptar, ni ser partícipe de ellas. Debes ser lo suficientemente fuerte y determinante para ponerle fin a relaciones enfermizas y dañinas, donde son más los momentos de dolor y tragedia, que aquellos que te llenan de alegría y felicidad.
No te detengas por la presión social o espiritual que puedas sentir, porque puede ocurrir que no cortas con esas relaciones por obligación o por “el que dirán” en tus círculos más allegados. Tampoco sientas temor de dejar a la persona incorrecta por compasión, por miedo de quedarte sola, o por simple costumbre. Si algo no camina bien en el noviazgo, difícilmente caminará bien en el matrimonio. En el noviazgo, aún estas a tiempo de ponerle fin a esa relación que no tiene buen futuro.
No importa cuántas veces te equivoques, hasta que estés segura de que has encontrado a la persona idónea para formar una familia. Una ruptura no significa el fin de todo. Sé inteligente, se trata de tu vida, de tu futuro. La opinión de tus padres y de personas con mayor experiencia también cuenta y te puede servir de mucho, escucha a otras personas sabias que puedan darte buenos consejos. Y sobre todo, apóyate en Dios.