La fórmula del amor ideal: Tú + yo = nosotros
El misterio del amor en una relación radica en la preocupación por la pareja como un conjunto de dos personas que bailan a un mismo ritmo.
Erika Patricia Otero
No hay amor imposible, al menos desde mi perspectiva. En lo que a mí concierne hay seres humanos que no se arriesgan a dar y recibir amor.
Ciertamente, amar a alguien trae consigo muchas buenas cosas. Pero el asunto es que el amor solo crece y se fortalece gracias a los sufrimientos y sacrificios; de ninguna otra manera. En una relación, los buenos momentos son para disfrutar, y los malos para crecer y conocerse mejor.
En lo que se refiere al amor hay que entregarse sin medida a lo que sea que esa relación depare. Como sea que resulte ese amor -si me lo preguntas-, jamás saldrás perdiendo aunque te rompan el corazón. Y eso sucede todas las veces, de eso no tengas duda.
El amor como una novela
No es que yo tenga una visión muy romántica de la vida; es más, es posible que escriba estas líneas debido a la inspiración que me otorga la última historia de amor que leí recientemente. No lo sé, pero créeme cuando te digo que siempre vale la pena derramar un poco de lágrimas por el ser amado; aunque mal nos pague o termine abandonándonos en nuestros años dorados.
Una cosa sí tengo clara, y es que para amar bien y mejor esta fórmula es algo que jamás debemos olvidar: 1+1 siempre debería ser igual a 3: Tú, él o ella, y la relación
Si pensaste que el “tercero en disputa” eran los hijos, pues no es así. Los hijos de hecho son la consecuencia del amor manifestado. Pero no habrá hijos (al menos deseados) si la pareja no cuida la relación.
¿Qué chiste tiene traer hijos al mundo por obligación o por mantener a alguien atado a ti?, ninguno. Es más bonito y mucho mejor cuando los hijos -sean propios o adoptados-, llegan como consecuencia del amor surgido de dos personas que conforman una relación amorosa.
Claro que también hay amores capaces de salir adelante y superarse sin hijos. No es que no los deseen, es que a veces, por más que los anhelen, los hijos no llegan. Así el asunto, la pareja sigue adelante hasta el fin de sus días. Igual la fórmula se mantiene el pie, y con el amor como base y testigo de su lucha.
¿Por qué en el amor 1+1 es igual a 3?
Porque cuando te refieres a ti y a tu pareja la única manera en la que puedes hacerlo es hablar de un “nosotros”.
Pero antes de un nosotros hay dos personas. Cada una por su parte están incompletas hasta cuando tienen la fortuna de encontrarse. pero para que esto pase hay un arduo proceso que pocos seres humanos logran concretar.
Tú: Es imprescindible que para amar a otra persona comiences a amarte a ti misma. Si no te amas, te respetas y valoras; no sabrás hacer que te amen, respeten y valoren.
Amarse a sí mismo es aceptarse como es. Es cambiar solo porque así lo deseas, y no para complacer a alguien. No debes ser perfecta; es más, las imperfecciones en muchas ocasiones son las que hacen que las personas se amen mucho entre sí.
Él o ella: A veces, esa persona que se ama es alguien a quien idealizas. Pero la cuestión es que luego de la idealización llega el “aterrizar en la realidad”. Esto se logra a través los sacrificios, del dar y recibir, del abandono de los egos para ser uno solo y es acá cuando nace el “nosotros”.
Nosotros: Es -como dije antes-, el abandono del ego. Dejar de pensar en uno y lo que desea, y pensar en el bienestar de la otra persona.
Esto conlleva un trabajo arduo que no se da de la noche a la mañana, sino a través del conocimiento mutuo y el esfuerzo por seguir adelante a pesar de las dificultades.
La pareja y el crecimiento individual que los fortalece
Por supuesto que cada parte de esta fórmula requiere un trabajo individual. Debes recordar que cada persona tiene sueños, metas y aspiraciones que lo harán mejor ser humano. Súmale a eso las metas y aspiraciones que como pareja ambos desean alcanzar para ver realizados sus sueños en conjunto.
Una pareja se fortalece gracias al trabajo individual y mancomunado. Si no se esmeran por crecer como individuos, la pareja estará destinada al fracaso ya que ambos la conforman y no son seres estáticos, sino en cambio y movimiento continuo.
Cuando el mejoramiento de las dos personas encuentra sincronía, la pareja comienza a marchar bien. Pero cuando una de las partes de la pareja tiene aspiraciones, y la otra persona no, y solo se deja llevar por los acontecimientos, difícilmente la pareja podrá avanzar.
El amor puede funcionar tanto en dos seres por completo diferentes, así como en personas con muchos aspectos en común. Funciona porque ambas partes procuran que así sea, pero esto requiere trabajo continuo y comunicación fluida.
La importancia de hablar claro dentro del amor
Una pareja no es nada si no sabe comunicarse de manera fluida. No es hablar y hacer que se escucha; es hablar y escuchar de manera dinámica lo que mantiene unida a la pareja.
Puedes tratar de adjudicar un poder sobrenatural a las relaciones íntimas como ese “pegante instantaneo” que los mantiene unidos. Pero la realidad es que pueden entenderse muy bien sexualmente, y a la hora de tratar los problemas más profundos y de los que se necesita hablar, caer en suposiciones y alegatos que de a poco mellan la relación amorosa.
Ni el sexo, ni los hijos, ni callar y ceder sin rechistar son formas de mantenerse unidos a través del tiempo. El sexo es la expresión física del amor que ambos se tienen. Los hijos son el producto de ese amor que tarde o temprano dejarán el hogar; y callar para no pelear es la condena al fracaso.
Por eso, antes de prepararse para un compromiso a largo plazo, comprueben qué tan bien se llevan hablando y compartiendo tiempo juntos. Conózcanse mejor, conozcan a los amigos y a la familia del otro, procuren enamorarse del otro gracias a sus cualidades y amen sus defectos. Apóyense en las buenas y las malas aún siendo novios y eso les preparará para la vida en matrimonio.