La foto de su hija muriendo de cáncer destrozó el corazón de millones; ahora él revela lo que hizo con su cuerpito sin vida durante las 24 hs luego de su muerte
La revelación de lo que sucedió luego de que la niña de 4 años muriera, desgarra aún más corazones.
Mariel Reimann
Una lucha sin cuartel contra un enemigo despiadado
Con sólo leer su historia se me estruja el corazón, y ni siquiera quiero imaginar por un segundo lo que sentiría si estuviera en el lugar de la madre de la pequeña.
Andy Whelan, de 31 años de edad, reveló una de las fotos más desgarradoras en las que se veía a su hija de 4 años sufriendo en su batalla contra el cáncer. Andy quería mostrar una cara del cáncer que no muchos vemos, ni conocemos.
Sólo tres semanas después de la publicación de la famosa foto, Jessica, su hija, sucumbió a la batalla contra el neuroblastoma, el tipo de cáncer que afectaba a la pequeña.
Una entrevista exclusiva que revela lo que este padre hizo luego de la muerte de su hija
En una entrevista con el Daily Mail, Whelam compartió la decisión que él y su pareja, Nicky, tomaron acerca de lo que harían luego de que Jessica muriera.
Su última noche sería en casa; esta fue la decisión más dolorosa que un padre puede tener que tomar en la vida.
Jessica murió un domingo a las 7 de la mañana, y su padre se reusó a dejar que se llevaran su cuerpo. Él decidió pasar un último día con su hijita.
Un último día en casa, como si aún estuviera con ellos
“El domingo por la tarde yo le leí su historia favorita y la abrace y la tuve conmigo”, comenta este padre que está luchando contra una profunda depresión tras la partida de su bebé.
“Varias semanas antes de que muriera, nosotros la mudamos a nuestra habitación para poder estar con ella todo el tiempo, pero cuando ella falleció, decidimos mover todo de nuevo a su cuarto para que ella pudiera pasar su último día allí”, comenta este papá destrozado.
“Es raro de explicar, pero cuando ella se fue, sentimos una sensación de alivio, por que ella ya no iba a sufrir más. El día que ella murió habíamos estado orando todo el día pidiendo que se durmiera y que ya no despertara”, explica tratando de detener sus lágrimas.
Jessica sufrió de grades dolores y malestares durante sus tratamientos. Su padre confiesa a meses de su muerte que él sigue teniendo las peores pesadillas viendo a su hijita sufrir.
“Aunque he comenzado a sentirme un poco mejor, nunca me voy a sentir completo otra vez, por que Jessica era una gran parte de quien soy y de en quien me he convertido”.
Hoy lucha por otros niños con cáncer
No quería que se llevaran a su pequeña de su lado y se quedó con el cuerpito ya sin vida para cuidarla, leerle y abrazarla, pero nada de lo que hizo impidió que la vida se la quitara. Nadie mejor que él entiende el verdadero dolor por el que pasan estos niños y sus familia. Hoy, él lucha contra el cáncer tratando de ayudar a otros en su misma posición.
La mayoría de imágenes de niños con cáncer muestran, dentro de todo, lo más “positivo”, y es comprensible tratar de recordar lo mejor dentro de lo que se pueda, pero es gracias a la fotografía que este padre publicó de su hija, que el verdadero dolor de “esta sentencia de muerte” que significa esta enfermedad, que podemos ver con más realismo lo que es.
No podemos detenernos, de nosotros depende que más niños sean diagnosticados a tiempo
El cáncer y el tiempo son dos competidores; quien llega primero a la meta, por lo general es quien gana.
Nuestro conocimiento acerca de los síntomas del cáncer y nuestra habilidad para detectar una situación que puede ser potencialmente peligrosa para la salud de nuestros hijos, es el arma más poderosa que tenemos.
Pensar que no debemos informarnos por que a nosotros “no nos pasará”, es el pero error.
Creemos conciencia, busquemos información, compartamos la información útil, alertemos a otros padres, luchemos por nuestros pequeños. Ellos sólo nos tienen a nosotros y nuestro deber es velar por su bien y felicidad aunque en el camino nos perdamos a nosotros mismos.
Mariel Reimann
Mariel Reimann estudió leyes en la Universidad de Córdoba, Argentina y vive en Salt Lake City, Utah. Es madre de dos hijas que son la luz de su vida.
