La importancia de asistir a la iglesia como familia
Al finalizar la Semana Mayor, conocida como la Semana Santa, probablemente harás un espacio en tu agenda para ir unos días a la iglesia. Encuentra aquí unas razones para hacerlo siempre, no solo esta semana.
Shaysiu García
Las muchas ocupaciones diarias que implica el cuidado de la casa, la atención a tu familia o el trabajo, difícilmente te dejan tiempos libres para otro tipo de cosas. Probablemente has pensado que en medio de tantas labores, es difícil dedicar un tiempo todas las semanas, para ir a la casa de Dios. Entre los argumentos más frecuentes al respecto, quizá hayas mencionado alguna vez uno de estos:
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Yo creo en Dios y lo amo, no necesito estar metida en una iglesia todas las semanas para que Él lo sepa.
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Yo mantengo mi comunión e intimidad con Dios en mi casa y en todas partes, además todos los días leo una porción de Su palabra.
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Yo le alabo y le adoro en donde me encuentre, constantemente glorifico Su nombre.
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Los que están en las iglesias ya están salvos, allí en cuatro paredes no hacemos nada, hay que salir y hablarle al que está en la calle.
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Para todo se tiene un argumento justificable y, en este caso, estos son los más comunes. Sin embargo, déjame compartir contigo algunas de las razones por las cuales encuentro que es importante asistir a la iglesia como familia.
¿Por qué es tan importante asistir a la Iglesia?
“No solo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios” (Mateo 4:4). Estas fueron las palabras que Jesús respondió a Satanás cuando intentó tentarlo. A partir de este verso, podemos reflexionar que, así como nuestro cuerpo físico necesita alimento sólido para subsistir, también necesita el alimento espiritual que lo librará de las batallas con el enemigo.
Según algunas creencias, nuestra naturaleza humana está constituida por tres partes que forman al ser: cuerpo, alma y espíritu. Como ya mencioné, el cuerpo es alimentado a través de la comida, el ejercicio; el alma es alimentada a través de las emociones, sentimientos, conocimientos, entre otras cosas. Pero el espíritu solo puede ser alimentado y saciado a través de Dios. Ninguna otra cosa en la vida puede llenar esa parte de nuestro ser, que no sea Dios.
Todas aquellas cosas que mencioné al principio, son válidas. Pero te invito a considerar que aunque es necesario e importante que mantengas tu comunión personal con Dios y que donde quiera que estés puedas tener una actitud de adoración y gratitud hacia el Padre, también es importante dedicar un tiempo especial para adorarle en los lugares consagrados para ello. La iglesias son algunos de esos lugares que escoge Dios para hacer habitar su presencia. Independientemente de la religión que profeses, frecuentar esos lugares te llenará de Su paz, sentirás gozo y nuevas fuerzas. Así mismo, te revestirás de Su poder y gracia, además de que te ejercitará, preparará, formará y llenará de herramientas para salir al mundo y enfrentar todas las situaciones adversas con las que te puedes enfrentar.
Por estas razones, te invito a que hagas parte de tu rutina familiar asistir juntos a la iglesia. Te aseguro que más temprano que tarde, verás el cambio en ti y en tu familia.