La infelicidad de los padres también afecta a los hijos
Adriana Acosta Bujan
La mayoría de las parejas deciden formalizar su relación pensando que pasarán el resto de sus vidas junto con el ser amado. ¡Eso es lo ideal! Se casan enamorados y totalmente felices. Sin embargo, en algunas ocasiones no es así, ese cuento de hadas no llega a tener un final feliz sea por las razones que sea.
Así, muchas parejas viven infelices por un largo tiempo hasta que toman la decisión de separarse definitivamente; y es así cuando en ese lapso de decisiones e infelicidad que experimenta la pareja puede afectar a los hijos.
Entre peleas, gritos, insultos, discusiones, silencios e indiferencia que vive la pareja infeliz, los hijos lo perciben y es cuando ellos resultan ser los más perjudicados.
Y aunque los padres desean ocultar su verdadera infelicidad al estar juntos por no afectar a los hijos, la realidad es que no se puede; ya que ellos, tengan la edad que tengan, siempre se darán cuenta de que sus padres no son felices.
Una historia para contar
Por un tiempo deseaba callar mi dolor, mi tristeza y angustia. En ocasiones cerraba la puerta de mi habitación para poder discutir con mi ex pareja.
Recuerdo que mis lágrimas no cesaban ni un instante y aunque limpiara mi rostro al salir de mi habitación para saludar a mi pequeño hijo, él siempre se daba cuenta que había llorado.
Fue entonces que cambié de estrategia (erróneamente). En aquel entonces tomé la decisión de involucrar a mi pequeño hijo en las peleas constantes que tuve con mi ex pareja.
El objetivo de qué él se diera cuenta lo que realmente ocurría y así él se percataría de quién era el culpable de la futura separación de sus padres.
Ninguna estrategia funcionó como esperaba; ya que silenciar mis emociones o dejarlas libres era lo que más le hacía daño a mi hijo. Muchas veces llegué a subestimarlo por la corta edad que tenía él en aquella época.
Después de un tiempo, y cuando tomamos la decisión de divorciarnos, fue cuando comprendí todo el daño que le habíamos causado a nuestro hijo; ya que nuestra infelicidad como pareja él la experimentaba también; incluso mi hijo se sentía culpable por nuestros conflictos y peleas que teníamos como matrimonio.
La infelicidad de la pareja destruye a los hijos
Tal vez mi historia te parezca familiar y puedas identificarte con algunas de las situaciones que has experimentado con tu pareja. Al final de cuentas, todas las parejas atraviesan por momentos buenos y malos.
Ahora bien, es importante que la infelicidad que sientes no perjudique a tus hijos, pues las consecuencias pueden ser irreversibles y pueden afectar sus relaciones futuras cuando sean adultos.
Cómo afecta a los hijos y cómo evitar consecuencias fatales
La Universidad de Granada realizó una investigación en la cual analizaron el efecto de los hijos cuando los padres son infelices durante su matrimonio.
Los resultados revelaron que los hijos que vieron a sus padres discutir frecuentemente o estaban distanciados mostraban un riesgo elevado de desarrollar problemas de agresividad y conductas delictivas en el futuro.
Desafortunadamente, no solo estas son las consecuencias, también podemos analizar:
1. Baja autoestima
Cuando los padres son infelices en su matrimonio, los hijos llegan a creer que son los culpables de su futura ruptura, eso les afecta gravemente en su autoestima.
Ellos no solo se sienten poco valorados, sino que creen que no son merecedores del amor de sus padres, que son la causa de sus discusiones y peleas constantes.
La autoestima no solo afecta su amor propio, sino la confianza en ellos mismos, su seguridad, la toma de decisiones. Todo eso puede afectar su salud física con manifestaciones de episodios de insomnio, estrés, depresión, trastornos alimenticios por mencionar algunos.
Si estas atravesando por una situación de infelicidad con tu pareja, es fundamental que tus hijos se sientan queridos por ambos.
Una manera de hacerlo será abriendo diálogos asertivos que demuestren a tus hijos que son queridos, amados y especiales, y que nunca perderán el amor a pesar de las futuras decisiones que lleguen a tener como pareja.
2. Conflictos emocionales
Los hijos, al darse cuenta que sus padres viven en un ambiente de infelicidad, pueden estar más propensos a desarrollar ansiedad y a tener reacciones agresivas e irritables al experimentar sentimientos de culpabilidad, afirma un estudio realizado en la Universidad de Notre Dame.
Cuando los hijos viven en un ambiente negativo será lógico que tengan sus emociones desequilibradas, explotando a la más mínima provocación.
Eso en un futuro podrá ser perjudicial ya que no sabrán controlar sus emociones y podrán perjudicar sus relaciones futuras, ya sea con una pareja o en cualquier ámbito de su vida.
Es importante decirles a los hijos que es bueno dejar fluir las emociones y más cuando son negativas; siempre y cuando no afecte a los demás.
Es válido llorar, gritar o sentirse frustrado, pero que se debe hacer por un lapso de tiempo corto para no dejar que esas emociones negativas permanezcan en la mente porque destruyen el alma.
3. Bajo rendimiento escolar
Los hijos que viven en un ambiente destructivo por parte de sus padres suelen ser afectados de manera cognitiva. Es decir, el aprovechamiento escolar baja radicalmente por estar pensando en la situación familiar.
Los hijos no ponen atención a los deberes y es por ello que sacarán bajas calificaciones.
Es importante ayudarlos con las tareas y deberes escolares para que ellos logren tener éxito académico. Así, se concentrarán más en otras cosas y distraerán su mente en cosas que realmente son benéficas para su futuro.
La infelicidad de los padres es muy perjudicial para los hijos. Debemos demostrarles que son amados en todo momento y que no son los culpables de nuestras decisiones.
Al final de cuentas, los hijos madurarán y podrán comprender que siempre habrá mucho amor por parte de mamá y papá a pesar de la distancia.