La mamás mileniales crían hijos más felices, según lo afirma un nuevo estudio
Las mamás nacidas luego de 1981 crían hijos mucho más felices,¿Eres tú una de ellas?
Mariel Reimann
Lo desconocido nos asusta. Ha sido así desde el principio de los tiempos y lo seguirá siendo hasta el final. Todo lo que desconocemos nos paraliza, y es normal; si nuestra mente no produjera el sentimiento de miedo a lo desconocido, no habríamos sobrevivido como especie.
También es normal que las generaciones anteriores a las nuestras critiquen las más nuevas.
La madres mileniales (nacidas a partir de 1981) nacieron en un mundo totalmente diferente al que las mamás nacidas antes estábamos acostumbradas.
Ni siquiera la forma en la que vemos las novelas es la misma. No se rentan películas en un negocio, no se espera hasta el día siguiente para ver el próximo capítulo de nuestra serie favorita; ahora podemos ver los 15 episodios en un par de días si así lo deseamos. No esperamos el cartero, no vamos a un teléfono público a hacer una llamada, ni tampoco vemos muchos niños jugando en las calles.
Los tiempos han cambiado y los métodos de crianza lo han hecho también
La prestigiosa fundación Walton Family Foundation realizó un estudio llegando a la conclusión de que “las mamás mileniales están cayendo en una nueva tendencia innegable: crían hijos más felices”.
Luego de un exhaustivo seguimiento y monitoreo realizado por psicólogos a más 150 mil mamás nacidas entre 1981 y 1990, se llegó a la conclusión de que “su descendencia tiene un mayor potencial educacional y social”.
Las seis cosas que las mamás mileniales hacen diferente y por las que crían niños más felices
Serán más inclusivos
Como abogada, parte de mi trabajo es enseñar las leyes de antidiscriminación para el estado de Utah. Todos los días me toca lidiar con personas a quienes parece costarles entender que el color, la raza, la religión, o la nacionalidad no hacen a una persona más o menos humana. En esencia, todos somos exactamente iguales.
La discriminación ha sido y sigue siendo una de las razones más poderosas y responsable de tumultos, guerras y heridas innecesarias. No obstante, ésto está comenzando a cambiar.
El estudio descubrió que los niños de las mamás mileniales son abiertos, no ven las diferencia de colores de piel, son más inclusivos y equitativos. Ésto impacta directamente en su habilidad de ser, instantáneamente, más felices.
No todo es una competencia en sus vidas
La nueva sociedad está entendiendo que al trabajar juntos, aunque seamos competidores en cierto rubro, nos acerca al éxito más rápido.
Venimos de generaciones y generaciones en las que creímos fehacientemente que debemos competir constantemente por un lugar en el mundo. Estas nuevas mamás viven en un mundo que entiende que cuanto más unión, inclusive con quien sería un potencial oponente, más fuerza tendrán ambos.
Los hijos de las mileniales son más propensos al altruismo, a enfocarse en el bien ajeno para luego recibir la gratificación personal.
Los animales no son sólo para comerse, también son para amarse
Mis hijas decidieron hacerse vegetarianas cuando la mayor tenía 6 años, y su hermana de sólo 2 siguió sus pasos. Segura de que les duraría un par de meses decidí seguirles el ‘juego’. El par de meses se ha convertido en 7 años. Nunca más un bocado de carne.
Las nuevas generaciones tienen un mayor respeto por los animales en general. Ésto impacta tremendamente en el cuidado y crecimiento de nuestros hijos. Según el estudio, estos pequeños serán más conscientes de la fauna y tendrán una conexión más fuerte con el medio que los rodea. Esta conexión impacta positivamente en sus vidas.
Hacer más de una cosa a la vez, será su segunda naturaleza
Venimos del teléfono con un disco para marcar los números que memorizamos o apuntábamos en una libreta. Hoy en día nuestros teléfonos son un supermercado, la mejor librería, el mapa, nuestros contactos, el cartero, el museo más grande del mundo y un productor inagotable de información, ideas, y conocimiento.
La exposición a estos medios (claro que con sus límites y cautela) hace que el cerebro de nuestros hijos se programe de una forma distinta. Sus cerebros pueden prestar atención a más de una cosa a la vez, sus cerebros observan y consumen mucha más información continuamente.
Tendrán más responsabilidad económica
Nuestra generación fue inculcada con la idea de que cuanto más trabajemos más dinero tendremos. La nueva generación cree en aplicar diferentes estrategias para producir más sin dejar la vida en el trabajo. Esta transición se hace evidente ante los ojos de nuestros hijos ayudándolos a tener una conexión más fuerte con la responsabilidad de ganar dinero de una manera inteligente.
Más felicidad
La constante interacción con miles de seres humanos en forma personal, o a través de las páginas sociales, ha creado una sociedad mundial. Una sociedad que sabe lo que está pasando en cada parte del mundo; que trata de ayudar, de aportar, que siente empatía por la crisis de un país hermano. Estamos aprendiendo a ser felices con el logro de los demás y a solidarizarnos con el dolor ajeno.
Estos niños incluirán al prójimo y no notarán las diferencias. Estos niños serán y son más felices porque están aprendiendo a amar con inclusión.
¿Eres parte de este grupo de mamás que está cambiando al mundo?