La maternidad, el milagro de conectarse con la vida
La maternidad presenta a veces algunos obstáculos, pero estos consejos te ayudarán a conectarte con tu bebé y disfrutar tu rol plenamente.
Danitza Covarrubias
Cuando una mujer tiene un bebé, no sólo surge una nueva vida en la llegada de ese recién nacido, sino que también emerge milagrosamente una madre. Antes de la llegada del bebé somos mujeres, pero esa capacidad de dar y cuidar la vida surge cuando nace tu hijo y un torrente de hormonas fluye en tu cuerpo.
Una de las grandes dificultades que representa este suceso es que en ese instante deseamos ser la madre perfecta. Y no sólo lo deseamos, si no que de cierta manera lo creemos indispensable para la supervivencia del recién llegado.
Asimismo, sentimos que toda la sociedad nos lo exige que además sigamos siendo la mujer que éramos antes. No hay cosa más imposible. El proceso del embarazo, del parto o cesárea, y el tener un bebé en brazos nos transforma completamente.
Poder asimilarlo y procesar las emociones que surjan será imprescindible para lograr la tarea de la maternidad.
Los obstáculos
Hay diversas teorías, enfoques, libros contradiciéndose el uno al otro, que termina una mujer totalmente confundida ante tantas opciones en la alimentación, ante la manera de dormir, la manera de tratar a un bebé. Y muchas veces sabe cuál es el mejor camino para criar a un hijo.
Además, hay un obstáculo interno mayor, que provocó la larga historia en la que en el patriarcado obligó a la mujer a desconectarse de sus instintos maternos. Sometida a la voluntad del hombre, renunció a su sabiduría natural, resultado de varias etapas históricas.
Como resultado de lo anterior, tenemos las mujeres una historia personal de desamparo, y por lo tanto de desconexión. Esto dificulta poder confiar en la sabiduría femenina, que además tiene mala fama.
La medicina, al apoderarse del parto, dejó a la mujer aún más alejada de sus instintos naturales al entorpecer un proceso natural que en sí mismo provocaba el vínculo con la cría; por ejemplo, bañar inmediatamente al bebé, que no permite que la mujer lo huela con todos los elementos que le provocarán reconocerle como propio.
La estructura social se modificó de manera que de ser una tribu, en el mejor de los casos el bebé llega a una familia nuclear, que deja muchos huecos aún por llenar. Una tarea que se hacía entre muchos, ahora la cumplen solo dos, y hasta a veces uno solo.
Con todo este contexto, de pronto la mujer se encuentra con un bebé en los brazos, sola, probablemente con un reajuste hormonal que provoca un revoltijo en las emociones.
¿Es así posible disfrutar la maternidad?
Sí, puedes disfrutar de tu maternidad
Consejos para poder entregarte a tu nuevo rol completamente:
1 Regresa a lo básico
Aunque socialmente tal vez puede ser mal visto, todo lo relativo a la crianza en los primeros meses, tiene que ver con lo básico. Es el propio instinto el que ayuda a vincularte con tu bebé. Huélelo, míralo, procura tener contacto piel con piel. Un rebozo puede ayudar para recordar lo que era tenerlo en el vientre. Este contacto facilitará el flujo hormonal que ayuda a las funciones de mamá: la lactancia, el apego, etc.
2 Asómbrate
Asombrarnos es una emoción positiva. Maravillarte ante lo que ya nos parece normal ayuda. Mira lo maravilloso de tu cuerpo al ver fluir alimento para tu bebé, al descubrir cómo escuchas a tu bebé cuando otros no le oyen, o que te anticipas a su llanto. Mírale y asómbrate de cada detalle de esa pequeña y diminuta persona que estaba dentro de ti. Recuerda que hace unos días estaba dentro de tí, y que surgió del amor entre tú y tu pareja.
3 Decide quiénes serán tus personas de confianza
Todos alrededor te llenarán de comentarios, instrucciones, y puedes entrar en dudas y contradicciones. Esta persona puede ser en la que confíes en su opinión en temas de controversia. Puede también acompañarte en ese proceso de convertirte en madre.
4 Recuerda el origen
Recuerda de dónde surgió la vida de tu bebé. El vínculo entre tú y tu pareja dio por resultado la vida. Recuerda mirarlo, darle algunos minutos como pareja, pregúntale cómo se siente al ser papá, y háblale acerca de cómo te sientes tú como mamá.
5 Recuérdate
Recuerda mirarte en esta nueva etapa. Eres mujer y persona antes que mamá, y por abrumador que resulte, necesitas asegurar tu salud y bienestar. Para poder estar de pie y sostener a tu bebé, es necesario estés completa. Mira y reconoce cada logro como mamá, pues es un proceso, no sólo el bebé acaba de nacer, también la mamá que eres. Haz un checklist de tus necesidades personales básicas como tomarte un baño, comer, para estar al pendiente de ti.
6 Crea una tribu
Crea una red de apoyo entre vecinas, amigas, familia, o grupos de mamás. Genera una red en la que puedas apoyarte, compartir tus emociones, tus necesidades, o información respecto a los temas que tengas dudas. En general, son otras mamás las que puedan ayudarte en este proceso.
7 Revisa y sana tu relación con tu madre
Cuando contactamos con la fragilidad después del parto, contactamos con la niña que fuimos. Suelen saltar a la vista todos aquellos temas con mamá que necesitan sanarse y acomodarse. Escribirlos puede ayudar a dales luz. Si tienes ganas de llorar, permítete hacerlo. Y no olvides apoyarte en ella y conversar.
8 Acude a un profesional
Los temas que surgen en el punto 6 pueden desbordarte. Si a esto sumas el cambio hormonal, los cambios de rutina, y el agotamiento, puede ser confuso. De ser necesario, busca ayuda profesional. A veces el cambio es tan fuerte en todos los aspectos que se requiere de un experto.
9 Recuerda que el caos es temporal
Como todo lo novedoso, la maternidad requiere un proceso de aprendizaje, de adaptación, que con el tiempo el caos terminará. Date el tiempo de expresar tus emociones, y después trata de enfocarte en soluciones.
10 Disfrútalo
Cuando menos lo esperes, tu criatura estará ingresando al jardín de niños, y este momento será un recuerdo. Trata de atesorar en tu memoria cada momento.
Tu experiencia con otras mujeres y madres puede ser enriquecedora, y un punto de enriquecimiento propio.
Y tú, ¿Qué otros consejos sugieres? Comparte este articulo con otras mujeres a quienes la maternidad les ha cambiado la vida.