La palabra que alguien con trastorno de ansiedad NO quiere escuchar… ¿Sabes cuál es?

“Yo no aumento ni un gramo porque mi ansiedad funciona como los ejercicios aeróbicos.” Woody Allen

Myrna del Carmen Flores

Las dificultades para estudiar en la universidad fueron muchas, no sabía si lo lograría. El primer paso era solicitar la beca, después que fui aceptada, imaginé que todo sería sencillo, pero no fue así. Los requisitos, los tramites, los errores, todos fueron una cadena de obstáculos que parecían alejarme de mi objetivo. Un día parecía que algo se solucionaba, y entonces surgía un nuevo conflicto. Al final se logró, pero no sin antes poner a prueba toda mi paciencia.

Todo eso exacerbó mi problema de ansiedad generalizada. Había días que sentía los síntomas en mi cuerpo. Palpitaciones, sudoración, mareos, resequedad en mi cuerpo, tensión muscular, dolores estomacales. Ya me lo había dicho alguna vez el ortopedista: “puedo ayudarla a superar la tensión muscular, pero si no supera sus problemas de ansiedad, volverá aquí muchas veces”.

Por supuesto que las personas a mi alrededor lo notaban y entonces, como por inercia ellos pronunciaban la palabra temida: “TRANQUILA“. Sé que lo hacían con cariño, por ayudarme; sin embargo, palabras como esa solo logran alterarme más. ¿Por qué? Porque resaltan lo ilógicas y exageradas que pueden ser mis reacciones ante cualquier situación que a mí me parezca abrumadora. La palabra “tranquila” tiene otro significado para las personas con ansiedad.

La ansiedad generalizada se define como un estado mental que se caracteriza por una gran inquietud, una intensa excitación y una extrema inseguridad. Es normal sentir preocupación por los problemas a los que nos enfrentamos día a día. Incluso, sentir estrés por una situación de conflicto por la que se esté atravesando, pero la preocupación que sienten las personas que sufren de ansiedad puede ser considerada como excesiva. La situación puede ser real o imaginaria, pero la inquietud causada en las personas que la padecen es EXTREMA.

Si quieres saber más de esta enfermedad puedes consultar pàginas como ACTAD (Asociaciòn Catalana para el Trastorno de La Ansiedad y Depresiòn) o NIH ( Instituto Nacional de Salud), aunque lo más importante en cada caso es acudir con un especialista que confirme y en cada caso otorgue solución a ese problema. Sin embargo, más que tratarlo desde el punto de vista médico, me gustaría indicar en este artículo lo que me ha servido a mí escuchar o sentir de las personas que están a mi lado cuando he sufrido ansiedad.

Palabras de espiritualidad

Mi amiga Mary, siempre que me ve ansiosa, sabe que palabras usar. Siempre comienza con un: “Imagino cómo te sientes”, lo que me hace sentir que aunque ella no lo haya vivido, o tal vez no lo entienda, no me está juzgando. Luego continua con un “déjalo en las manos de Dios, Él sabrá cómo guiarte y cómo resolver la situación”. Nada como sentir que un poder superior está en control ante mi impotencia como humana, para sentirme segura. Nada como que me recuerden que Dios está conmigo.

Darle poca importancia

Aunque parezca extraño, así es, mi amiga Celina me escucha, me hace alguna que otra pregunta y luego me dice: “Lo vas a resolver, total tú puedes, y si no, pues es que así tenía que ser”. Así de simple ella me regresa a la normalidad, haciéndome sentir que si puedo resolverlo es bueno y si no, pues no hay porque preocuparse porque la vida sigue. Tan fácilmente logra ella hacerme sentir segura de nuevo.

Un toque mágico

Nada como la respuesta de mi esposo al sentirme ansiosa. No dice nada, no es demasiado elocuente, sin embargo, me abraza, nada más. Solo con eso puedo volver a sentir seguridad. O mi amiga alma que no pregunta nada cuando me ve triste, solo llega me abraza y me dice “Te quiero mucho”, es increible. Así de grande es sentir el toque mágico que te da el cariño de una persona.

Simplemente escuchar

De manera sencilla, algo que me ayuda mucho, son las personas que solo me escuchan, sin críticas, ni consejos. Hacen preguntas clave y a veces esas preguntas me hacen pensar de una manera diferente.

Existen diferentes trastornos y niveles de ansiedad, y sin duda alguna cada caso es distinto, pero esto me ha servido en momentos de crisis. ¿Y a ti qué cosas te hacen sentir mejor, o de qué manera haces sentir mejor a los que tal vez tengan este mismo trastorno?

Myrna del Carmen Flores

Myrna del Carmen Flores es maestra de inglés y madre de dos jóvenes. Puedes contactarla en