La perfecta imperfección del matrimonio

Así es el matrimonio, imperfecto, las dificultades y los sinsabores son parte de su encanto. Al final cuando miras a tus hijos o cuando por fin lo que han soñado juntos, va tomando forma, sabes que ha valido la pena.

Diana Cantor Martinez

La imperfección en el matrimonio tiene una belleza que pocas veces podemos apreciar. La vida en pareja se convierte en una lucha constante por alcanzar lo perfecto e inmaculado y en esa carrera se va la vida, ¡casi como un desperdicio!, porque la realidad es que la perfección no existe. Lo único que puede alivianar esa carga en la búsqueda de mejorar siempre las actuales condiciones en el matrimonio, es aprender a querer y a valorar lo que se ha logrado con el paso de los años, es comprender que la felicidad es simplemente imperfecta y nunca completa. Sigue leyendo y descubre cómo el matrimonio puede seguir siendo una experiencia maravillosa a pesar de su imperfección:

Es bueno pensar distinto

Es increíble, como muchos matrimonios se desgastan en discusiones interminables, porque no piensan lo mismo acerca de los diferentes tópicos de la vida. Si bien es necesario que como esposos se identifiquen con los mismos valores y que persigan las mismas metas, no significa que deben pensar exactamente igual. Cada uno puede tener su propia postura, la cual el otro debe respetar y procurar comprender; eso sí, logrando siempre llegar a acuerdos por el bienestar de la familia.

Es bueno saber que no estás solo en los momentos de dificultad

A nadie le gusta tener problemas y solo se convierten en una experiencia buena o mala cuando han sido resueltos. Sin embargo, las enfermedades propias o de los hijos, las crisis económicas y los problemas en general, se convierten en esa oportunidad que tienes para valorar la compañía, el amor, el afecto y el apoyo de la persona que te acompaña en esa travesía que es el matrimonio.

Acerca del apoyo y la compañía en el matrimonio, me gustaría invitarte a que leas este otro artículo: El propósito de la vida en el matrimonio

Mantener el amor vivo, una motivación constante

Durante el noviazgo, los primeros meses de matrimonio e incluso durante los primeros años para algunos matrimonios, el amor parece fluir como una fuente inagotable. Tal parece que no se necesita de ningún esfuerzo para expresar todo ese sentimiento y esa ilusión que se siente por ese esposo o por esa esposa. Con el paso del tiempo, esa fuente natural se va secando, parece que la luz se apaga y la magia se acaba un poco, por no decir del todo. Muchos matrimonios llegan al punto de permanecer unidos más por costumbre o por intereses particulares, que por el sentimiento de amor que es el que debe prevalecer. Se hace entonces necesario comprender que el amor en sí mismo no se mantiene inagotable e inalterable y que se debe trabajar en él todos los días. Parte de su belleza radica en comprender que se necesita esfuerzo para mantenerlo vivo y nunca darlo por sentado o por seguro.

Ver a la pareja en la justa dimensión

Comprender la imperfección de tu pareja te hace un poco más tolerante. Debes entender que es tan humano como tú, que se equivoca, que tiene temores, que no importa la edad que tenga no tiene la vida resuelta. Gran parte de la decepción que trae el matrimonio para muchas personas, es encontrarse frente a frente con la realidad de una persona que se ha idealizado. Así que, piensa que en casa tienes una persona simplemente imperfecta y lo que debes valorar es que en medio de esa imperfección lucha por darte lo mejor.

Así es el matrimonio, imperfecto, las dificultades y los sinsabores son parte de su encanto. Al final cuando miras a tus hijos o cuando por fin lo que han soñado juntos va tomando forma, sabes que ha valido la pena, las lágrimas, el esfuerzo y las alegrías.

Diana Cantor Martinez

Hay un momento de la vida en que descubrimos que necesitamos un cambio para poder avanzar y crecer reconoce el momento y no pierdas la oportunidad.