La primera cita
En la guerra y en el amor todo se vale, menos agradar a costa de tu propia personalidad, pero ser alguien que no eres se notará tarde o temprano. Lo que queremos es que se enamoren de lo que somos.
Yordy Giraldo
Debo confesar que no soy dada a eso de las primeras citas. Me resultan incomodas las frases hechas, los temas de rigor y el estrés de querer que funcione, además del temor que no te vuelvan a llamar ni por error. Sin embargo, ese primer encuentro es el que decidirá tu estado sentimental de “esperando un milagro” al “felizmente enamorada” que tanto deseas.
El mundo de las primeras citas sin embargo, y aunque usted no lo crea, tiene su código de ética. Reglas que por nada del mundo debemos pasar por alto so pena de que todos los intentos queden condenados al fracaso. Por eso y porque me agradan los finales felices, te comparto algunas de las reglas básicas para no errar.
Primeras citas, qué sí y qué no
1. ¿Dónde ir?
Lo ideal es que sea un lugar que ofrezca cosas para hacer, los silencios pueden llegar a ser muy incómodos, sobre todo con personas que no conocemos. Lo mejor es optar por espacios que permitan llenar esos vacíos, sin renunciar a la plática, la risa y la improvisación. Por cierto, si es un sitio que requiere un tipo de vestimenta específica, ¡avisa! En una ocasión me llevaron a visitar las Pirámides de Teotihuacán y yo llevaba falda, te imaginarás la incomodidad.
2. Temas prohibidos
No empieces hablando de tus relaciones, no es por ser grosera, pero ¿realmente crees que le puede importar? Al contrario, es un tema de perder/perder. Si hablas maravillas parecerá que aún amas a tu ex, y si hablas mal no quedarás muy bien parado. Política y religión deberían ser tema vetados, pero si vas a incluir este u otros temas polémicos, por favor no seas impositivo en tus opiniones, deja espacio para formas de pensar divergentes. Y por favor, deja el celular a un lado y de preferencia quítale el sonido.
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3. ¿Quién paga?
Este punto es un tanto escabroso, muchos consideran que los tiempos modernos no requieren que sea el hombre el que pague, que la mujer también puede aportar. Sin embargo, yo soy un poco chapada a la antigua, y sí me agrada que sea el caballero el que liquide la cuenta. Obvio no tiene que ser siempre así, ellos también necesitan de detalles. Pero la primera vez señores, sean esplendidos, y para las siguientes, chicas: hagan su guardadito.
4. Vestimenta
No tienes que echarte encima toda la botella de perfume, pero que se vea que pusiste empeño. Procura tener uñas limpias, por si no lo sabías las mujeres ponemos mucha atención a eso. Que nos toquen unas manos sucias es desagradable. No abuses del gel; en serio, la idea de que tu cabello tenga estilo muñequito lego no es para nada atractiva. Y que la ropa te quede, recuerda que la idea es gustar.
Chicas, lucir atractiva es lo mejor, pero la línea entre seductora y desesperada es a veces muy delgada. Menos es más, tenlo en cuenta. A ellos no les agrada que les dejen marcas de labial por todos lados, tampoco los labiales pegajosos. Y en cuanto a la ropa, les agrada presumirte, pero tampoco que parezca que estás de oferta.
Relee: Cómo no ser una mujer desesperada en la primera cita.
5. Recuerda ser siempre tú
En la guerra y en el amor todo se vale, menos agradar a costa de tu propia personalidad, pero ser alguien que no eres se notará tarde o temprano. Lo que queremos es que se enamoren de quienes somos.
Relee: Cómo seducir en la primera cita, a quien quieres en tu futuro.
Finalmente un último consejo, procura salir con personas con las que verdaderamente te gustaría llegar a algo más; bien dicen que a fuerza ni los zapatos. Consejos puedo darte muchos, pero lo más importante es que tu cabeza y corazón se encuentren dispuestos al amor, de lo contrario todo esfuerzo puede resultar vano.
